Cecilia Salcedo Leyton fue una destacada alumna de la Escuela de Contador Público Auditor de la Universidad Alberto Hurtado. Ingresó en el año 2011 y se tituló en 2013, luego de estudiar Contador General en el Instituto Superior de Comercio (Insuco 2) y de haber congelado Auditoría en otra casa de estudios. Al respecto, destaca que nuestra Universidad validó su experiencia laboral, ante lo cual pudo terminar la carrera en jornada vespertina mientras seguía desempeñando funciones relativas al área contable.
En términos profesionales, Salcedo afirma que dentro de toda organización el Contador Auditor juega un rol clave, dado que tiene todas las herramientas para resguardar los intereses de la compañía en donde se desempeñe. Por ende, estima que el país necesita contar con “profesionales comprometidos, honestos, 100% confiables y con un nivel ético y una escala de valores por sobre cualquier otra carrera”. Opina también que el ‘control’, dentro de las empresas, debe optimizarse en función de Auditorías Internas, un área que a su juicio está olvidada incluso cuando se trata de organizaciones imponentes a nivel de mercado.
¿Cómo nace tu interés por la Contabilidad?
Partí estudiando contabilidad en el Instituto Superior de Comercio (INSUCO 2). Elegí la especialidad porque mi padre, quien también era contador, influenció mi decisión. En esos años, los colegios comerciales todavía impartían el título de Contador General. Cuando salí, los resultados fueron bastante buenos así es que opté por seguir Auditoría. En ese entonces la carrera había pasado a ser de todo mi gusto. Entré a una institución privada pero no pude continuar. Pasó un tiempo y me matriculé en la Alberto Hurtado, donde pude finalizar la carrera en régimen vespertino, compatibilizando mis horarios de trabajo.
¿Cuál fue tu experiencia laboral antes y después de salir de nuestra Universidad?
El título me ha permitido ocupar cargos de importancia. Antes de titularme de Contador Público Auditor, mis puestos y aspiraciones laborales tenían un límite. Jamás habría pensado en tener un cargo de jefatura, por ejemplo, pero hoy en día las cosas han cambiado y mis proyectos de trabajo siguen creciendo. Creo que un título profesional marca la diferencia de manera importante en la vida de las personas, pues es la educación la que permite llegar a mejores cargos, obtener mejores rentas y cumplir las metas profesionales así como también aquellas que son más bien personales. Es importante que además la educación sea continua, especialmente por la competitividad que se ha generado en los últimos años, relacionada con la última reforma y con las Normas Internacionales de Contabilidad (IFRS), entre otros temas.
¿Qué destacas de tu paso por la Universidad Alberto Hurtado?
Lo que más destaco y agradezco de la Universidad es el hecho de haber confiado en mí. Pese a que había dejado abandonada mi primera casa de estudios hace muchos años, validaron mi experiencia laboral y permitieron que pudiera dar término a mi gran proyecto inconcluso. Me gustó mucho también el trato que tuve con las personas que trabajan en la Escuela, desde el auxiliar que te recibe en la puerta diariamente, pasando por coordinadoras, secretarias, profesores y Director de Escuela, todos absolutamente profesionales y completamente dispuestos a contribuir en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Después de salir de la Escuela de Contador Público Auditor (UAH), ¿has cursado algún diplomado, magíster o doctorado?
Por ahora estoy asistiendo a las Sesiones de Actualización Profesional (SAP) para Contadores Auditores que imparte la Escuela a sus ex-alumnos. También me gustaría muchísimo reforzar el idioma inglés, pero en realidad no he podido retomar programas más extensos porque decidí que era importante dejar pasar un período desde que me titulé, principalmente, porque mientras estudiaba en vespertino, no solo tenía que compatibilizar mis tiempos con una jornada laboral completa sino también con mi familia. En un tiempo más tengo pensando hacer un Diplomado para complementar el título profesional. Me interesa por ejemplo el Diplomado en Dirección y Gestión de Empresas que imparte la U. Alberto Hurtado porque es conducente a Magister.
¿Qué fortalezas crees que tienen los profesionales de nuestra Escuela?
En relación a los profesionales de otras instituciones, creo que los auditores de la UAH destacan principalmente por su espíritu colaborativo, compañerismo, ganas de aprender y por sobre todo por sus valores.
¿Desde tu experiencia, qué opinas sobre el rol del Contador Auditor?
Creo que el Contador Auditor juega un rol fundamental dentro de toda organización, pues tiene todas las herramientas para resguardar los intereses de la compañía, independiente del área en la cual se desarrolle. En ese sentido, el Contador Auditor es capaz de analizar y proponer grandes mejoras a los procesos de una empresa, favoreciendo indudablemente herramientas de control y contribuyendo a una gestión limpia. Este mismo rol que se ejerce al interior de una empresa, puede ser aplicado en funciones que beneficien al país. Para eso necesitamos profesionales comprometidos, honestos, 100% confiables, con un nivel ético y una escala de valores por sobre cualquier otra carrera. Lamentablemente, eso sí, siempre existen personas que aprovechan sus conocimientos técnicos para efectuar grandes fraudes, enlodando el prestigio de esta profesión que tiene mucho que aportar a las empresas y al país.
¿Qué elementos, técnicas o herramientas estimas que deben mejorarse en el área de la Auditoría?
Creo que el ‘control’, en las empresas, es una de las herramientas más deficientes hoy en día. Me sorprende por ejemplo que existan empresas imponentes a nivel de mercado que no cuenten con un área de Auditoría Interna, dejando en tierra de nadie la supervisión profesional de su gestión.
¿Qué mensaje enviarías a tus compañeros de generación y a los que están por salir?
Sin duda, trabajar y estudiar no es sencillo, es un largo camino que nos ha obligado a dejar muchos momentos familiares de lado, horas sin dormir, pocos momentos de esparcimiento, etc.; sin dejar de mencionar el costo monetario que siempre termina siendo un factor relevante para el presupuesto personal o familiar. Sin embargo, llegar a la meta es algo enriquecedor no solo para el que estudia, sino también para quienes lo rodean. Más temprano que tarde, pueden notarse los resultados de un sacrificio que sí vale la pena vivir.
A todos los estudiantes que están realizando continuidad de sus estudios, para concretar un desafío personal de crecimiento, les deseo mucho éxito y perseverancia porque se vienen nuevos logros laborales y personales.
A mis compañeros, a quienes recuerdo con mucho cariño, me gustaría felicitarlos por el gran esfuerzo que hicieron, por no haber claudicado en el intento, pese a todas las situaciones complicadas que se presentaron en el transcurso de la carrera y muy especialmente por ser las grandes personas que son. Muchas gracias también por todos los momentos que compartimos en la U.
Y para aquellos que todavía están pensando en estudiar, recordar que nunca es tarde y que el crecimiento laboral y personal siempre está acompañado del conocimiento.
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