Carta al Director de Carlos García y Marta Manríquez en La Tercera / Salas Cuna

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SEÑOR DIRECTOR

La principal crítica al proyecto de salas cuna universales es el encarecimiento del empleo, y por tanto, su impacto negativo en la contratación de trabajadores. De esta forma, se propone nuevamente usar los fondos del seguro de desempleo para evitar este efecto negativo. En nuestro estudio, Macroeconomía y conciliación familiar: el impacto económico de los jardines infantiles, en conjunto con María José Bosh (U. De Los Andes) y Gabriel Valenzuela (UAH) demostramos que los beneficios del proyecto sala cuna universal se concentran primeramente en aumentar la productividad de las familias y luego en aumentar la participación femenina. Este es un punto esencial, porque la mayor productividad aumenta la demanda por trabajo, no la disminuye. Por tanto, la crítica solo es cierta si la reforma se aplica inmediatamente, sin dejar que las empresas se ajusten al nuevo escenario. Por el contrario, si se da un tiempo razonable para la implementación de la reforma (un año) el empleo sube. Básicamente, este resultado se da porque se materializan los beneficios de la mayor productividad de los trabajadores en un escenario de mayor flexibilidad.

Por otro lado, sobre el financiamiento, este mismo estudio demuestra que los beneficios superan varias veces los beneficios del proyecto. Con lo cual, el costo del proyecto para el sector privado se diluirá, y por el contrario se transformará en beneficios concretos para este sector (mayores ventas) y el gobierno (mayor recaudación) que por lo menos son del orden del 8% del PIB.

Marta Manríquez

Carlos J. García

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