En esta nueva propuesta, claramente, se retrocede respecto de la anterior: el consejo sigue siendo de cinco consejeros, manteniendo el tiempo de duración del cargo en 10 largos años. Recordamos nuevamente, la experiencia internacional indica que el Banco Central, para fortalecer las conexiones de su autonomía con la democracia, debe existir una rotación más alta de todas las autoridades que toman las decisiones de política monetaria, estabilidad financiera y administrativa, la misma experiencia internacional indica que es entre 4 a 7 años como máximo.
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La Propuesta Constitucional, así como la AC contemplan mecanismos similares para destituir al Presidente del Consejo del Banco Central y remover a algún Consejero. Ambos textos dejan explícito que los fundamentos deben basarse en faltas graves al no cumplimiento del objetivo del Banco Central.
En columna para El Mostrador, el académico analiza los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de Chile.
El Banco Central de Chile organizó un conversatorio en formato híbrido a raíz de su programa “Mujeres y Economía: Trayectoria académica y experiencia en entidades financieras”, con el fin de aumentar la participación de las mujeres en el área de la economía y las finanzas.
En las dos últimas décadas no solo no hemos logrado crecer a la velocidad que lo hicimos en los años 90, sino que hemos venido deteriorando sistemáticamente esa capacidad de crecimiento genuino y perdurable.
El proyecto de nueva Constitución que se somete a plebiscito en los próximos días contiene varios cambios respecto a la vigente. En particular, el reconocimiento de nuevos derechos y garantías sobre la provisión de ellos, generan dudas sobre la vialidad fiscal de este proyecto.
De aprobarse el texto de la PNC, esta debería ser una materia para revisar o buscar los consensos políticos que permitan una interpretación del actuar de los consejeros que no afecte su independencia en la consecución de este preciado bien público.
La propuesta de la nueva Constitución política prácticamente dejó sin cambios los objetivos y la administración del Banco Central de Chile. Establece erróneamente que el bienestar de la población es sinónimo de estabilidad de precios.
La tasa de inflación en Chile está fuera de control y toda medida (ya sea fiscal, monetaria o que afecte a los mercados financieros locales) debe ser analizada profundamente antes de ver la luz para evitar este trauma que significa una economía con alta inflación.
La autonomía del Banco Central enfocada a controlar la inflación tiene que ver con la menor o mayor probabilidad de vivir con esa pandemia. Ella está íntimamente ligada al continuo desbalance entre la demanda por bienes y servicios por encima del potencial productiva y de comercio exterior.
Por primera vez esta entidad será presidida por una mujer.
Será clave en los próximos meses tener las fronteras cerradas, evitar expectativas excesivas de recuperación, trazar a los infectados y sus contactos cercanos y estar preparado para una tercera dosis para grupos sensibles de la población, como lo está haciendo Israel para los mayores de 60 años. En caso contrario, podríamos poner en riesgo todos los buenos deseos para el 2021.
Es temprano aún para desinstalar la política monetaria expansiva. Muy por el contrario, solo en la medida que la crisis se supere será momento de ir aumentando paulatinamente la tasa de interés y reduciendo las facilidades de crédito.
Beltrán es Ingeniero Comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile, mención Economía, es diplomado en Gobiernos Corporativos de la PUC y actualmente es profesor de Política Macroeconómica en Economías Abiertas del MAPPE.
Una primera propuesta de cambio a la Ley Orgánica del Banco Central debe ser incluir la actividad como un objetivo explícito y otra, buscando el perfeccionamiento de la autonomía, modificar la estructura y gobierno del Banco Central para que acople plenamente a la democracia y deje su origen autoritario en el pasado.
Aún no tenemos certezas sobre cuánto llevará superar la etapa crítica de la pandemia del COVID-19, pero en el plano de la política económica se comienzan a vislumbrar algunos interrogantes para la normalización de la actividad productiva y el desarrollo del quehacer económico. En este escenario, el desafío 2021 para el Banco Central no es menor.
Desde hace 70 años Argentina vive el mismo problema. Gobiernos de distintos signos políticos han sido reacios a equilibrar las cuentas fiscales. Algunos han hecho el esfuerzo esporádicamente, pero cuando el apoyo electoral puede bajar, deshacen lo avanzado.
En la actividad el académico de la Facultad, Carlos García moderó la presentación realizada por Elías Albagli, Gerente de División Política Monetaria del Banco Central.
Trabajó por más de diez años en el Banco Central y lleva más de una década formando expertos en macroeconomía en la Facultad de Economía y Negocios de la UAH. En plena crisis pandémica, Carlos J. García invita a dejar de lado las cifras y a poner el respeto como valor supremo ante cualquier modelo que se piense para reemplazar el actual.
Ante la falta de soluciones razonables por parte del Gobierno y el Banco Central, las personas determinaron –a través del Congreso– usar sus fondos para resolver su crisis frente a la pandemia.
La complejidad de la pandemia se está traspasando no solo en el mercado de bienes y del trabajo sino también al financiero.