Experta relevó que si se toma el coeficiente Gini como se hace en forma regular, la distribución del ingreso permanece prácticamente inalterada en el país entre el 2006 y el 2009.
La académica de la Universidad Alberto Hurtado y encargada del proyecto de la Casen 2009, Claudia Sanhueza, consideró que es efectivo que las mediciones 2006-2009 muestran un deterioro de la distribución del ingreso en el país, al tomar los extremos más pobre y más rico de la muestra, pero indicó que se requieren más mediciones para confirmar que se trata de un “quiebre de tendencia”.
La experta relevó, en este sentido, que si no se toman los extremos de la muestra- lo que los expertos llaman 10/10 o el decil más pobre comparado con el 10% más rico- y se considera la metodología tradicional de Gini (que abarca la totalidad de las comparaciones), éste indicador prácticamente no varía respecto de la medición anterior, siendo de 0,54 el 2006, respecto de los 0,55 de ahora. “No es un cambio significativo”, comenta.
Por otro lado, puntualizó que al tomar la muestra de los dos deciles extremos, hay que considerar que según la literatura internacional sobre el tema, en periodos de contracción económica, como los últimos años, se observa que tiende a aumentar la participación de los sectores más ricos en el ingreso. “Esto tiende a funcionar en forma contracíclica a los períodos de bajo crecimiento económico”, comentó.
La Ph.D. en Economía, Universidad de Cambridge, Inglaterra y Directora Magíster en Economía Aplicada a Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado, indicó asimismo que hay que considerar que la distribución del ingreso, medida sobre ingresos monetarios (y no los autónomos, que no incluyen las ayudas sociales del Gobierno), muestra toda la acción de las transferencias hacia los sectores de menores ingresos y por ende, muestra justamente el impacto de las políticas sociales desde el punto de vista distributivo.
De igual modo, resaltó que a su juicio el esquema vigente en esta materia en Chile dista mucho de realidades como las experiencias que están teniendo Brasil o México e incluso Perú. Cita por ejemplo, los programas «Bolsa de Familia» de Brasil u «Oportunidades» de México y en Chile lo más parecido- indica- es el Programa «Chile Solidario», pero que no llega ni con mucho el alcance y profundidad de los anteriores, precisa.
“Es cierto que las transferencias influyen decisivamente, pero al menos en Chile no alcanzan a modificar sustantivamente la situación», resume, relevando la necesidad de mirar las experiencias positivas en esta materia.
Con todo, la experta destacó que los cambios en estos guarismos «son siempre de largo plazo», porque también tienen que ver con desafíos como la productividad, la estructura productiva del país, la formación para el trabajo y otros tópicos del mercado laboral y educacional.
Por último, la profesional restó importancia a los cuestionamientos que expresaron académicos de la U. de Chile, quienes indicaron que el hecho que el encuestador se presentara como enviado por Mideplan, influyera en la decisión de querer mostrarse con ingresos muy menores, para ganar algún subsidio del Estado. Indicó, al respecto, que esto fue estudiado y no se registró ningún impacto.