¿Empleo pleno?

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Para analizar si efectivamente estamos o no en situación de pleno empleo, hay que tener en cuenta qué ha pasado con los niveles de empleo y cesantía en los distintos sectores de actividad, e inclusive por tipos ocupacionales, y también hay que analizar el comportamiento y niveles actuales de la oferta laboral.

Por Marcela Perticara, Ph.D. en Economía, University of Texas A&M, EE.UU. Profesora, Facultad de Economía y Negocios, UAH.

Artículo publicado en Revista Observatorio Económico Nº 61, Abril de 2012

Desde principios de año, tanto desde el gobierno como desde la misma prensa se comenzaron a comentar las auspiciadoras cifras de empleo. Dos encuestas de referencia (la de la U. de Chile y la del INE) mostraban importantes caídas en las tasas de desempleo: 2 y 3 puntos porcentuales en aproximadamente 24 meses. Todo esto acompañado de un crecimiento sostenido en la tasa de participación de las mujeres.

La Nueva Encuesta Nacional de Empleo del INE (NENE) sufrió modificaciones importantes tanto en el marco muestral como en su cuestionario, con el objeto de armonizar las estadísticas laborales chilenas a las vigentes en países de la OECD. En particular, se cambió la pregunta para indagar la situación de empleo. En la ENE se preguntaba por la situación laboral del encuestado en la semana anterior a la encuesta. En la NENE se pregunta a los individuos si trabajaron al menos una hora en la semana anterior, y por consiguiente se clasifica como ocupados a quienes señalan que sí. La nueva manera de preguntar efectivamente puede estar “inflando” el número de personas ocupadas.  En mi opinión –sin considerar esta controversia–la tendencia en la tasa de empleo y desempleo luce independiente del instrumento de medición. Incluso si utilizáramos las cifras referenciales de la NENE para el año 20091, ellas mostrarían (aún con un desfase en niveles) que la tendencia a la baja en la tasa de desempleo era ya evidente en los últimos meses de 2009. Un hecho importante a destacar es que la baja de la tasa de desempleo a fines de ese año estaba siendo ayudada por una caída en participación, mientras que en la actualidad tenemos desempleo cayendo y participación subiendo. La encuesta de empleo de la Universidad de Chile para el Gran Santiago arroja conclusiones similares.

Es harina de otro costal qué tan buen “espejo” de la creación de trabajos es el nivel de empleo (sin ningún otro adjetivo) que refleja la NENE (¡o incluso el que reflejaba antigua encuesta!). Por suerte, la nueva encuesta permite evaluar, al menos en términos netos, algunas características de los empleos creados. Durante el año 2010 los grupos ocupacionales con mayores tasas de crecimiento entre hombres y mujeres son los empleos independientes, patrones y cuenta propia, un tipo de empleo que no siempre es de alta productividad. Pero, durante 2011, la incidencia de estas categorías cae fuertemente y la creación del empleo está sustentada por empleo asalariado, con un leve repunte del aquel por cuenta propia2. Más aun: la estabilidad del crecimiento (5% a 12 meses) parece no depender del factor estacional. Entre los hombres, la mayoría del empleo creado (en términos netos) es a tiempo completo; entre las mujeres, en los últimos 12 meses, aproximadamente un 50% de los empleos creados fueron de menos de 30 horas a la semana. Con todo, la fracción de mujeres que declara tener jornada parcial pero querer jornada completa se ha mantenido casi invariable en torno al 50% en los últimos 24 meses. No es evidente que el mercado laboral chileno esté creando empleos particularmente de mala “calidad”.

Para analizar si efectivamente estamos o no en situación de pleno empleo, hay que tener en cuenta qué ha pasado con los niveles de empleo y cesantía en los distintos sectores de actividad, e inclusive por tipos ocupacionales, y también hay que analizar el comportamiento y niveles actuales de la oferta laboral.

Sí se registran marcadas diferencias en la tasa de cesantía3 en los distintos sectores económicos, con sectores como construcción y servicios inmobiliarios que presentan tasas de cesantía un 40% más altas que el promedio, mientras que otros sectores como servicios comunales y sociales, agricultura, instituciones financieras y pesca y minería, registran tasas de cesantía cercanas al 4% (el promedio es 5.4%). En el trimestre diciembre-febrero 2012 los sectores con menores tasas de cesantía fueron aquellos que mostraron alto dinamismo en la creación de empleo en los últimos 12 meses (servicios, pesca, minería, administración pública, instituciones financieras), y la agricultura cuyas tasas de cesantía en sus períodos estacionales peak se han mantenido extremadamente bajas en las últimas dos mediciones. Solo con estas cifras en mente, uno diría que hay sectores en claro pleno empleo (al menos en sus períodos estacionales fuertes) como la agricultura, y otros como minería, pesca y servicios, en los que el margen se está reduciendo de manera muy rápida. Ahora bien, al mismo tiempo, el pleno empleo en Chile parece una panacea cuando tomamos en consideración los niveles en las tasas de participación de hombres (73%) y mujeres (48%). Sumando a estos números a las personas que declaran no estar trabajando por motivos permanentes de salud, jubilación o pensión, estas tasas ascienden a 84% y 62,5%. Cierto que aproximadamente un 30% de los inactivos remanentes son individuos que declaran estarlo por estudio, lo que no quita que pudieran trabajar bajo condiciones de salarios y jornada adecuadas.

Entonces, efectivamente el mercado laboral chileno está ahora, y en particular en algunos sectores, mucho más apretado hoy que hace un par de años. Pero hay aún margen de maniobra: incorporar a inactivos al mercado laboral, generar mejores condiciones de trabajo en algunos sectores económicos de tal manera de producir reconversión de mano de obra y seguramente también será necesario invertir fuertemente en capacitación (no necesariamente con fondos públicos). ¿Es necesaria alguna política de inmigración específica? Inmigrantes calificados y no calificados han llegado al país, y en tasas crecientes, en los últimos 10 años. Si las condiciones del mercado laboral se mantienen, van a seguir haciéndolo, sin que sea necesario, ni conveniente, a mi juicio, algún tipo de intervención pública.

¿Empleo pleno?
Por Marcela Perticará*
* Ph.D. en Economía, University of Texas A&M, EE.UU. Profesora Facultad de Economía y Negocios, UAH.
1. Durante 2009 el INE hizo un levantamiento paralelo de las dos encuestas. Las cifras no son oficiales ni, según lo indica el INE en su página web, deben usarse para análisis, ya que la encuesta estaba en marcha blanca.
2. Estas categorías incluyen desde jóvenes profesionales independientes hasta vendedores callejeros de golosinas
3. Tasa de cesantía: personas que se declaran cesantes en proporción de la suma de cesantes y ocupados. Esta tasa difiere de la tasa de desempleo, ya que no incorpora las personas que están buscando trabajo por primera vez.

 

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