Por Carlos García* y Gabriel Ruiz**, *Ph.D. en Economía, University of California (LA), EE.UU. Académico FEN UAH. **M.A. in Economics Ilades-Georgetown, Pacific Macroeconomía y Finanzas.
Publicado en revista Observatorio Económico Nº 106, 2016.
Últimamente, comprender a los chilenos es bastante más complejo que entender nuestra economía. Pasamos del pánico del Brexit a la euforia de la Copa América. Amanecemos un día, y estamos en una gran crisis y por ejemplo, la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea es nuestro fin definitivo. Y al día siguiente, nos sentimos los ingleses del continente. Todo esto mezclado con la contingencia política en la que también existe la dualidad del todo o nada: para la oposición el bajo crecimiento tiene un solo responsable, el Gobierno y sus terribles reformas. Para el Gobierno, el resto, sus enemigos. Esto sumado a las alarmas de corrupción generalizada y a la violencia desatada que usan algunos medios de comunicación para mantener sus ventas y altos ratings, y que producen -sin duda- un escenario atractivo para el estudio de los siquiatras más agudos. No estamos negando que hay focos de corrupción, pero también es cierto que las instituciones chilenas están -por lo menos- ocupadas tratando de resolver estos temas.
Entonces, apliquemos el remedio que usaban los antiguos médicos griegos: poner a nuestro enfermo al lado de otro más grave. Si comparamos a Chile, en este caso: el “pobre país enfermo” junto con otros países realmente afectados con cáncer terminal, sin esperanza, sin destino alguno, seguro que se nos pasarían todos nuestros terribles males y podríamos ver nuestra realidad con más objetividad. En efecto, el diagnóstico de la economía chilena sería una gripe y un resfrío fuerte, en especial en 2016, pero no una gripe sin remedio. Con un par de años en cuidados, la fiebre debiese pasar y el buen juicio debiera retornar.
Al observar el crecimiento económico de Chile y el resto del mundo (Tabla 1). Según la revista inglesa The Economist, la economía chilena crecerá más comparado con muchas otras regiones. Si bien es cierto, las tasas de crecimiento son bajas en todas partes, ¡lo que indica que la gripe es mundial!, nuestra economía está respondiendo bien a los desafíos externos. Obviamente no estamos desacoplados del crecimiento del mundo porque eso es imposible, pero la economía chilena tiene múltiples conexiones comerciales con el resto de los países y, si el resto de los países se enferma, nosotros también (por más que nos cuidemos del resfrío) .
Miremos con más detalles esas conexiones comerciales por las que se transmite la terrible enfermedad que están sufriendo nuestros depresivos compatriotas se distinguen varios factores. Primero, hay que reconocer que Chile es una economía pequeña y abierta al comercio exterior en constante dinamismo con el resto de los países del mundo: basta dar un vistazo a los múltiples acuerdos y tratados comerciales que se han firmado en los últimos 20 años en materia económica y que incentivan el proceso de intercambio comercial, por ejemplo los acuerdos de complementación económica y los tratados de libre comercio (1).
Segundo, es importante establecer si nuestra economía está creciendo menos en comparación con nuestros socios comerciales. Esta pregunta ha surgido en los medios especializados como consecuencia de los últimos tres Informes de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central de Chile (BCCh), incluso la misma pregunta se le ha realizado al Presidente del Banco Central en más de una ocasión. Cuando nos referimos al PIB Socios comerciales, nos estamos refiriendo al crecimiento de los principales socios comerciales de Chile ponderados por su participación en las exportaciones totales (dos años móviles), y los países considerados son el destino del 94% de las exportaciones. Al observar el crecimiento de Chile en los últimos trimestres (Gráfico 1), efectivamente desde finales del año 2013, el país viene creciendo sostenidamente en menor medida que los socios comerciales, pero ¿es así de simple el análisis?, ¿podemos afirmar contundentemente cómo se ha hecho, que nos encontramos en una senda inferior de crecimiento?, por suerte la respuesta es negativa.
Si desglosamos la variable analizada según la participación en el intercambio comercial (exportaciones más importaciones), podemos ver que en los últimos años excluyendo a China (que crece en promedio más que casi cualquier otro país) y que representa cerca del 25% del intercambio comercial, Chile ha estado creciendo en mayor medida que sus principales socios comerciales (tabla 2). Por ejemplo, los países que componen el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela y próximamente Bolivia) en promedio simple han crecido 3 de los últimos 4 años en menor medida que Chile y no sólo eso, sino que si observamos el crecimiento de la Unión Europea y Japón, los últimos 4 años han crecido también en menor medida que Chile. Sin embargo, es preocupante que crezcamos menos que Estados Unidos en 2016. Por lo tanto, alguna receta de remedios vamos a necesitar para la mejora de la gripe, aunque creemos que todavía estamos lejos de pedir receta de antibióticos.
Tercero, no todo es comercio de bienes. La economía chilena también está sujeta a flujos financieros. Estos pueden ser especulativos o ser simplemente fondos para hacer inversiones de largo plazo, como por ejemplo en la minería. Respecto a este tema, hay dos puntos importantes; uno menor, relacionado con el Brexit y otro más de fondo relacionado con el precio del cobre. En efecto, si sigue la inestabilidad de Europa es probable que los inversionistas busquen nuevas plazas lo que favorecería a nuestro país. Este punto es menor porque hay muchas economías emergentes que también podrían ser atractivos para los inversionistas y por tanto, se deberán compartir esos desvíos de fondos. Un punto mucho más relevante es el precio del cobre, tanto sus recursos directos como la mantención de nuevas inversiones. La gripe mundial tiene deprimido al precio de nuestra principal exportación. Si esto sigue así, quizás necesitemos antibióticos, pero por ahora esperemos que este precio mejore y que las propias defensas de nuestro país “enfermo” resuelvan el problema.
1 Para una lista de los tratados y acuerdos de libre comercio ver https://www.aduana.cl/tratados-y-acuerdos-de-libre-comercio/aduana/2007-02-28/122217.html.