Aportes para una reforma a los seguros de salud: Una propuesta y tres comentarios

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El 2017 se realizó el seminario “Reformando el sistema de seguros de salud chileno: Elección, competencia regulada y subsidios por riesgo”, organizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) y donde fue presentada la propuesta del mismo nombre elaborada por Francesco Paolucci y Carolina Velasco. Entre ellos tres académicos y expertos en diversas materias relacionadas con el trabajo expuesto fueron invitados a comentarlo: la Directora del Magíster en Economía Aplicada a Políticas Públicas, Andrea Butelmann; Claudio Lucarelli; y Héctor Sánchez.

Por su parte, quienes son beneficiarios de una aseguradora privada, o institución de salud previsional (isapre), enfrentan altos precios y primas y cautividad. Por lo anterior, existe un grupo de personas que no puede acceder a los seguros privados, limitándose así sus opciones. Actualmente presenciamos un sistema dual, con lógicas de funcionamiento diferente, con segmentación de sus beneficiarios (personas más enfermas, de mayor edad y de menor ingreso en Fonasa y lo contrario en las isapres) y con diferencias en cuanto a la calidad de la atención (como tiempos de espera y trato del personal).

Paolucci y Velasco (2017) plantean en su propuesta abordar los déficit mencionados, integrando los componentes actuales del esquema de seguros (Fonasa e isapres) para crear uno de seguros sociales, donde: i) cada persona elige su asegurador y plan de salud (libre afiliación); ii) los planes son iguales en cuanto a los beneficios cubiertos, pero difieren según el nivel de los servicios (red de prestadores) y deducible; iii) las primas son determinadas por cada aseguradora; iv) se entregan subsidios a las personas ajustados por su riesgo de salud, que funcionarían como abono para financiar las primas (los subsidios se financiarían con contribuciones salariales e impuestos generales –aportes del Estado); y v) se propone potenciar las funciones de información, defensa de la libre competencia y fomento de la calidad y seguridad en salud, para así velar por un adecuado funcionamiento del nuevo escenario.

De esta manera, la combinación entre libertad de elección y subsidios ajustados por riesgo, junto a la estandarización del contenido del plan: i) permiten que las personas puedan elegir y financiar su plan de salud, incluso aquellos de alto riesgo (alto gasto esperado), ii) fomentan la competencia por calidad y precio, así como la contención de costos, iii) desincentivan la selección de personas según su riesgo en salud y iv) simplifican el trabajo desde la perspectiva de la libre competencia, puesto que se vuelve innecesario regular en demasía.

Los comentaristas abordan los diferentes aspectos de la propuesta, destacando en general su carácter integral en el ámbito de los seguros, su calidad técnica y el constituir un aporte a un debate que lleva varios años en Chile. Además de ello, plantean también algunas observaciones críticas. Si bien hay ciertos reparos a determinadas particularidades de la proposición, así como aportes que la complementan, principalmente se relevan dos aspectos. Por una parte, el requerimiento de hacer ciertas adecuaciones tanto en el sector estatal como en el sector privado, antes de integrar a los aseguradores privados con el estatal. Y, por otra, la necesidad de diseñar detalladamente la transición, considerando tanto los requisitos mencionados previamente, como la economía política de un proceso de esta envergadura.

 

 

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