Por: Humberto Borges, Académico de la FEN Universidad Alberto Hurtado
Los movimientos pacifistas en Leipzig, para los gobernantes de la DDR, no eran un problema detrás del muro, pero un día un video se filtró mostrando la realidad que no eran pocos los ciudadanos que con velas y marchas pacíficas en las noches frías de esa ciudad rechazaban el sistema. Después, el muro simplemente se derrumbó por la intervención de muchas personas que no soportaron el símbolo de la represión y división entre alemanes.
Hoy en Chile, estamos viviendo un fenómeno similar, se cae un muro de separación de los chilenos. La desigualdad es enorme y nos separa, nuestro muro para algunos es la desigualdad que se funda en las pensiones bajas, para otros los altos costos de la salud, otro grupo descontento por el aumento en el costo de la vida, la justicia y una educación con problemas de acceso. Pero aún, no nos miramos como iguales, ya que el muro no sólo separa las comunas de la Región Metropolitana, sino también nos separa entre regiones.
La Región Metropolitana, concentra gran parte de la riqueza, la educación, la salud y el progreso que tenemos en Chile. Este fenómeno lo debemos a un problema estructural y cultural que nos pesa desde la época de la Colonia en Chile. Cuando los españoles llegaron a Chile el país fue conquistado a la fuerza, aislando a los pueblos originarios, lo que se transformó en una costumbre a través de la historia. Primero fue realizado por los conquistadores, luego lo hemos ido naturalizando durante estos 200 años, ahora esto se replica mediante guetos urbanos, donde por comunas separamos y clasificamos a las personas.
Para nosotros no es fácil entenderlo, pero hay comunas y regiones que tienen índices de desarrollo similares a países europeos y otras regiones o comunas que están muy cercanas a índices de países pobres africanos. Apuntemos a la desigualdad que es observada en el acceso a la salud, educación y seguridad, los cuales están asignados para algunos habitantes de regiones y comunas, pero con las alzas de los precios, estos beneficios se fueron haciendo menos accesibles entre habitantes de comunas en una misma región y, simplemente, nos explotó la realidad en la cara.
Un día quiero viajar por mi país, llegar a un pueblo, comuna o ciudad en las regiones de la Araucanía, Maule, Los Ríos, Bio Bio, Los Lagos y O´Higgins y que alguien me salude y me diga que somos iguales, tenemos salud, educación y seguridad accesible para todos. (son las regiones con el índice de desarrollo humano más bajo del país, Desigualdad Regional en Chile, PNUD, 2018)
La pregunta es ¿qué hacer?, podemos crear una nueva constitución, pero si no somos capaces de generar políticas públicas que eliminen las brechas entre regiones y comunas del país, siempre repetiremos la historia, como lo hemos realizado durante estos últimos doscientos años.