Con la radiografía del mercado laboral femenino en la Región de Magallanes y la exposición de los estereotipos culturales con los que se manejan las lógicas de género en el mundo del trabajo, culminó, el pasado 10 de diciembre, la Mesa de Diálogo Social (MDS) “Presente y futuro del trabajo: desafíos para la igualdad de género en tiempos de pandemia en la Región de Magallanes”. Se trata de un proyecto financiado por el programa de Diálogo Social de la Subsecretaría del Trabajo ejecutado por la FEN con el respaldo del Centro de Organizaciones y Relaciones Laborales (COR-UAH).
En los encuentros tripartitos –iniciados en noviembre vía plataforma digital- participaron dirigentes del Sindicato de Trabajadores ENAP Magallanes, Sindicato de profesionales ENAP Magallanes y representantes de las empresas ENAP, Methanex Chile SpA, Geopark y de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) del Trabajo y Previsión Social y del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG), ambos organismos de la Región de Magallanes. A ellos se sumó la colaboración del Observatorio Laboral de Magallanes.
La jornada de cierre de la MDS contó con las intervenciones del decano de la FEN, Eduardo Abarzúa; la seremi del Trabajo y Previsión Social Región de Magallanes, Victoria Cortés; la directora del SernamEG Región de Magallanes, Fabiola García; la directora del Observatorio Laboral de Magallanes, Leandra Martínez y de la académica de la FEN UAH, Marcela Mandiola.
Las conclusiones de estas mesas de diálogo social quedaron consignadas en un documento consensuado. Entre las principales se estableció el impacto del “peso cultural” en las dinámicas con las operan los estereotipos de género. En ese sentido: “Existe el desafío de desaprender ciertas formas de entender la realidad para volver a aprender una que dé cabida a la reasignación y/o distribución de roles”. También hubo coincidencia en que se requiere: “…avanzar, tanto en la región como a nivel nacional, en la construcción de alternativas de cuidados que permitan a las mujeres que emigraron del mercado laboral (producto de la pandemia y por razones asociadas al cuidado) reinsertarse”.
El decano de la FEN, aseguró: “El diálogo social es escaso en Chile. Sin embargo, el mundo desarrollado nos ha mostrado que es una herramienta que contribuye a la paz social y al crecimiento sustentable de las naciones […]. Un diálogo social donde las distintas partes reconozcan las diferencias, reconozcan al otro, reconozcan que existen creencias distintas, pero en un marco de tolerancia a la diversidad cultural, religiosa, generacional, política, de género. Es la única posibilidad de encontrarnos en un proyecto común”.
Y en el contexto del impacto de la crisis sanitaria en las mujeres, Abarzúa fue lapidario: “La pandemia lo único que hizo fue intensificar tendencias que teníamos: la menor participación laboral femenina. Las mujeres son más pobres, tienen menos protección social, acceden a empleos más precarios, tienen menos poder que los hombres en la sociedad”. Sin embargo, recordó que si la mujer participara en el mercado laboral igual que los hombres: “Nuestro PIB podría crecer 2 puntos y, por supuesto, sería autonomía económica y también psicológica”.
Ante este aciago panorama, agregó, es vital derribar barreras legales, económicas, culturales de prácticas de trabajo y sistemas de gestión que son temas que se analizaron en esta mesa de diálogo social tripartito. La urgencia de ello se sustenta en un tema esencial: La igualdad, como valor, como principio, es un derecho humano, por eso, concluyó Abarzúa: “La desigualdad entre hombres y mujeres no puede esperar de cambios graduales, no puede esperar de cambios cosméticos […]. Necesita ser abordada a la brevedad”, concluyó.