A principios de este año la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archívistica recibió una nueva Directora de Carrera, Beatriz Mercado, quien fue por siete años la Coordinadora Académica de la carrera. Beatriz es Bibliotecaria Documentalista de formación, pero salvo por los primeros años de su vida laboral, en que se desempeñó en la Universidad Diego Portales a cargo de la formación y posterior dirección de la Biblioteca de Ciencias de la Ingeniería de dicha casa de estudios, su desarrollo profesional siempre ha estado ligado a la gestión documental y archivística. Así, durante más de doce años fue la profesional a cargo de todos los procesos documentales de METROGAS S.A., abarcando todas las áreas operativas del negocio, desde la ingeniería a las ventas. “Fue una época de mucho aprendizaje y cambios constantes; las tecnologías asociadas a la gestión documental recién estaban arribando a nuestro país y Metrogas, sobre todo en su época de creación y consolidación, era una empresa que no dudaba en la implementación de tecnología de punta”, recuerda.
Pero la inquietud por hacer cosas nuevas, la llevó a migrar a sector público, asumiendo el rol de Asesora de la Comisión de Probidad y Transparencia del Ministerio Secretaría General de la Presidencia en la época de implementación de la Ley de Transparencia en Chile. Durante este período destaca el asesoramiento a los más de 350 servicios públicos a nivel nacional en la gestión de sus archivos, da tal forma que pudieran cumplir la normativa establecida por ley y el derecho a la ciudadanía de acceder a la documentación del Estado.
Sin embargo, cuando se le presentó la oportunidad de incorporarse a la Universidad Alberto Hurtado, como Coordinadora Académica de la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística, no lo dudó ni un minuto, pues desarrollarse en el mundo académico fue una aspiración que la acompañó permanentemente, como lo demuestra el vínculo que por varios años mantuvo con la Escuela de Bibliotecología de la Universidad Tecnológica Metropolitana, como docente e investigadora colaboradora. En la UAH también pudo concretar el Magíster en Gestión de Personas en Organizaciones, un área que siempre fue de su interés.
En marzo de 2020, luego de siete años como Coordinadora Académica, asume el cargo de Directora de la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH.
¿Cuál es la visión que tienes actualmente de la carrera?
Estos primeros años de nuestra carrera, desde su creación en 2010, han sido de consolidación de un programa académico nuevo en nuestro país. Ha sido una etapa que, en cierta medida, culminó con la acreditación obtenida a fines de 2018. Fue un proceso largo, pero que se vio recompensado con el reconocimiento de las fortalezas de nuestro proyecto formativo, así como también fueron señalados aquellos aspectos que, éramos conscientes, debíamos mejorar.
En esta etapa también pudimos formar y consolidar el Comité Curricular de la carrera que, gracias al intenso trabajo asociado al Programa de Mejoramiento Institucional (PMI UAH), se vio fortalecido en sus competencias para verificar el avance hacia el logro de los propósitos establecidos por el programa.
Somos una carrera pequeña, con una matrícula que se ha mantenido estable desde el 2013 y que oscila entre los 100 y los 110 estudiantes matriculados en los 5 niveles. Esto nos ha permitido una cercanía con los estudiantes que, creo, no es común. Los conocemos, sabemos quiénes son, sus intereses, sus aptitudes, sus problemas, sus conflictos. Cuando egresan, sabemos de ellos, cómo están, cómo les ha ido, qué están haciendo; quizá no formalmente y de absolutamente todos (sabemos que el seguimiento de egresados es uno de nuestros pendientes), pero nos mantenemos en contacto. Ese es el sello de nuestra carrera; los estudiantes pasan a formar parte de nuestras vidas, así como estoy segura de que cada uno de los que colaboramos en su formación, pasamos a formar parte de la de ellos. Y eso es algo de lo que me siento muy orgullosa, porque creo que es la mejor manera de vivir el espíritu y misión de la UAH en nuestro quehacer diario.
¿Cuáles son tus expectativas ante esta nueva gestión de la carrera?
Como mencionaba anteriormente, creo que la consolidación de la carrera es etapa superada y, en lo que respecta a la formación de pregrado, el camino ya está marcado y se debe centrar en mantener su organización, con instancias de aseguramiento de la calidad que permitan evaluar y monitorear la efectividad de la formación de los estudiantes, así como de instancias que permiten mejorar e introducir innovaciones.
Sin embargo, queda un amplio espectro por desarrollar, relacionado con todas las actividades académicas asociadas al rol de la Universidad. Necesitamos fortalecer la investigación en nuestra disciplina, así como generar planes de extensión y vinculación con el medio.
Además, estamos en deuda con nuestros estudiantes egresados respecto de programas que les permitan acceder a estudios de postgrado o educación continua. Lograr concretar lo anterior es una de mis principales expectativas.
¿Cuáles son los objetivos que te planteas a corto y largo plazo?
A corto plazo tenemos objetivos prioritarios que cumplir, que ya hemos esbozado en conjunto con el Comité Curricular de la carrera. La actualización de la malla curricular es imperativa si queremos ser agentes activos en los profundos cambios que en este momento está viviendo nuestro país en el ámbito de Gestión Documental. La Ley de Transformación Digital del Estado ya es una realidad y no tengo duda que estamos en la mira respecto de la formación que estamos entregando a nuestros estudiantes.
Adicionalmente, diez años es mucho tiempo para disciplinas que están en constante cambio y ligadas indefectiblemente a los avances tecnológicos. Si bien hicimos un ajuste a la malla curricular el año 2014, éste fue principalmente de forma más que de fondo. En estos diez años se han producido cambios que van más mucho más allá de nuevas normas y nuevos software; son cambios de paradigmas, tendencias e, incluso, de una nueva comprensión para enfrentar el acceso y tratamiento de la información bibliográfica y documental.
A largo plazo, mi visión la puedo resumir en ser el referente académico de las disciplinas que conforman las ciencias de la información en el país. Y no sólo en lo que concierne a la formación de pre y postgrado, sino también en investigación y vinculación con el medio disciplinar y social.
¿Cuáles son los desafíos en esta nueva etapa?
Nuestra carrera abarca competencias disciplinares que tienen un enorme potencial y ampliarla a los campos menos tradicionales, es uno de los principales desafíos que visualizo. Si bien el terreno de la bibliotecología ya está suficientemente explorado, no es así en relación a la archivística. En el contexto de que toda organización en su actividad diaria, genera y recibe documentos que constituyen evidencias de su gestión, y que por lo tanto, requiere mantenerla accesible y disponible a través de prácticas, técnicas y habilidades específicas, el mercado laboral de la archivística es prácticamente ilimitado si se piensa en todos los sectores de nuestra sociedad.
Indudablemente la formación en la disciplina archivística y la orientación tecnológica que apoya el desarrollo de la mayoría de los cursos, es uno de los sellos distintivos de nuestros egresados. Esto es reconocido ampliamente por nuestros estudiantes y una de las razones por las que somos seleccionados por sobre ofertas formativas similares.
Sin embargo, en Chile y sobre todo en el sector privado, existe un profundo desconocimiento respecto de esta especialización. Lo anterior influye en que para las organizaciones es difícil determinar cuál es profesional adecuado para satisfacer la necesidad organizacional de gestionar su documentación administrativa de tal forma que ésta cumpla unas expectativas que, en la mayoría de los casos, tampoco están muy claras. Así, muchas veces las ofertas laborales están encubiertas por nombres “más modernos” que derivan del avance tecnológico asociado al manejo de información, y por ende, asociadas a carreras relacionadas con informática, control de gestión, administración pública, entre otras.
Generar acciones para revertir lo anterior es una aspiración que tengo hace mucho tiempo y que espero se den las condiciones para poder abordarla de una forma sistemática.
Desde tú experiencia, ¿cuál será el aporte que le entregarás a la carrera?
Soy una convencida que es posible alcanzar las metas más difíciles con equipos comprometidos en un objetivo común, para lo cual es fundamental contar con personas que puedan desarrollarse en lo que les gusta y apasiona. Ya tenemos una base muy sólida a través de la excelencia de los y las académicos/as de planta que realizan docencia e investigación para nuestra carrera y que conforman su Comité Curricular. Pero no son los únicos. Tenemos un enorme potencial en nuestro equipo de docentes hora, muchos de los cuales nos acompañan casi desde los inicios, que tienen ideas, proyectos, contactos y especializaciones que abarcan todo un abanico de posibilidades que nos posibilitaría ampliar nuestro campo de acción y redes de contacto.
Pero lo anterior no se da solo, es necesario gestionarlo y conducirlo de tal manera que trabajar en asociación a nuestra carrera sea una experiencia gratificante, que incite a desarrollar cosas nuevas, donde no sólo se verán directamente beneficiados nuestros estudiantes, sino todos y cada uno de los integrantes de nuestra comunidad.
Sí, definitivamente creo que gestionar adecuadamente el potencial de las personas será uno de mis aportes distintivos.
¿Cuál dirías tú que es el sello de los profesionales que se forman en tu carrera a diferencia de otras casas de estudio?
Indudablemente la formación en la disciplina archivística y la orientación tecnológica que apoya el desarrollo de la mayoría de los cursos, es uno de los sellos distintivos de nuestros egresados. Esto es reconocido ampliamente por nuestros estudiantes y una de las razones por las que somos seleccionados por sobre ofertas formativas similares.
Sin embargo y más allá de lo estrictamente académico, creo que nuestros estudiantes se diferencian por características, tanto propias como desarrolladas por la formación integral que caracteriza a la UAH, que los sensibilizan frente a las muchas intervenciones que pueden realizar en su entorno desde su disciplina. Un ejemplo muy revelador es la cantidad de proyectos que nuestros estudiantes han presentado a diferentes fuentes de financiamiento, tanto internas como externas, que les han permitido desde ya posicionarse en el medio, con una visión humanista y valores éticos sólidos.