En su reunión de política monetaria, el Consejo del Banco Central (BC) acordó el martes 16 de junio mantener la tasa de interés de política monetaria en 0,50%, su mínimo técnico. «El Consejo estima que la evolución de la economía requiere de una intensificación del impulso monetario. Por ello, junto con mantener la TPM en 0,5%, decidió ampliar el uso de instrumentos no convencionales», indicó la entidad emisora. Por otra parte, el BC agregó que «mantendrá un elevado impulso monetario por un período prolongado de tiempo, de modo de asegurar el cumplimiento de sus objetivos. ¿Cómo reciben esta noticia los expertos? ¿Qué implicancias tiene esta decisión para el mercado nacional? El académico y director de Postgrados de la Facultad de Economía y Negocios, Pablo González, analizó esta decisión y comenta: “con esto en mente, el BC está reconociendo que su instrumento principal, la tasa de política monetaria, ya cumplió con su aporte y que es necesario introducirse en una política más activa en los mercados financieros para facilitar liquidez”.
Preguntas por: Pulso, La Tercera.
¿Cuál es la primera lectura del comunicado del BC?
El Banco Central tiene la capacidad de actuar en corto y mediano plazo para afrontar las condiciones que la economía presenta. Pero la realidad ya la conocemos todos los actores de la economía, desde la vivencia familiar, las empresas de los diversos tamaños, así como el sector financiero. Esa realidad no le escapa a ninguno. La ventaja del Banco Central es que dispone de herramientas e información que le permite ponerle números a la realidad. En ese sentido, el comunicado resalta la evidencia de algunos indicadores a nivel global que permiten pensar en una mejora en los niveles de actividad en los meses venideros, pero con un alto nivel de volatilidad. Los datos de las últimas dos semanas de la economía estadounidense son un reflejo de ello.
Con esto, el BC está reconociendo que su instrumento principal, la tasa de política monetaria, ya cumplió con su aporte (he hecho reconoce que está en su mínimo técnico) y que es necesario introducirse en una política más activa en los mercados financieros para facilitar liquidez y soportar en nivel de actividad económica, evitando que la economía caiga en recesión. Todo lo anterior considerando que en particular Chile puede estar por entrar en un periodo de hibernación que afecte fuertemente el tercer trimestre.
¿A qué apuntan las medidas no convencionales que intensificará el BC?
Creo que podemos evidenciar tres fines que en cierta forma ya los mencionamos. Evitar la deflación, mantener lo mejor posible el funcionamiento del sistema de pagos en la economía y (aunque no pueda reconocerlo porque por Ley Orgánica Constitucional no debe encargarse de ello) a mantener el nivel de actividad y evitar quiebras masivas. Bajo estos puntos es que vuelve a la carga con el programa de Facilidad de Financiamiento Condicional al Incremento de Colocaciones (FCIC) y el programa de compra de activos con un esfuerzo de 8 mil millones de dólares. Hasta fin de año. Para el futuro, si la economía no reacciona, el BC tendría algunos otros instrumentos de intervención en los mercados financieros mayoristas y también en los mercados crediticios en los que participan la mayor parte de los actores económicos.
¿Es una señal de que la economía está peor y que puede haber un recorte fuerte en el crecimiento mañana?
Creo que hacia allá van las indicaciones. Ojalá esto no se concrete, pero las condiciones sanitarias son las que están mandando en todas las economías y en el caso particular de Chile pareciera que lo peor está por venir en este tercer trimestre. Al menos así lo indican las estadísticas. Debemos sumar que aún no tenemos idea de cómo reaccionará el mundo en términos de intercambio comercial. No se puede descartar economías más cerradas o la imposibilidad de comerciar con la fluidez de antes. En estos días, por ejemplo, recibimos la noticia de los resquemores de China sobre envíos de salmón.