Isidora Terrazas es estudiante de Ingeniería Comercial. Hizo su práctica entre diciembre del 2018 y enero del 2019 en la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado. Allí estuvo encargada de levantar un modelo de negocios para un proyecto en el Departamento de Inglés.
En esta entrevista nos cuenta sobre su experiencia de práctica en la UAH.
¿Puedes contarnos alguna anécdota o dato curioso de tu trabajo?:
Como estoy trabajando específicamente para el Departamento de Inglés de la Facultad de Educación, recuerdo lo extraña que me sentía cuando tenía reuniones con mis supervisores/as y hablaban en inglés gran parte del tiempo, ¡hasta hacían tallas!
Si bien entendía casi todo lo que hablaban, muchas veces me quedaba con dudas y llegaba a buscarlas a Google Translate. Con el tiempo me acostumbré y empecé a preguntar en el momento ¿Qué significa esta palabra? ¿Qué significa lo que dice ahí?
Gracias a esto, siento que he mejorado un montón mi «listening» y «reading». Es entretenido compartir en ambientes así, porque te sientes aprendiz en todo momento. El otro día mi supervisor me invitó a una reunión con un nativo en inglés y fue todo un desafío. Éramos cinco personas y yo era la única que no se dedicaba al aprendizaje y/o enseñanza del inglés. De todas maneras, hice mi mayor esfuerzo y entendí. Para mí fue un grato momento porque me sentí por primera vez expuesta al idioma y lo logré.
¿Qué destacas de lo que has aprendido hasta el momento?
Dentro del período de la práctica, lo que más logré desarrollar fue la dedicación, autonomía y perseverancia. Cuando postulé a la práctica tenía claro que sería un desafío, ya que para realizar un plan de negocios necesitas herramientas de todas las áreas y eso me aterró. No soy de notas excelentes, y quizás no me manejo muy bien con algunos programas (como Excel, por ejemplo), pero al estar elaborando un proyecto por tu cuenta aprendes a tocar todas las puertas y preguntar hasta lo último. Le pedí ayuda a profesores desde el primer día y gracias a ell@s he tomado mejores decisiones. Recuerdo que cuando llevaba dos semanas en práctica le envié un boceto a un profesor de la Facultad; cuando me respondió no lo podía creer, había estado utilizando un modelo que no me servía y tuve que borrar 3/4 del documento y volver a empezar. También me envió apuntes de sus clases en el MBA que realizó y gracias a sus consejos pude continuar más segura. Luego de eso, me encontraba con profesores en la U y aprovechaba de resolver todas mis dudas. Cualquier instancia servía.
Me siento satisfecha y feliz con la experiencia. Mi supervisor fue un gran apoyo e hicimos un buen equipo. Me enseñó habilidades profesionales que de seguro aplicaré en todos los ámbitos de mi vida. Por último, lo que más destaco es mi crecimiento como persona, ya que aprendes a dar lo mejor de ti porque sabes que tu trabajo es importante para alguien. Ahora bien, independiente del resultado del plan de negocios, me llevo nuevos conocimientos, habilidades y muchas historias para contar.
¿Qué dirías como motivación para tus compañeros (as) que aún están por hacer sus prácticas?
¡Que se atrevan a tomar desafíos y a no conformarse!
Son 213 horas de tu vida que no debes dejar pasar en vano, porque de ellas puedes sacar mucho provecho y aprendizajes que te sirven no tan solo para el ámbito profesional, sino que para el resto de tu vida.
Y también decirles que nunca estarán sol@s porque hay muchas personas dispuestos a ayudarlos, guiarlos y darles aliento.