MDS Biobío: derribando mitos en la incorporación de las mujeres al sector Construcción

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Con la exposición de buenas prácticas de empresas constructoras continuó el desarrollo de la Mesa de Diálogo Social Tripartita Presente y Futuro del Trabajo: Desafíos para la Igualdad de Género en el Sector Construcción, en la Región del Biobío. Se trata de la materialización del proyecto financiado por el Programa de Diálogo Social de la Subsecretaría del Trabajo y ejecutado por la FEN al alero del Centro de Organizaciones Laborales (COR-UAH). Cabe destacar que esta MSD forma parte de los compromisos de sustentabilidad del proyecto Fomento a la Igualdad de Género en el Trabajo”, financiado por la Unión Europea y ejecutado también por la FEN con la Fundación ChileMujeres.

Ricardo Jhan, gerente General, Grupo Inmobiliario Sencorp, contó que la empresa hace diez años partió con políticas de género, pues “existe la voluntad” de contratar mujeres: “…porque es nuestra convicción y no una imposición”, de tal manera que, agregó, se asignan: “…cargos según las capacidades de las personas y no de acuerdo al género, dando oportunidades de crecimiento al interior de la empresa, con equidad para hombres y mujeres”. En el área de la Construcción, el 15% son trabajadoras mano de obra; en puestos administrativos, profesionales y de supervisión, la tasa se eleva al 41,4%.

El ejecutivo mencionó respuestas a los prejuicios que frenan el avance de la incorporación de mujeres, por ejemplo, desestimó que es más caro contratarlas por temas de adecuación de infraestructura especial; se accidentan menos; su tasa de ausentismo es “súper baja” y la tasa de embarazos también es baja, aunque desdramatizó estas situaciones, considerando el futuro demográfico del país.

Los beneficios de incorporar mujeres, afirmó, son muchos: mejora los ambientes de trabajo, se genera mayor colaboración e integración del trabajo en equipo, menos rotación de trabajadores y disminuye la tasa de ausentismo. Un elemento que también destacó es el beneficio que comporta a la empresa como: “factor de cambio social”, es decir: “Mujeres que entraban a hacer aseo – porque, básicamente, siempre pensaban que las constructoras las contrataban como personal de aseo – han sido capacitadas y han hecho cursos de instalación de pisos, de entregas de departamentos. Tenemos mujeres que entraron haciendo aseo y que terminaron como supervisoras de entrega de edificios. Al final, con eso les cambia la vida a ellas y a todo su grupo familiar”.

Las estrategias que han levantado para aumentar su dotación de mujeres están puestas en ofrecer: “Prácticas profesionales; generar más capacitaciones para especializarlas; generar más oportunidad de crecimiento profesional y hacer levantamiento de información estadística”.

La experiencia de la constructora- inmobiliaria Ecomac (que tiene proyectos en Atacama, Coquimbo y Los Ángeles) la contó David Cortés, subgerente de Gestión de Personas. En su plantilla de personal cuenta con 308 mujeres que representa el 24% de su dotación, asegurando que triplica el promedio de la industria; 223, se desempeñan en el área de la Construcción. Las instalaciones están habilitadas para hombres y mujeres e incluso incorpora lenguaje inclusivo donde se realizan las obras, como por ejemplo el cartel: “Advertencia mujeres y hombres trabajando”.

“Los primeros pasos formales que dimos para incorporar a mujeres, ya con programas establecidos, fueron en el 2019. Hicimos alianza con el SernamEG e Inacap”, explicó. Formularon un llamado a incorporar 30 jefas de hogar para capacitación multi-oficio en el área de la carpintería, electricidad albañilería y apresto laboral en competencia para integrarse a los equipos de trabajo: “llegaron 29 y egresaron todas”.

Otro desafío que asumieron fue un taller de especialidades. Para ello hicieron alianza con la Escuela Tecnológica de la Construcción, la OTIC CChC, Fundación Chile, Ministerio del Trabajo y Previsión Social y SernamEG. “Se generó un círculo virtuoso. Generamos un laboratorio de formación de 25 mujeres maestras ceramistas. 120 horas de capacitación junto con otras tres empresas”. Egresaron 20, de las cuales solo 5 fueron contratadas puesto que: 6, no aceptaron por falta de red de apoyo en el cuidado de sus hijos; 4, porque las distancias, desde la obra a sus casas, eran muy largas y 5 mujeres no se sintieron interesadas.

Cortés señaló que, la fortaleza de estos programas de inserción de género, brindan a las empresas una “oportunidad de transformar vidas: se crea empleo formal”; también promueven climas de solidaridad de los hombres, quienes: “… tuvieron apertura para enseñar y transmitir conocimientos” y se valora también la alianza público-privada y su capacidad de convocatoria.

Verónica Bravo, directora de Giro Humano y especialista en estrategias y gestión de recursos humanos, diversidad, igualdad de género e inclusión, expuso en torno a la norma chilena 3262 que regula el Sistema de Gestión de Igualdad de Género y Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal, señalando que esta: “…es única en el mundo. Chile es pionero y es aplicable a cualquier tipo de organización […]. Se trata igual que una norma ISO”.

La norma está orientada a fomentar un cambio cultural corporativo: “…que promueva un ambiente laboral sin sesgos, sin estereotipos de género, que, finalmente, vayan eliminado todas las barreras que pueda tener una organización para avanzar en materia de igualdad de oportunidades para hombres y mujeres”, sostuvo.

La adopción de la norma, precisó, aporta a los objetivos de desarrollo sostenible a los cuales apunta la OIT, mejora la reputación corporativa y tiene un impacto positivo a largo plazo. En esa perspectiva, afirmó que, aquellas organizaciones que la han implementado, los progresos son sustantivos. Se produce mayor: “atracción y retención de talento; hombres y mujeres en un lugar de trabajo con prácticas modernas y flexibles; incremento del reconocimiento y reputación; apertura a nuevos mercados y fortalecimiento de los existentes; personas más creativas, con mejor desempeño, mayor valor y mejora organizacional”.

En esta mesa tripartita participan: Jacqueline Herrera, delegada de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT Provincial Concepción; Nayareth Jara, coordinadora del Programa Buenas Prácticas Laborales del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, Sernameg Biobío; Yasna Pérez, jefa Administrativa en Ebco S.A. Zonal Concepción; Carla Valenzuela, antropóloga consultora en EBCO S.A. Zonal Concepción; Gloria García, representante de la Secretaría Regional Ministerial  de la Mujer y Equidad de Género, Seremi del Biobío; Lucía Olea, jefa zonal de Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de Constructora Claro Vicuña Valenzuela; Carmen Araneda, Gestión de Personas, Dirección del Trabajo Biobío; Leticia Sepúlveda, supervisora Regional del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo, SENCE Biobío; Natalia Duboise, gerenta Inmobiliaria Futuro; Claudia Maldonado, profesional de la Oficina Municipal de Intermediación Laboral, OMIL Municipalidad de Concepción y Valeska Reyes, sub Gerente de Ventas Zonal en Inmobiliaria Socovesa Sur S.A.

 

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