No cabe ninguna duda sobre el avance que representa la propuesta de una nueva Constitución en lo que se refiere a los derechos laborales. Negar eso y mantener el estatus quo significaría aceptar un sistema que ha hecho de Chile uno de los países más desiguales al mundo.
Por: Maurizio Atzeni, Doctor en Estudios Industriales y Empresariales, Warwick Business School. Académico FEN-UAH.
Publicado en revista Observatorio Económico Nº 168, 2022.