Organizado por la Dirección de Posgrados de la FEN y el Magíster de Administración de Empresas (MBA), la presidenta de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), Rosario Navarro, fue la invitada estelar del conversatorio on line “El mundo gremial-empresarial y su relación con el Estado”, en el cual participaron estudiantes y académicos de la UAH. El moderador fue el director del MBA y del Diplomado en Dirección y Gestión de Empresas de la FEN, Pablo Piñera.
Un ámbito importante para el MBA de la Facultad de Economía y Negocios es la organización, de manera permanente, de encuentros con destacadas personalidades del quehacer nacional, invitadas a compartir sus conocimientos y experiencias con las y los estudiantes, de modo de enriquecer sus miradas como profesionales del área. Este tipo de actividades están en armonía con el objetivo general del MBA, asegurando así un aprendizaje integral de las y los alumnos.
En ese marco, se realizó el conversatorio “El mundo gremial-empresarial y su relación con el Estado”, en el cual participó la presidenta de la SOFOFA, Rosario Navarro. El director del MBA y del Diplomado en Dirección y Gestión de Empresas de la FEN, Pablo Piñera, destacó la trayectoria de Navarro: “Tiene una dilatada trayectoria en el mundo privado. Hoy es vicepresidenta de Sonda, una empresa tecnológica de punta en América Latina. Ha trabajado en distintas instituciones vinculadas al tema de la educación, y recientemente fue nombrada presidenta de SOFOFA, siendo la primera presidenta mujer en sus más de 100 años de existencia”.
Cabe consignar que la SOFOFA, es una asociación gremial surgida hace ya 140 años con el objetivo de promover la industria manufacturera del país y que hoy, representa alrededor de 4.000 empresas de distintos tamaños y sectores; más de la mitad conforman el índice bursátil más importante del país.
Cooperación virtuosa público-privada
Navarro partió su exposición con el contexto histórico en el que nace (Siglo XIX) y se desarrolla la SOFOFA, deteniéndose especialmente en la década de los 90 (Siglo XX), época en la cual, sostuvo: “Chile crece de manera sostenida” en materia económica, desarrollo social e infraestructura, planteando la interrogante: “¿Qué hizo que Chile en ese momento creciera como creció?”.
La respuesta, argumentó, está en que: “Confluyeron dos grandes fuerzas: un sistema político que trabajó muy de la mano y en una relación muy colaborativa con el mundo industrial. Y uno de los efectos clave que tuvo toda esta relación virtuosa, fue el crecimiento económico sostenido que llevó a que el Producto Interno Bruto per Cápita, se duplicara desde los años 90 hasta hoy, ajustándolo en términos reales. Y esto se debe a que las políticas públicas tuvieron un foco en la inversión, en la competitividad y en la eficiencia del mercado de capitales”.
En esa línea, consignó (como efecto de esta confluencia de fuerzas) sustantivas mejoras de indicadores tales como disminución de la pobreza, aumento de la esperanza de vida e incremento de la cobertura educacional (mayor alfabetización). La apertura al comercio exterior también la destacó, señalando: “Nadie puede negar la relevancia que ha tenido para el desarrollo del país el comercio exterior […]. Una economía pequeña como la nuestra no podía depender sólo de la fabricación nacional”, un tema en el que relevó: “El desarrollo de políticas públicas que fomentaron la competitividad de nuestras empresas en mercados internacionales».
Otro ejemplo del “virtuosismo de trabajar en la colaboración pública-privada”, se ha dado, dijo, en el ámbito educacional, recordando que la SOFOFA: “Hace 139 años se hace cargo del tema de la educación y abraza a la primera escuela de artes y oficios. Hoy, la SOFOFA tiene 5 liceos de administración delegada técnico-profesional, pero llegamos a más de 250 establecimientos educacionales, empujando todo lo que son las buenas prácticas de formación técnico-profesional […], la formación dual, que lleva muchos años de vigencia en Europa, que significa cómo estamos preparando a los talentos del futuro”.
Recuperar las confianzas
Sin embargo, precisó: “No todo ha sido tan virtuoso. Creo que pueden concordar conmigo que estamos viviendo un momento de desconfianza muy profundo. Hay mucha polarización, nos cuesta llegar a acuerdos, abunda la crítica fácil”. Por lo tanto, una de sus prioridades como líder gremial es recuperar las confianzas. Y en ello, dijo, lo fundamental es conformar equipos de trabajo armoniosos y colaborativos.
“El trabajo en equipo es el combustible que permite que la gente común obtenga resultados extraordinarios, resultados poco comunes”, sostuvo, parafraseando uno de los principios que abogaba el industrial, empresario y filántropo estadounidense, Andrew Carnegie: “Ésta es una frase que me encanta”, la cual, subrayó, los futuros líderes: “Tienen que encarnar muy profundamente […]. Para vivir de verdad la colaboración, tenemos que abrir más espacios de participación. Es una forma donde más se aprovechan los talentos, la sinergia”.
Y en esa perspectiva, enfatizó: “Los empresarios no podemos estar ajenos a la labor que cumplimos. Creo que somos ciudadanos que tenemos un rol público. Los empresarios no nos podemos restar de la discusión de lo que ocurre en nuestro país […]. Estamos disponibles para ponernos al servicio del país, para trabajar en el diseño de buenas políticas públicas, para aportar a la discusión de la incidencia de las políticas públicas”.
Es por ello, dijo: “Cuando decidimos abrazar el desarrollo empresarial sostenible, cuando decimos que la innovación o el desarrollo del capital humano es determinante, cuando decimos que la automatización y la robótica van a pasar a ser temas trascendentales en la manera que se hace empresa […]. Es ahí […] donde ese coraje, esa valentía, es la que lleva a hacer cambios reales en las empresas. Y eso inspira también al sector público. Cuando las empresas llevamos la delantera, estamos muy por sobre las normas, nos autorregulamos y ponemos estos estándares, yo diría más elevados, es donde empezamos a mostrar este vínculo virtuoso y donde finalmente la ciudadanía empieza a confiar en la labor empresarial, a confiar de vuelta en la labor del mundo público”.
En ese contexto, aseguró: “La colaboración público-privada yo creo que es determinante. Los gobiernos deben ser capaces de recoger la disposición que tiene el sector privado, pero el sector privado también tiene que tener la apertura a sentarse a dialogar, a sentarse a debatir […]. Creo firmemente que, para buscar y lograr tener un país mejor para todos, tenemos que empujar iniciativas que nos convoquen, iniciativas que muestren estos resultados. Los desafíos son súper grandes, son enormes, pero yo creo que además tenemos que aprovechar el momento que estamos viviendo. Chile tiene un rol bien importante en la transición energética; hoy, casi todas las materias primas que van a ser determinantes para esto, están en Chile, pero además tenemos el talento”.