Paz González cursa el último año del vespertino de Ingeniería Comercial de la FEN-UAH. El año pasado obtuvo un cupo en el Programa de Intercambio Universitario Estudiantes de la UAH para continuar un semestre en la Universidad de Deusto (Bilbao, País Vasco, España), durante el período febrero-julio de este año. No fue sola. La acompañó Inti, su hijo, quien en ese momento tenía 4 años. Desde esta experiencia, reflexiona sobre la importancia de generar espacios, no solo desde la universidad, si no que, desde la política pública, para que la experiencia vivida por ella y su hijo pueda repetirse en muchas estudiantes y madres del país.
A Paz González, la pandemia le abrió una oportunidad para retomar – en el 2020 – sus estudios de ingeniería en la FEN-UAH, esta vez en jornada vespertina, gracias a que se impartieron clases online. Había ingresado a la carrera diurna en el año 2009, pero la dejó en pausa al tercer año.
A los dos años de reanudarla, en el 2022, postuló al llamado extraordinario del Programa de Intercambio Universitario Estudiantes de la UAH, de la Dirección de Cooperación Internacional (DCI) el cual tiene convenios de movilidad con más de 60 instituciones pertenecientes a la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU), entre ellas la Universidad de Deusto (ubicada en Bilbao, capital de la Comunidad Autónoma del País Vasco, España).
Paz cumplía todos los requisitos, uno de ellos el promedio de notas, que en su caso superaba con creces con su 6,1, estando entre los tres mejores estudiantes de su generación. Actualmente solo le queda un ramo para egresar. La noticia de que había sido aceptada en el Programa de intercambio la recibió con encontradas emociones, porque por un lado implicaba dejar su rutina de vida acá en Chile. Hace seis años que está afincada en Pucón (Región de La Araucanía), donde le dio un nuevo impulso a una empresa familiar (arriendo de cabañas con tinajas calientes) que con su esfuerzo ha sacado adelante con éxito. Se vino a Santiago de manera transitoria cuando la UAH volvió a clases presenciales.
Pero, la noticia del intercambio también la ilusionaba, ya que: “Se me estaba haciendo realidad un sueño que tenía desde hace muchos años. Y lo que estaba logrando, no me lo creía. Para mí, siempre había sido un sueño poder irme de intercambio. Sabía que, si en algún momento iba a vivir fuera del país, iba a ser a través de los estudios”, aunque este sueño ahora era posible concretar solo: “Si lo realizaba en compañía de mi hijo. Lamentablemente, muchas otras mamás/estudiantes renuncian a la posibilidad de irse de intercambio, pues ser jefa de un hogar monoparental hace todo más complejo y difícil. Yo recibí mucho apoyo, y esa es la tónica que debiese tener este proceso, facilitar y apoyar cada realidad del estudiante interesado”.
Quedó experta en todas las gestiones para obtener la visa por estudios a España, tanto para ella como para su hijo: “Fue un desafío tremendo, fui al Consulado, me estudié todo el proceso, me leí todas las páginas que me pude leer y quedé perita en el tema de visados de estudios, que permiten postular a tu familia como acompañante”.
Con las visas y gracias a La Beca de Movilidad Estudiantil y sus ahorros pudo irse con su hijo Inti de intercambio. Ella, incorporándose a clases en la Universidad de Deusto e Inti, al colegio público Arangoiti. Desde Chile zanjó el arriendo de un departamento cerca de la Universidad por dos semanas. Tiempo que le dio, estando allá, de encontrar un lugar más definitivo; no firmó contrato de alquiler “hasta que me aceptaran a mi hijo en el colegio que estaba al lado del departamento”.
A su arribo a tierras vizcaínas quedó impresionada por varias cosas, entre ellas por la impactante estructura física del Campus Bilbao de Deusto (declarado Monumento Histórico en 2002, compuesto por varios edificios de gran valor arquitectónico), por la cultura, hábitos y vida académica: “Es otro mundo. Me costó un poco adaptarme por el cambio educacional y porque llegué a estudiar al diurno”. El semestre lo terminó en junio, Inti a principios de julio. De ahí se tomaron vacaciones recorriendo ciudades de España, Portugal, Francia e Italia.
Resaltó la excelencia académica de la Deusto, señalando que les entrega una formación de primer nivel a sus estudiantes: “Los tienen súper preparados para salir a trabajar, con tres o cuatro prácticas en las mejores consultoras del mundo”. También relevó la empatía de las y los académicos y compañeros y compañeras, quienes entendían: “La situación de una mamá sola con su hijo, que se va a estudiar al extranjero […]. Siempre me dieron la chance. Tengo que hacer un trabajo, ¿me puedo conectar on line o puedo ir con mi hijo? […]. Todos los profesores entendían que teníamos responsabilidades y que la situación académica tampoco te va definir como persona y profesional en el futuro. Todos teníamos la libertad de hacer lo que encontráramos más prioritario dentro de nuestras vidas, obviamente siempre atendiendo a las necesidades de la universidad, pero entendiendo que somos personas, que de repente se nos enferma la mamá o tenemos que acompañar a la abuelita a algún lugar y no hay nadie más que lo haga: ¡y vale! Eso también habla bien de ti como persona, no solamente como estudiante. Es importante lo académico, pero también eso incluye nuestra familia, nuestro entorno”, enfatizando que los profesores les decían que: “Mientras ustedes cumplan con los trabajos, les vaya bien en las evaluaciones, no pasa nada. Este es mi WhatsApp, cualquier duda me la mandan, si no van a venir a clases, me avisan”.
A Inti, cuenta, no le tocó fácil: “Allá, por ley, niño que llega tiene el derecho a educación. Obviamente que pagar un colegio, no era opción. Entonces, lo postulé en un colegio público y allí las clases son en euskera, el idioma del País Vasco […]. Así que, no solamente se fue de intercambio, sino que también se fue a aprender un idioma nuevo”. En esta entrevista, en la que también estuvo presente, le preguntamos a Inti que nos enseñara algunas palabras. Así, por ejemplo, aprendimos que “hola” se dice “kaixo”; “muy bien”, “oso ondo” y “gracias”, “ekerrik asko”.
Lo que más le gustó a Inti de su estancia en Bilbao fue el colegio, aprovechando de enviar saludos a tres amigos que se hizo allá: Aner, Luken y Aixa – con los cuales mantiene comunicación porque compartieron sus números de teléfonos – y a su profesora, Monika, que fue un gran apoyo para él. Nos cuenta que el colegio tenía “un patio grande para correr”, que hay distintos “txokos” (salas de clases): unas con juguetes y legos, unas de música, unas para hacer tareas, la cual no les gustaba mucho. Asegura que cuando grande le gustaría ir a estudiar a Bilbao para aprender a conducir “drones de carrera”.
Para Paz, programas de intercambio como el de la UAH son: “Una posibilidad increíble, que ojalá todos o la mayor parte de las y los estudiantes, pudiera acceder”. No obstante, tiene claro que existen barreras, especialmente para estudiantes que son madres y, sobre todo, si son hogares monoparentales y que no cuentan con sus propios recursos económicos:
“Creo que faltan muchas políticas, no solo dentro de la universidad, sino que políticas públicas a nivel país que nos permitan a las mujeres que somos mamás poder tener el mismo acceso que tienen los demás estudiantes. Ya sabemos de las distintas brechas que hay en el mundo académico y laboral en Chile y en temas de género. Si a eso, le sumamos que, además, somos responsables y cuidadoras, en mi caso de mi hijo, todo se hace un poco más difícil. Yo lo logré, porque recibí mucho apoyo de mi familia y de la U, pero sería de gran valor que más mamás o papás estudiantes de pregrado en Chile pudiesen optar a un programa de intercambio. A las universidades, obviamente, tampoco les da el presupuesto para hacerse cargo. Esto debe ir más allá de la universidad, debería tratarse como parte de una política pública que apoye a madres y padres estudiantes de educación técnica o profesional”.
En esa línea, argumenta que pudo tener esta experiencia gracias a que tiene recursos económicos y que contó también con el apoyo de su madre que viajó: “Para ayudarme a hacer la adaptación con el Inti en el colegio, mientras yo estaba en clases”. Es por eso su reivindicación: “Lo que busco es que más mujeres tengan la misma posibilidad que yo y que no sea el dinero un determinante para poder acceder a instancias tan enriquecedoras como lo es un intercambio, porque no es solo un enriquecimiento académico sino cultural, te abre la mente. Si tú no has viajado antes, te estalla la mente. Y si más encima vas con un hijo, más enriquecedor es. Pero una persona que trabaja en una empresa que tiene que dejar su trabajo para irse de intercambio es imposible que lo haga”.
Balance de Experiencias de intercambio estudiantil
El balance de esta experiencia que nos relata Paz, coincide con la de los y las estudiantes que han participado en el programa. Así lo sostuvo, Alina Morales, jefa de Intercambio Enlace AUSJAL – CARI, de la DCI- UAH: “Quienes han participado en el intercambio, nos confirman que -sin duda- es una experiencia que agrega valor a la formación académica y personal. Se desarrollan habilidades que permitirán enfrentar más adecuadamente desafíos futuros. Pero, sobre todo, los recuerdos y los lazos profesionales y de amistad que se establecen en ese período enriquecen y acompañan por el resto de la vida».
Explicó que una de las principales actividades de la DCI-UAH es, precisamente, el intercambio de estudiantes con el foco puesto: “…en las personas y el trabajo colaborativo, tanto con los departamentos académicos y las unidades administrativas de la universidad como con socios estratégicos internacionales académicos”. La idea es dar la oportunidad de que esta experiencia esté: «Disponible para todo el estudiantado de la Universidad”. Y atendiendo a este objetivo es que, agregó: “Continuamente estamos trabajando con distintas áreas de la universidad para hacerlo posible”.
Enfatizó que la DCI: “Con fondos propios, ha entregado becas parciales a la gran mayoría de las personas que han participado en el intercambio” y también se les asesora: “En un tema tan clave como lo son las posibilidades de financiamiento externo para su intercambio”.
Red Global de Emprendimiento Deusto- Bizkaia (REG)
Cabe recordar también que la UAH, a través de la FEN, se integró a la REG en marzo del 2022, como universidad nodo. Se trata de una instancia promovida por la Universidad de Deusto y la Diputación Foral de Bizkaia. La integran empresas y startups de Bizkaia y 9 universidades nodo de 8 países latinoamericanos, que forman parte de la Ausjal.
Uno de los objetivos de la REG es: “Identificar y atraer al territorio, personas emprendedoras latinoamericanas que puedan colaborar en la activación y aceleración de áreas de innovación de empresas referentes y startups de Bizkaia. La REG Deusto-Bizkaia impulsa la participación de las personas emprendedoras e innovadoras de América Latina, a través del Máster Dual en Emprendimiento en Acción de la Universidad de Deusto”.