Sin un aumento radical en la productividad, no es posible aumentar gasto a costa de más deuda. En este sentido, el gasto fiscal debiera orientarse más en los próximos años hacia políticas que favorezcan el mejoramiento del capital humano, impulso de la investigación, el desarrollo de las universidades en tecnologías aplicadas y con impacto directo en Chile, facilidad en la creación de nuevas empresas y proyectos, asegurar la seguridad de las ciudades, etc.
Por: Carlos J. García, Ph.D. en Economía, University of California (LA), EE.UU. Académico FEN-UAH.
Publicado en revista Observatorio Económico Nº 192, 2024.