La evidencia empírica para el caso chileno muestra que, incluso al condicionar el análisis por desempeño en pruebas estandarizadas, las mujeres con altos puntajes tienden a postular en menor proporción que los hombres a estos programas (Bordón et al., 2020). Esto es crucial, ya que sugiere que la brecha en los puntajes de matemáticas, por ejemplo, no explica completamente la diferencia observada en las preferencias por programas STEM.
Por: Rocío Valdebenito, PhD en Economía Aplicada, University of Illinois Urbana-Champaign. Académica Facultad de Economía y Negocios, UAH.
Publicado en revista Observatorio Económico Nº 196, 2025.