GIBA presenta Plan Maestro de implementación de un Archivo y Centro Documental de la Corporación Memoria Lonquén

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En el marco del convenio de cooperación entre la UAH y la Corporación Memoria Lonquén, la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística (GIBA) de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la UAH, cobra una especial relevancia toda vez que es la que lidera el diseño, implementación y puesta en marcha de un Centro Documental, sistematizando, de manera inédita, toda la información existente alrededor de los crímenes de lesa humanidad conocidos como “Caso Hornos de Lonquén”, crímenes descubiertos en 1978 tras el hallazgo de 15 osamentas humanas maniatadas con alambres y con señales de haber sido golpeados brutalmente, macabro descubrimiento que echó por tierra los argumentos que negaban oficialmente las detenciones y posteriores desapariciones forzadas de personas durante la dictadura militar.

El hallazgo se produjo en noviembre de 1978. Cuerpos humanos enterrados en los hornos de una mina de cal abandonada, ubicada en las faldas del Cerro Lonquén (comuna de Talagante). Las osamentas correspondían a 15 campesinos de Isla de Maipo (que tenían entre 17 y 51 años) que habían sido detenidos por Carabineros hacía cinco años, en octubre de 1973, momento en el que sus familiares pierden sus rastros.

La creación de la Corporación Memoria Lonquén responde al propósito de un grupo de familiares de las víctimas, así como también de profesionales y técnicos de distintas áreas, de contribuir a perpetuar la memoria histórica de Lonquén y de todas las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la dictadura militar que se inició en 1973 y particularmente, de aquellas que ocurrieron en el mundo rural.

El Plan Maestro, presentado en el marco del convenio UAH con la Corporación Memoria de Lonquén, tiene una planificación a cinco años, a través del cual, la carrera de GIBA estructuró el trabajo de resguardar, organizar, preservar, estudiar y poner a disposición pública el conjunto de documentos relacionados con la historia, memoria y acciones vinculadas a las violaciones de derechos humanos cometidas en Lonquén y su proyección en los procesos sociales, políticos y culturales del país. Parte activa del proyecto es el académico Roberto Campos González, quien en octubre próximo expondrá el plan en la prestigiosa International Council on Archive (ICA) 2025 que se realizará en Barcelona, España: “El ICA es la institución más importante a nivel internacional de archivos. De hecho, son los que establecen las normas de descripción, son los que van actualizando las formas de organización”, explicó la directora de GIBA, Beatriz Mercado, precisando que esta oportunidad: “Pone a la Corporación Memoria Lonquén en el mapa mundial de memoria y preservación del patrimonio”. Esto es importante, porque es un primer paso para colocar el Caso Lonquén en el programa Memoria del Mundo de la UNESCO.

Lo innovador que tiene este proyecto es que no es otro archivo más de memoria, sino que la forma en que nosotros lo queremos presentar es que, si quieres saber del Caso Lonquén desde todas sus aristas, está el repositorio y en un entorno completamente audiovisual, vas a poder recorrer el caso desde antes que ocurrieran los hechos del 73 hasta el día de hoy, desde distintas perspectivas y todas esas perspectivas sub relacionadas.

La iniciativa requiere de financiamiento, para lo cual, con el apoyo de la Corporación, está en postulación al Fondo Comunidad Activa del Gobierno de Santiago (GS). También está en carpeta postular a fondos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, particularmente al Fondo Audiovisual Webseries con el fin de crear videos del proceso.

Uno de los principales intereses de la Corporación era poder sistematizar en un solo lugar, toda la información que hay respecto del Caso Lonquén. Y eso, implica recuperarla de muchas otras organizaciones, así como también crearla a partir de testimonios. La Corporación no cuenta con fondos para esto, por lo tanto, lo que tenemos es su apoyo para la postulación a diferentes fondos públicos, dependiendo del objetivo particular que se esté abordando con diferentes proyectos”, cuenta Mercado. Esto implica partir de cero, buscando, recopilando y organizando material desde distintas fuentes para crear un repositorio exclusivamente del caso Lonquén, lo que lo convierte en un producto innovador. Sobre este repositorio conversamos con Beatriz:

¿Por qué es innovador este proyecto?

La gracia de un archivo es que se estructura en función de la organización productora de los documentos.  Entonces, por poner un ejemplo, en el Museo de la Memoria hay probablemente muchos documentos asociados al Caso Lonquén, pero no están organizados para tener una visión sistemática del caso, porque su objetivo como institución de memoria es otro, más general.  Como otro ejemplo, está el archivo de Villa Grimaldi, que eventualmente podría tener documentos del Caso Lonquén, pero van a pasar desapercibidos porque, obviamente, su enfoque archivístico es sistematizar todo en función de la Villa Grimaldi. Eso es lo innovador que tiene este proyecto. No es otro archivo más de memoria, sino que la forma en que nosotros lo queremos presentar es que, si quieres saber del Caso Lonquén desde todas sus aristas, está el repositorio y en un entorno completamente audiovisual, vas a poder recorrer el caso desde antes que ocurrieran los hechos del 73 hasta el día de hoy, desde distintas perspectivas y todas esas perspectivas sub relacionadas. Por ejemplo, si estás viendo un informe que se presentó a la Corte Internacional de Derechos Humanos, eso lo puedes vincular con los documentos que haya de las reuniones con las que se preparó ese informe. Ese es el objetivo.

¿El Plan está aprobado por la Corporación Lonquén?

Efectivamente, está aprobado por la Corporación. De hecho, el plan a cinco años es un producto que además ellos licitaron el año pasado en el Servicio del Patrimonio Cultural, donde comprometieron presentar como resultado el proyecto final a largo plazo, con todo lo que implica y con nociones de organización de la documentación y cómo se iba a abordar. El plan maestro, a cinco años lo elaboró el académico de nuestra carrera, Roberto Campos.

¿Participarán  estudiantes de GIBA en la materialización del Plan?

Sí, van a participar alumnos y alumnas de la carrera, del ciclo de profundización, es decir, de tercer año en adelante, para garantizar que ya cuentan con las competencias para describir documentos, generar relaciones, incluso para instalar algunas soluciones tecnológicas open source. Y, evidentemente, creo que, para nuestros estudiantes, no va a haber nada más gratificante que estar ya trabajando en un caso tan emblemático para el país, a la vez que reciben un pago que les apoyará económicamente. El trabajo con ellos y ellas iniciará con una clase histórica, una clase de sensibilización del caso, porque, al mantener reuniones periódicas con la gente de la Corporación, te das cuenta que una cosa es leer sobre el caso Lonquén y otra es cuando los familiares de las víctimas te cuentan sus experiencias.

¿En qué proceso están ahora?

Estamos esperando los fondos, pero por mientras estamos haciendo un catastro en conjunto con la Corporación, de todas las instituciones en las que podemos rescatar documentos, así como todas las personas que podrían, en una primera instancia, entregarnos documentos o permitirnos digitalizarlos y hacer testimonios. En ese contexto, también nos pusimos en contacto con el director de la carrera de Periodismo, Juan Pablo Figueroa, conscientes de la experticia que necesitamos para elaborar microcápsulas.

Estas microcápsulas no serán para compartir en redes, sino que serán videos que después estén alojados en el Repositorio del Centro Documental. Uno que vaya dando cuenta de la metodología que seguimos para hacer toda esta recolección. Y, por supuesto, otro con los testimonios de los familiares o personas relevantes que podamos identificar.

¿Por qué se optó por un repositorio digital y no una biblioteca física?

Nosotros tampoco podemos sacar los documentos de donde estén. En la mayoría de los casos, si no en todos, vamos a tener que digitalizar los documentos. Porque, por ejemplo, vamos a ir al archivo de la Vicaría de la Solidaridad y no podremos sacar los documentos, vamos a tener que escanearlos.

¿Cuál es la metodología que emplearán?

Básicamente, lo que estamos aplicando ahora son las bases de la organización archivística, que es lo que está listo. La primera etapa es de recopilación, porque no podemos hacer mucho si no tenemos los documentos. Con el fondo del proyecto, queremos comprar escáner portátiles para que los y las estudiantes puedan llevarlos a los distintos lugares en el caso de que la capacidad no esté instalada en el archivo al que vayan.

En términos de organización, la documentación que se recupere se dividirá en varios sub fondos, que después se puede ir relacionando en el repositorio con las funcionalidades de un software de automatización de archivos. Entonces, hay un sub fondo Biográfico, uno Jurídico, uno Forense, uno de Prensa, uno Bibliográfico, es decir, todo lo que se ha escrito en términos de investigación, libros, artículos sobre el caso y un sub fondo Corporativo, porque además queremos darle sustento a la Corporación como organización propiamente tal, que es importante. Y bueno, ya vienen todas las líneas de desarrollo que es identificar estos lugares, establecer contactos; queremos además incorporar a la Corporación en la Red de Archivos de Memoria.

Lo importante es que, con una organización archivística correcta, se puede englobar el tema Lonquén desde todas sus aristas. Lo que se ha hecho académicamente, lo que se ha hecho judicialmente, lo que se ha hecho desde el tema forense, cómo han actuado los medios y cómo han evolucionado los medios a través de la historia para informar sobre este caso y, evidentemente, toda la parte ya más emocional que implica, por ejemplo, la creación de testimonios de familiares y a veces de otras personas. Por ejemplo, el fotógrafo, que fue el primero en llegar a los hornos casi por un golpe de suerte. Entonces, el que entre al repositorio del Centro Documental podrá navegar por el caso Lonquén desde, quizá antes de que ocurrieran esos fatídicos hechos, quiénes eran estas personas, cómo eran.

Y, por otra parte, algo que respalda la importancia de esto es que Roberto Campos, que es un profesional que se ha especializado toda su vida en temas de archivos y hace clases a nuestros/as estudiantes, pidió permiso a la Corporación para presentar esta iniciativa en el congreso en octubre del ICA (The International Council on Archives), que es la institución más importante a nivel internacional de archivos. De hecho, la ponencia de Roberto ya fue aceptado.

¿Va a presentar el Plan ante este  Congreso?

Exacto, él va a exponer en el Congreso y eso además pone a la Corporación en el mapa mundial de memoria. La UNESCO tiene una iniciativa que se llama Memoria del Mundo, es un programa internacional que básicamente busca sistematizar todo el conocimiento de los diferentes países en temas de historia, patrimonio y en particular sobre todo en periodos en que los derechos humanos puedan haber sido vulnerados de alguna forma. Es un programa precioso; la idea es poner el proyecto de la Corporación y el Archivo Lonquén como un caso de éxito de la sistematización específica de un caso.

¿Lo van a presentar ante la UNESCO? 

El primer paso es presentarnos en el Congreso de la ICA, eso va a ser en octubre de este año. Y así, poniéndonos en el mapa internacional, nos vamos a dirigir a la UNESCO y a los diferentes representantes para incorporarnos. Memoria del Mundo no nos va a dar financiamiento, pero nos va a dar una vitrina, nos pone en el escenario internacional.

¿Cuál es la importancia, como Universidad Alberto Hurtado, como Facultad de Economía y Negocios y como GIBA trabajar en la puesta en marcha de este repositorio?

Es tremendo orgullo, un privilegio para la Universidad dejar este legado de un caso tan emblemático del periodo de la dictadura. Fueron los primeros restos humanos que se encontraron. Es súper terrible cuando cuentan que, de repente, sus familiares no llegan y nadie sabe nada, porque claro, más adelante podrían sospechar que fueron detenidos, pero en ese momento nadie sabía nada. Ellos iban a averiguar, iban a los cuarteles y así, peregrinando durante cinco años, es terrible. Por otro lado, son familiares tan comprometidos; piensa todo el tiempo que ha pasado y ellos persisten en dejar su legado, porque en un tiempo más van a haber fallecido todos los que alguna vez conocieron a las víctimas, entonces, no queremos que esto se pierda. Y para nuestra carrera – que además es la única en Chile que ofrece la especialidad Archivística–  y por supuesto, para  la FEN en su conjunto, ser la que está detrás de todo este proyecto, es un orgullo increíble.

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