El pasado lunes 6 de noviembre el Magíster en Economía Aplicada a Políticas Públicas (MAPPE) organizó el seminario “Políticas de inmigración y crecimiento económico”, el cual contó con la participación de Henry Schwalbenberg, Director del Programa de Economía Política Internacional y Desarrollo (IPED) de la Universidad de Fordham, junto a Carolina Stefoni, académica de planta del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, quienes presentaron sus distintas visiones de la inmigración.
Andrea Butelmann, directora del MAPPE abrió la jornada contextualizando sobre el tema de la migración en Chile, sobre lo cual comentó que la migración es cada vez más notoria en el país ya que estamos muy poco acostumbrados a verla, pero que sin embargo estamos bajo los estándares internacionales, y que además somos un país poco preparado para recibirlos. Luego dio la palabra al panel, en el cual la académica FEN, Marcela Perticara moderó.
Marcela también contextualizó la situación país comentando que las tasas de inmigración hoy salen de la norma a la que estaba acostumbrada Chile, y que también ha habido un cambio de la procedencia de estos inmigrantes, no solamente por el país de origen, sino que también por un factor que antes en Chile se veía muy poco que tiene que ver con distintos tipos de raza. “Cuando uno ve las cifras éstas siguen siendo modestas con respecto a los niveles de migración que hay en países desarrollados como Europa, EE.UU, Canadá, inclusive en Australia. Pero sí esto ha gatillado un debate en torno a si tenemos las políticas migratorias adecuadas y de qué manera Chile puede flexibilizar algunas de estas políticas e inclusive generar instancias en las cuales la integración de estos migrantes sea lo más fácil posible”, explicó la académica, quien luego le dio la palabra a Henry Schwalbenberg, quien desde una visión económica expuso sobre cómo se debería afrontar las políticas de migración.
Henry comenzó comentando que desde 1960 hasta el año 2000 la migración creció en el mundo en un 79%, es decir alrededor de 165 millones de personas migraron, y la mayor parte de éstos lo hicieron a países desarrollados. Luego se centró en los distintos tipos de políticas de migración: abierta, cerrada o mixta. Para explicarlo Schwalbenberg resumió los argumentos económicos neoclásicos que estarían en favor de una política de inmigración abierta, para luego explicar algunos de los argumentos nativistas en favor de una política de inmigración a puertas cerradas.
El académico se centró en el trabajo de Paul Collier (profesor de Economía y Política Pública en la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford, Director del International Growth Centre, director del Centre for the Study of African Economies y miembro de St Antony’s College, Oxford) argumentando que la mejor política, desde la perspectiva de la población anfitriona en el país receptor como de la población que queda en el país de origen, es una política pública que regula la migración y alienta la aceptación de la comunidad de migración en la población de acogida.
Luego de la exposición de Henry, Carolina Stefoni realizó una exposición sobre la nueva propuesta de ley de migraciones en Chile. La académica comenzó su presentación contextualizando el estado de la migración y explicando que hoy a nivel global se produce un efecto llamado “migración sur sur”, esto quiere decir que la migración hoy se dirige desde países menos desarrollados hacia países menos desarrollados. Argumentó también que el incremento en la migración ha sido interregional en América Latina, por lo que no sólo Chile se ve expuesto a este fenómeno, sino que también países como Brasil y Argentina.
El incremento de la migración ha presentado en Chile un primer problema crítico que responde a las dificultades que tiene el Estado chileno para favorecer procesos de integración. “Lo que ocurre es que comenzó a aumentar el flujo de migrantes pero ni las instituciones, ni la estructura, ni la ley, ni la política están capacitadas para recibir a toda esa gente. Esto lleva a que se forme un grupo inmenso de personas con muchísimas dificultades para su inserción laboral y social”, comentó Stefoni.
Con respecto al proyecto de ley, Stefoni, quien pertenece al Consejo Consultivo de ésta, planteó la pregunta: ¿Responde la ley a la realidad actual que tenemos, a los problemas que enfrentamos, y a las dificultades que estamos generando para la inserción de los migrantes? Para responderla Stefoni identificó tres elementos centrales a discutir en relación al proyecto:
- El primer elemento tiene que ver con la perspectiva de derechos humanos. Esto significa que primero tiene que haber una declaración en el en el cuerpo completo de la ley. Lo que vemos en el proyecto actual es que está anunciado, pero a continuación los derechos de los migrantes empiezan a aparecer condicionados a factores específicos.
- Un segundo elemento es la institucionalidad. La migración es multi causal, multidimensional y requiere aproximaciones con distintas miradas. La propuesta que se hace en la ley es establecer primero un consejo que va a definir la política migratoria y que va a estar conformado por el Ministerio del Interior y Seguridad, por el Ministerio de Justicia, por el Ministerio de Hacienda y Economía, y quedan fuera todos los otros ministerios sociales. La migración si hay algo que tiene que ver es con Trabajo, Salud, Educación, Vivienda. Aquí la ley también falla puesto que la mirada que se le está dando es desde la seguridad nacional y económica.
- El tercer punto son las categorías de ingreso y los requisitos que se establecen para entrar al país. La ley lo que establece es que uno puede entrar como turista o como visitante, no se puede cambiar ya de turista a una residencia temporal. Los requisitos de la figura de visitante no quedan definidos. Esto genera un problema muy grande porque lo que se está logrando es generar nuevos mecanismos de migración irregular. A mayor control mayor inmigración irregular se produce, hay mayores costos para migrar y se expone a la población a mayores peligros.
La académica cerró el seminario explicando que “la nueva ley no va a cambiar algo que es mucho más profundo, que tiene que ver con un cambio cultural y social del país. Sin embargo sí puede dar indicaciones y orientaciones, entregando una visión del Estado de cómo quiere entender y relacionarse con la migración”.