«Si Chile no hace bien las cosas en materia energética puede hipotecar su desarrollo»

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Jorge Rodríguez, La tercera; Viernes 3 de Junio del 2011

El ex ministro de Energía, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado y director de Gener, Jorge Rodríguez, entró al debate energético. Además de señalar que la discusión se ha politizado, advierte que el gran desafío para Chile es que en las próximas dos décadas requerirá un alto nivel de oferta de energía si quiere alcanzar el desarrollo y superar la pobreza.

¿Cuál es la disyuntiva que enfrenta Chile en materia energética?

Chile no tiene un problema de abastecimiento de energía. El país puede comprar toda la energía que quiera a los precios de mercado. Hace muchos años, el país escogió que la energía eléctrica la brindan los privados. Estos son beneficios que la población tiene que tener presente. La pregunta es cómo nos ordenamos para seguir teniendo energía y seguimos consiguiendo recursos para producir electricidad de la manera más económica posible y respondiendo, al mismo tiempo, algunas cosas que nos está cobrando el mundo, como el aporte que se hace al combatir el calentamiento global.

¿Cuánta energía requerirá Chile en los próximos años ?

Si queremos duplicar el producto en 10 años y bajar la pobreza, vamos a tener que duplicar el consumo de energía. No hay cómo escaparse en los próximos años de una fuerte demanda de electricidad. Eso implica del orden de 15.000 MW en capacidad. En el largo plazo, al 2030, necesitaremos unos 40.000 MW instalados, lo que equivale a triplicar la actual oferta de energía.

¿Si no se hacen las cosas bien se puede hipotecar que Chile alcance el desarrollo?

Absolutamente. Se puede hipotecar y podemos terminar siendo socios de un club como la Ocde, pero siendo un país mediocre desde el punto de vista del desarrollo. Tenemos que seguir creciendo y eso no lo vamos a lograr. Chile tiene mucha gente de sectores medios y medios bajos que pretende convertirse en medios y medios altos, consumirá más electricidad hasta llegar a los estándares que tienen hoy día los países desarrollados.

¿Y cómo calzan las energías renovables no convencionales en este desafío?

Hay que entender que nada es gratis. La gente cree que lo eólico es gratis porque el viento es gratis. Hay que pagar al inversionista para que se instale todo lo que costó la inversión, más una tasa de ganancia. En la energía solar hay que pagar US$ 360 por MWh, versus US$ 46 MWh con un hidroeléctrico. Estamos hablando de ocho veces más en la cuenta de la luz. Si queremos seguir manteniendo un sistema eléctrico que busque lo más barato, tenemos que privilegiar el agua, la geotermia, el carbón. Después el GNL y la eólica. Lamentablemente, la energía solar todavía está cara.

¿Es falsa la premisa de que la gente estaría dispuesta a pagar más por energía verde?

La gente quiere tener ambientes estupendos, pero no quiere pagarlos y, además, mucha gente no podría hacerlo. La gran mayoría de los ciudadanos chilenos no tiene una situación económica buena y sí les importaría tener que pagar más caro.

Pero se rechaza la hidroelectricidad y el carbón…

Hay que enfrentar a la gente con todas las caras de la moneda, no con una. No hay nada gratis, todo tiene costo. El costo de rechazar el agua y el carbón es que vamos a tener que pagar la cuenta bastante cara y perder muchas de las ventajas comparativas que tenemos para exportar bienes, y la meta de terminar con la pobreza se nos va a ir a la punta del cerro.

¿Cómo ve el debate que se ha generado en el país?

Lo que hace falta es un debate sobre el desarrollo hacia adelante, porque si nos ponemos sólo a discutir si es bueno el carbón, el agua, el viento, etc., eso no tiene ningún sentido, porque no tiene ubicación en el marco económico que usamos para producir electricidad. La discusión sobre los insumos que usamos es completamente ajena a la forma de producción eléctrica. La discusión debería ser ¿cómo nos desarrollamos? ¿Cómo y cuándo terminamos con la pobreza? Y qué condiciones ambientales hacen posible lograr esa meta.

¿La discusión no es realista?

Hay una gran pregunta, que no soy capaz de contestar: ¿por qué la gente está saliendo a protestar?. No me cabe duda que si se informara a la opinión pública y quisiera protestar por temas ambientales, atacaría temas como la leña, que nadie menciona y es el segundo gran contaminante, y transporte. El sector eléctrico ha sido bien manejado desde el punto de vista ambiental.

¿Se debe mejorar el debate?

Falta un debate político en serio. Lo que hoy vemos es una falta de dirección en el debate político. Que parlamentarios aparezcan a favor o en contra es algo que siempre van a hacer, pero que estemos tomando posiciones de partidos políticos respecto de proyectos de inversión específicos, me parece insólito.

 

 

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