Desde el 1 de julio del 2020 asumió la dirección del Magíster en Gestión de Personas en Organizaciones (MGP) la académica FEN, Francisca Gutiérrez, quien desde el 2014 se encuentra realizando docencia en Ingeniería Comercial y el MGP de la FEN.
Francisca es socióloga de la Universidad de Chile. Se especializó en relaciones laborales, en el programa de magíster y doctorado que ofrece la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de Paris.
En los últimos cinco años, ha conducido varios proyectos de investigación y consultorías sobre relaciones laborales en Chile y ha dirigido el Observatorio de Huelgas Laborales. Además, es investigadora adjunta en el Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social (COES)
¿Cuál es la visión que tienes actualmente del programa?
El Magíster lleva ya varios años y ha demostrado ser una alternativa atractiva y valorada por las personas que buscan especializarse en gestión de personas y organizaciones. Creo que esto se explica por varios factores, pero principalmente por la calidad del cuerpo docente y el sello del programa. A diferencia de programas similares en otras universidades, además de conocimientos técnicos, nuestro magíster ofrece herramientas para que las y los estudiantes identifiquen y aborden creativamente los desafíos emergentes en las organizaciones, atendiendo la pluralidad de intereses sociales que las conforman.
¿Cuáles son tus expectativas ante esta nueva gestión del magíster?
Con el nuevo equipo de dirección nos gustaría que el MGP se consolide como un programa que forma profesionales capaces de aportar a las organizaciones y la sociedad chilena en estos nuevos tiempos. El estallido social y la pandemia hacen más visibles la necesidad de repensar la gestión de personas en el país, para impulsar la economía en un contexto de crisis, al mismo tiempo que responder a las demandas por mayor equidad social.
¿Cuáles son los objetivos que te planteas a corto y largo plazo?
A corto plazo, esperamos ampliar la vinculación del programa con las organizaciones y la comunidad externa a la universidad, generando proyectos que aborden sus necesidades específicas y que involucren al cuerpo docente, estudiantes y egresados, así como dando más visibilidad a las investigaciones y reflexiones de los actores que participan en el programa. Asimismo, queremos promover la titulación temprana, repensando la malla y creando mecanismos más efectivos para acompañar el trabajo de fin de estudios. A largo plazo, queremos que el sello del MGP y su aporte a la sociedad en estos tiempos sean reconocidos a nivel nacional.
¿Cuáles son los desafíos en esta nueva etapa?
Un primer desafío es seguir ofreciendo un programa de calidad en un contexto de crisis económica, donde son menos los profesionales que pueden costear estudios de postgrado. Confiamos que visibilizando el sello del programa y ampliando la vinculación con la comunidad, seguiremos atrayendo y contribuyendo a mejorar las oportunidades de carrera de un número importante de profesionales.
Un segundo desafío dice relación con la necesidad de ofrecer a las y los estudiantes contenidos y herramientas que les permitan desenvolverse y ser un aporte en este nuevo contexto. Desde sus inicios, el MGP ha incluido en su malla tópicos poco comunes en otros programas similares que, sin embargo, son de gran relevancia en el contexto actual (pienso en temas como diálogo social, enfoque sistémico de la gestión, etc). No obstante, creo que hay que pensar qué otras herramientas son necesarias para que las y los profesionales de la gestión de personas aborden creativamente los desafíos económicos, sociales y políticos que plantea la coyuntura. Asimismo, hay que potenciar que estas herramientas sean apropiadas y generen un impacto real en la vida profesional de las y los estudiantes que cursan el programa.