COR organizó seminario sobre el Programa de Comida Justa que busca erradicar cualquier forma de esclavitud moderna en el sector agrícola de EE. UU.

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El Centro de Organización y Relaciones Laborales (COR- UAH) organizó el seminario internacional “Tejiendo el cuidado: Responsabilidad social impulsada por trabajadores – El Programa de Comida Justa de los Trabajadores de Immokalee”; una iniciativa de las y los trabajadores agrícolas, de carácter colaborativo con los productores y consumidores del condado de Immokalee, Florida, Estados Unidos (EE. UU.) que busca, principalmente, eliminar toda forma de explotación laboral, y violación de DDHH en este sector de la economía.

En el marco de la visita al país de una delegación del Programa de Comida Justa, el Centro de Organización y Relaciones Laborales (COR- UAH) y la Fundación Libera organizaron el seminario internacional Tejiendo el cuidado: Responsabilidad social impulsada por trabajadores – El Programa de Comida Justa de los Trabajadores de Immokalee”.

Se trata de un programa que surgió en el año 2001 como iniciativa de la Coalición de Trabajadores de Immokalee – con el fin de educar a los consumidores sobre la explotación que está detrás de la comida que se consume – impulsado por los propios trabajadores(as) del condado de Immokalee, Florida, EE. UU. (una de las principales zonas de cosecha de tomates de EE. UU.). Es una iniciativa innovadora que tiene un importante reconocimiento a nivel internacional y que llega a Chile a promover su implementación a la luz de los problemas del trabajo forzado identificados en la agricultura local. Pone el foco en el concepto de responsabilidad social fomentada desde las y los trabajadores agrícolas de la región, generando una alianza con agricultores y empresas de venta de alimentos al por menor, la cual: “Garantiza salarios y condiciones de trabajo dignas para los(as) trabajadores(as) agrícolas”, señalaron sus representantes. Ha sido reconocido por investigar y ayudar en el enjuiciamiento de operaciones de trabajo forzado/esclavitud moderna en el sureste de los Estados Unidos, ayudando a liberar a más de 1.200 trabajadores que estaban siendo retenidos en contra de su voluntad. El abuso sexual, el robo de salarios, violaciones de seguridad y otros abusos eran endémicos en este sector.

El seminario se realizó el pasado 19 de octubre en la Aula Magna de la UAH con una amplia asistencia de estudiantes. Contó con las intervenciones de Daniela Madsen, secretaria Ejecutiva de la Mesa Intersectorial de Trata de Personas del Ministerio del Interior; Mauricio Araneda, miembro del COR y director de Vinculación con el Medio y Proyectos de la FEN; Carolina Rudnick, presidenta de Fundación Libera, quien expuso el informeEl trabajo forzado en la agricultura en Chile y la región: el desafío pendiente de su abordaje” y  la jueza Laura Safer, directora del Consejo por Comida Justa, a cargo de la charla magistral sobre “Responsabilidad social impulsada por trabajadores: El Programa de Comida Justa de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, EEUUU”. Tras las presentaciones, se instaló un panel de conversación, dirigido por la académica  de la FEN y miembro del COR, Ana María Fernández, en el que participaron Patricia Roa, oficial de Programación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur; Alejandro Ochoa, secretario de Medio Ambiente y Transición justa de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT Chile) y secretario General de la Federación de Contratistas Fetracon – ENAP, y Rebeca Zamora, docente de la Universidad Central, experta en compliance y socia de HD Compliance

Esclavitud contemporánea en el mundo y en Chile

En las exposiciones, se explicó el concepto de “esclavitud moderna”, en el que están implicados la trata de personas, trabajo forzado, trabajo infantil, explotación sexual y cuyos indicadores van desde el abuso de la vulnerabilidad, el engaño, restricciones a la movilidad, retención de documentos de identidad y salarios, servidumbre por deuda y exceso de horas extraordinarias, entre otros. Asimismo, entregaron cifras alarmantes que dan cuenta de un aumento significativo de este tipo de prácticas a nivel mundial: en el periodo 2016- 2021, se registró un incremento de 2,7 millones de personas en situación de trabajo forzoso, de tal manera que, según un informe de septiembre de este año con las estimaciones sobre esclavitud moderna, elaborado por la OIT, Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 50 millones de personas viven en situación de esclavitud moderna, de las cuales, 28 millones realizan trabajos forzados.

El Estado chileno, la trata de personas la está abordando desde una Mesa Intersectorial del Ministerio del Interior, la cual está en un proceso de reactivación, sobre todo en materia de fiscalizaciones preventivas a sectores productivos que podrían estar en situación de trata de personas; en ello, la capacitación de los fiscalizadores es de suma importancia. Así lo señaló la secretaria Ejecutiva de esta Mesa, Daniela Madsen. En ese contexto, destacó el aporte que podría hacer la UAH a través de unos de sus diplomados, formulando un llamado a que la  universidad: “…pueda ser parte de estos procesos. Entiendo que tienen una línea de trabajo de Derechos Humanos y Empresa y desde ahí también para el quehacer del Gobierno, del Estado […] estos insumos, esta retroalimentación mutua, nos sirve para también fortalecer los procesos de respuesta”.

Rudnik, de Fundación Libera, entregó datos de la realidad chilena en materia de trabajo forzado y trata de personas en el sector agrícola, aunque hizo énfasis en que estas prácticas también  se producen en sectores como el manufacturero, minería y construcción. Explicó que el 98% de las víctimas son personas migrantes. De hecho, tras el boom de las exportaciones agrícolas, creció el número de temporeros(as); primero chilenos(as), luego se fueron sumando peruanos(as), bolivianos(as), haitianos(as) y venezolanos(as). Sobre el tipo de explotación que sufren, Rudnik dio a conocer resultados de un estudio que abarcó el período 2016/2019. Entre los principales hallazgos: sustitución de contratos, largas jornadas de trabajo, condiciones de vida degradantes, robo de salarios, falta de pago de horas extras, no pago de cotizaciones; a lo que se suma: “La  imposibilidad de marcharse porque frente al reclamo, lo que venía era una amenaza de despido, pérdida de su condición de migrantes y deportación y pérdida de los salarios adeudados”.

En tanto, Araneda, del COR-UAH, valoró el Programa de Comida Justa desde la perspectiva que pone también el acento en la “debida diligencia”, celebrando así la alianza entre productores, empresarios, trabajadores y consumidores  que busca: “Generar estándares que permitan el cuidado de los derechos de las personas”. También destacó el sello de la universidad puesto en la justicia social y DDHH, enfatizando que, con este seminario internacional, justamente: “Estamos promoviendo el respeto a los derechos humanos que forma parte del quehacer de nuestra universidad, porque no somos neutros en esta materia”. En ese contexto, manifestó la necesidad de abordar decididamente estos temas con todos los actores, Gobierno, academia y organizaciones de la sociedad civil: “Instalar estos temas, no es estar a la vanguardia; es instalar lo que debe ser. Y en eso, estamos comprometidos”.

 

Revive acá la transmisión del seminario

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