CiPP organizó coloquio sobre el acceso a la vivienda en campamentos

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Una completa radiografía de la crisis habitacional que vive el país se mostró en el coloquio “Acceso a la vivienda en campamentos: un problema de violencia estructural”, organizado por el Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la UAH, en el cual participaron, como panelistas, académicas e investigadoras de la UAH y de centros de estudios que tienen como norte estudiar el fenómeno de la desigualdad y déficit en el acceso habitacional. Y contó con la especial asistencia y testimonios de dirigentes y dirigentas de comités de allegados, de vivienda y campamentos de la Región Metropolitana.

Continuando con el ciclo de cuatro conversatorios que ha impulsado el CiPP para abrir el debate sobre asuntos públicos relevantes para la sociedad, este martes 3 de octubre, en la Sala de Litigio de la Facultad de Derecho de la UAH, se desarrolló el segundo coloquio que abordó el análisis del “Acceso a la vivienda en campamentos: un problema de violencia estructural”. El evento fue inaugurado con las intervenciones del decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN-UAH) y director Académico del CiPP, Eduardo Saavedra, y de la decana de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO – UAH), Paulette Landon.

Las exposiciones estuvieron a cargo de académicas e investigadoras de la UAH y de centros de estudios vinculados a la problemática habitacional, quienes prepararon especialmente para este conversatorio del CiPP, ponencias sobre sus investigaciones en torno a la temática de los campamentos en Chile, mostrando así, una amplia radiografía en torno a: sus causas, la convivencia territorial, la diversa caracterización, su explosivo aumento, el rol que ha jugado el Estado para garantizar el derecho a la vivienda digna y recomendaciones para solucionar la crisis que, en materia de acceso a la vivienda, sufre nuestro país.

El acceso a la vivienda es un problema de violencia estructural

El primer panel estuvo a cargo de Alejandra Luneke, académica del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UAH e investigadora asociada del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia (Vio Demos), quien enmarcó el desarrollo de este coloquio, colocando énfasis en la violencia estructural que vulnera el acceso a derechos fundamentales, como el de la vivienda digna, y que actúa con un efecto dominó que impide acceder a otros derechos. Señales evidentes de esta vulneración son, por ejemplo, la segregación territorial: Mientras más crecen las ciudades, las personas con más recursos se alejan cada vez más de las que tienen menos recursos, precisando que las áreas verdes, espacios de recreación, educación y salud de calidad: “Se distribuyen y localizan de manera desigual en el territorio (…). El precio del suelo es uno de los principales agentes de esta distribución desigual”. También, puntualizó, hay violencia simbólica traducida en el estigma que sufren las personas que viven en la periferia, en barrios populares y campamentos.

En ese contexto, explicó: “Tenemos que entender que la violencia no es solamente la agresión física. Hay una violencia estructural que es invisible, que es cotidiana, sistemática que produce daño, aquella que, en el fondo, es entendida como el no desarrollo de las potencialidades que tienen las personas. Un enfoque humanista que busca más bien entender que la violencia es también el no acceso a derechos. Desde esa perspectiva, la crisis de vivienda y de hábitat, en la cual se encuentra Chile y otros países latinoamericanos en los últimos dos, tres años, nos está hablando de una estructura que está produciendo mucho sufrimiento y daño, y con la cual, las personas que viven en campamentos, en asentamientos informales, lidian y negocian permanentemente. El acceso a la vivienda es un problema de violencia estructural y no solamente la usurpación de un terreno de manera ilegal”.

Los campamentos, la punta del iceberg: en este año hay 113.887 familias viviendo en 1290 campamentos.

Pía Palacios, directora del Centro de Estudios Sociales de Techo Chile (CES Techo), hizo un lapidario diagnóstico de la situación actual del acceso a vivienda y campamentos: “Estamos viviendo una emergencia habitacional; hay muchas familias que están viviendo en distintas condiciones de exclusión habitacional y ante eso, buscan distintas respuestas autogestionadas de acceso a la vivienda. Ahí podemos ver, por ejemplo, el tema del subarriendo, de autoconstrucciones, de que hay familias que viven en situaciones de allegamiento y también resalta el aumento de los campamentos, sobre todo, en los últimos cuatro años, donde hemos vivido un aumento explosivo. Por ejemplo, en el año 2019 habían poco más de 47 mil familias viviendo en campamentos, y actualmente, en el año 2023, estamos cifrando en 113.887 familias, viviendo en 1.290 campamentos.

A la luz de estos datos, agregó que los bajos sueldos, alto costos de los arriendos habitacionales y la necesidad de dejar de ser allegados, son las principales causas que llevan a las personas a vivir en campamentos: “El primer quintil destina prácticamente el 50% de todos los ingresos familiares en pagar un arriendo y eso, se hace insostenible en la vida cotidiana; mientras, el último quintil destina un 15% de sus ingresos a un arriendo. Y el alto costo de la vivienda ha subido mucho más de lo que han subido los salarios”. Las causas, dijo, son relevantes para profundizar en políticas públicas orientadas a: “Atajar a las familias antes de que lleguen a vivir a campamentos”, planteando que también se debe: Ahondar en las distintas formas de exclusión que se viven dentro de las ciudades”.

Trinidad Vidal, coordinadora de Incidencia de Déficit Cero, analizó la problemática desde el punto de vista asociado: “Al déficit completo de vivienda y a la demanda por vivienda de interés público”, destacando que los asentamientos informales: “Son la punta del iceberg del problema de acceso a la vivienda. Son una expresión de la falta de acceso a la vivienda muy brutal, muy dura y muy visible. Tienen en su base, el allegamiento; los arriendos abusivos; personas en situación de calle; hacinamiento; las viviendas que no pueden recuperarse, personas que están viviendo en viviendas sociales que se construyeron hace 30 años y que hoy no se puede vivir en ellas”, entregando un dato preocupante: “El 10% de los hogares en Chile está en una situación de falta de acceso a la vivienda radical”.

Lo dramático, expuso, es que: “Los campamentos son una solución informal, pero definitiva, porque cuando no hay otra opción, esta es la única opción”. Es por ello, precisó, que: El Estado necesita entender que la demanda hoy día no es la misma que hace años en número, pero sobre todo en caracterización. Nosotros estamos haciendo una serie de propuestas que tienen que ver con centrarnos más en las características de la demanda, es decir, un hogar unipersonal hoy día no tiene solución, salvo que sea un adulto mayor que puede postular a subsidio, el resto no puede. ¿Cómo hacemos para que el Estado flexibilice o diseñe ciertas herramientas para que un hogar unipersonal pueda tener acceso a la vivienda?”.

La política habitacional actual del país, la calificó como: “Lejana a las familias (…). No todo el mundo quiere tener el mismo tipo de soluciones que propone el Estado, que, básicamente propone dos: Decreto Supremo N°49 (Fondo Solidario de Vivienda) y el Decreto Supremo N°1, que es para sectores medios; hay otras, pero en términos generales, propone estos”.

Prácticas de convivencia en los campamentos

María Paz Trebilcock, académica del Departamento de Sociología de la UAH e investigadora del CiPP, estuvo a cargo del segundo panel y su exposición se basó en los resultados de una encuesta que aplicó -entre fines del 2021 y principios del 2022 – a habitantes de tres campamentos de la Región Metropolitana, enfocada en las prácticas de convivencia territorial. Entre las principales conclusiones, relevó: “La desmitificación de la violencia que hay en los campamentos y el gran capital que existe entre sus pobladores para poder enfrentar los problemas que se generan frente a la ausencia del Estado. Básicamente, la organización es lo que ha ayudado a poder tener entornos con alta eficacia colectiva, donde se puede generar confianza social y donde se puede de alguna forma, a través de estos vínculos, generar organización para poder luchar u organizarse frente a las falencias estatales”.

Los principales desafíos, explicó: “Tienen que ver con canalizar las demandas de manera adecuada, poder encontrar el acceso a la institucionalidad y poder de alguna forma buscar vínculos que los ayuden en la gestión y solución de sus problemas”.

¿La vivienda un bien de consumo o un derecho humano?

El coloquio cerró con las reflexiones del director de Incidencia y Estudios, de la Fundación Servicio Jesuita Migrante, Ignacio Eissmann, quién planteó que un tema de fondo de esta problemática habitacional es responder como país: ¿Cómo queremos vivir juntos?, instalando la mirada humana, porque se trata de historias de vida, de grupos de personas, de connacionales y migrantes.

Un aspecto que puso sobre la mesa fue: “La discusión global que hay respecto a esto – de los movimientos pro derechos humanos a nivel global – es poner en tensión si la vivienda es un bien de consumo o es un derecho humano”. A su juicio, es un derecho humano y: “Nadie debiera quedarse fuera de un derecho”solo por el hecho de no contar con ingresos para pagarlo: “Para eso están los impuestos, para eso está el Estado, para eso está todo lo que tiene que garantizar ese derecho”. El Estado, añadió, tiene la obligación de respetar, proteger y tener un rol tanto reactivo como proactivo en la defensa y garantía de derechos humanos. Sin embargo, advirtió: “Un problema muy grande que tenemos en Chile es que todo tiene que ser privado, individual, porque, finalmente, eso limita mucho las soluciones de garantía de derechos”.

Valoración del coloquio del CiPP

Las panelistas coincidieron en valorar positivamente este espacio de encuentro entre la academia, centros de estudios y organizaciones sociales y territoriales. También compartió esta evaluación, Isabel Huerta, dirigenta del Comité de Vivienda de Quilicura: “El planteamiento de la actividad me deja muy conforme. Espero que esto no quede solamente en un estudio, en un papel. Sé que esto no depende específicamente de quienes están desarrollando el temario, pero quisiera soñar que, en algún instante, el Gobierno va inclinar la cabeza y va a escuchar un poco lo que son estos estudios, que son reales: de vivir toda una vida soñando con tener una vivienda propia, donde darle un mejor vivir a nuestros hijos”.

El Comité lleva diez años luchando por obtener un terreno para construir sus casas, período en el que han fallecido personas sin materializar tal anhelo: “Es difícil tener una lucha, donde vemos que es una desigualdad completa, porque por más que reunimos dinero, tratamos de estar en un Registro Social, de inscribirnos en el Ministerio de la Vivienda, vemos que pasan los años y nosotros seguimos anhelando el poder tener el derecho a nuestra casa”.

La decana de la FACSO – UAH, Paulette Landon, resaltó estas actividades del CiPP, pues son fuente: “De un diálogo entre diversos actores, involucrados desde distintos lugares, pero que podemos juntos pensar en soluciones creativas e innovadoras, por un lado, de planes, estrategias, etc. Pero, particularmente, esto tiene que ayudar a repensar la política pública en general, no solamente de política de Vivienda, sino Transporte, Salud, Educación. Creo que ese es el aporte que el CiPP puede hacer. Espero que, desde hoy día, de este espacio de encuentro surjan algunas nuevas ideas, iniciativas que nos ayuden a nosotros a contribuir humildemente, a través de nuevas propuestas orientadas a generar políticas públicas más inclusivas, porque ese es el gran problema”.

El decano de la FEN-UAH y director Académico CiPP, Eduardo Saavedra, puso el énfasis en la importancia de realizar actividades como estas: “Extramuros, es decir que las investigaciones que hacemos no queden plasmadas solo en libros o en artículos de revistas, sino que también sean concretas, que tengan un impacto en la vida de la gente. Y creemos que coloquios como este nos tienden esos puentes necesarios para que la Universidad se vincule con la sociedad”.

La directora Ejecutiva del CiPP, Ximena Concha, dijo que este coloquio estuvo en plena sintonía con el objetivo del CiPP que es: “Acercar la investigación académica a los problemas reales de la sociedad”, en este caso la crisis habitacional, ocasión en la que, agregó: “No fue una conversación entre académicos, no fue una conversación entre académicos y políticos, sino que fue una conversación entre académicos y las mismas personas que viven la realidad que los académicos estudian; todas dirigentes territoriales, sobre todo mujeres, que además participaron entregando información para estas investigaciones y que, hoy día tenían algo que decir y algo también que reflexionar”.

Ximena Concha aprovechó también extender la invitación a participar en el tercer coloquio que se realizará el próximo 17 de octubre. En la oportunidad, el debate estará centrado en la «Industria 4.0 y PYMES: ¿cómo nos subimos a esta revolución?». A partir de la evidencia, explicó Ximena: «Se reflexionará sobre los desafíos y estrategias que deben ser impulsadas desde la política pública para la incorporación de la industria 4.0 en las pequeñas y medianas empresas y sus impactos a nivel de la gestión, la economía y la regulación».

Revive lo que fue el Coloquio CiPP “Acceso a la vivienda en campamentos: un problema de violencia estructural” aquí: 

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