Felipe Salce, alumni FEN y creador de Economía en Tres Minutos: «Para romper la brecha hay que ser un poco más humano»

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Como académico de la Universidad de Atacama, el ex alumno de pregrado y postgrado de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH, da cuenta de su paso por la universidad, su proyecto de «Economía en Tres Minutos» y su aporte en la diminución entre economistas y la ciudadanía a la hora de «bajar la información» y explicar el escenario económico. 

Felipe Salce es alumni UAH de pregrado y postgrado. Fue estudiante de Ingeniería Comercial (2016) y luego del Magíster en Economía (2018) en nuestra Facultad de Economía y Negocios. Con una destacada trayectoria académica en nuestras aulas, Felipe fue parte ayudante de una serie de ramos, además, recibió la beca de excelencia académica cuando postuló al magíster.

Hoy por hoy es académico de la Universidad de Atacama, y en paralelo, la mente detrás de Economía en Tres Minutos, proyecto que con casi 50 mil seguidores en Instagram ha logrado aportar en la disminución de una brecha que Felipe considera existente entre economistas y el común de la gente a la hora de hablar sobre economía: “Creo que para romper esa brecha hay que ser un poco más humano (…) la idea es lograr explicarlo de forma efectiva y sin dar una respuesta esquematizada que va a entender el 1% de la población”.

En esta entrevista con nuestra Facultad de Economía y Negocios UAH, Felipe nos cuenta sobre su paso por la universidad, el nacimiento y proyecciones de Economía en Tres Minutos, su actual rol en la Universidad de Atacama y el arraigado legado social que le entregó la Universidad Alberto Hurtado.

Fuiste un alumno destacado, tanto en pregrado como en postgrado. ¿Qué recuerdos tienes de tu paso en la UAH?

Destaco mucho a los profesores. Tuve los mismos profesores en pregrado y postgrado. Muchos de ellos ya no están en la universidad. Ha pasado más tiempo del que me gustaría admitir (risas). Pero gran parte de lo que soy hoy es gracias a ellos. Desde cosas tan simples y cuadradas como una carta de recomendación, hasta cómo me formaron. Gran parte de cómo yo enseño hoy en día es cómo me enseñaron a mí. Es inevitable que eso ocurra. Creo que soy un buen profesional, súper responsable, y eso tiene mucho que ver con la formación que ellos me dieron, y no solamente dentro del aula, sino que, en la facultad entera.

Siempre tuve muy buen recibimiento de todos lados. Me acuerdo de Ileana Sánchez, Paula Belmonte; bueno, los profesores, Carlos Ponce, creo que hoy en día el director del Magíster, le tengo un cariño enorme. Y además muchos me dieron la oportunidad de hacer ayudantías con ellos. Fue un espacio que, claro, yo creo que con el tiempo me lo gané, era bueno haciendo ayudantía, siempre tuve buena disposición; pero obviamente, no sé, postular un trabajo de académico teniendo cinco años de ayudantía no es lo mismo que no tenerlo. Yo salí siendo egresado de ingeniero comercial, de postgrado, pero con un paper escrito. Entonces todas esas cosas te van sumando en la parte profesional. Le tengo mucho cariño a la universidad en ese sentido, y por eso estuve tan contento de esta invitación (entrevista). Siempre he sido muy en deuda con la Hurtado.

¿Sientes que esas buenas experiencias son parte de lo que hoy transmites en la Universidad de Atacama?

Sí, totalmente. A ver, una cosa es como se enseña la materia, digamos, el programa, la asignatura, la economía, y eso obviamente lo aprendí de un profesor, nada que decir. Pero también hay algo súper importante: ese cariño y ese respeto que le tengo a mis profesores hasta hoy. Yo me titulé en el 2016, y hasta el día de hoy les tengo mucho cariño y me siento muy agradecido de todas las oportunidades que me dieron, del trato que recibí y de la buena disposición que siempre tuvieron conmigo. Esa es la forma en la que yo los recuerdo me gustaría también ser recordado acá con mis alumnos. También por eso me gusta tener ese cariño con mis alumnos e intento entrar en la sala con la misma manera. A mí, por ejemplo, me gusta mucho que mis alumnos me respeten, pero no con un respeto a través del miedo, sino que me respeten realmente por lo que soy y por lo que sé, de la misma manera que yo respeto a mis profesores y que jamás entraron con un palo pegándole a nadie, impartiendo miedo, no estaban en los 60 ni nada por el estilo.

 ¿Cómo nace Economía en Tres Minutos?

La idea de Economía en Tres Minutos nació en febrero del 2022. Nace de una idea que no fue completamente mía, lo admito (risas); fue, en parte, por gente que me instaba a explicar y ayudar. Siempre me han dicho que tengo la habilidad de explicar bien. En la UAH hice muchas ayudantías cuando era alumno de pregrado y luego en postgrado, en el Magíster de Economía y ahora acá como académico. Fue una habilidad que fui desarrollando bastante.

Y pasaba que en ese entonces veía muchos medios de comunicación tradicionales, y veía economistas, o un ingeniero en algo, explicar algo que yo sabía y entendía, pero lo explicaba de una forma lejana a la ciudadanía, compleja, usando tecnicismos innecesarios, hablando ‘con la papa en la boca’. Y yo pensaba: ¿para qué lo explicas así? Si lo puedes explicar mucho más sencillo y todos te van a entender. Y ahí me decían, ‘pero ¿por qué no lo explicas tú?’, ‘haz un video y súbelo’. Y ahí nace esta idea de hacer una página en Instagram, siempre fue pensado para redes sociales, en donde se pudiera explicar estos temas desde mi punto de vista. Yo intento evitar mi opinión personal sobre algo, sino que mostrar información, un dato o una ayuda gráfica, y ahí entra la habilidad de poder explicar lo más simple posible. Esa es la idea: explicar todos los temas que la gente lee y escucha, pero que no entiende del todo, lo más simple posible, para que todos puedan entender.

¿Hay parte del rol social que busca inculcar nuestra universidad en este proyecto?

Obviamente ahí entra todo lo que me enseñaron en la Alberto Hurtado, todo lo que aprendí de mis profesores está vinculado con todo lo que yo me relaciono hoy en día. La Hurtado me entregó la idea de querer contribuir. Esa es mi postura con Economía en Tres Minutos, y la idea de la página es esa: contribuir, aportar un granito de arena, a la que en ese momento era una discusión bastante fuerte. La primera mitad del 2022 estábamos ad-portas de un plebiscito. Había una situación muy tensa, en donde la gente quería ser parte del proceso, así que dije: ‘voy a ser parte de esto, voy a entregar cierta información y enseñar ciertas cositas, para que cada quien tome la opinión que quiera, la decisión que quiera’; pero la idea es que fuera una decisión y opinión informada y libre. Mi idea era aportar un granito de arena sin ningún beneficio personal. Y eso me lo enseñó la UAH.

En una entrevista anterior a esta, comentaste que existe una brecha entre economistas y la ciudadanía. ¿Qué crees que hace falta para que esa brecha se disminuya?

A ver, no es que estén sobre el resto o estén sobre un peldaño, sino que yo creo que hablan sobre un sobre un peldaño más arriba de lo que debería ser. Obviamente los economistas son expertos en su área, como otros expertos en distintas áreas, y no me refiero a ningún economista en especial. Pero claro, eso que dije en la entrevista de por qué creo que los economistas están hablando sobre un peldaño, es por esa idea de que le hablan un público que va a entender el mensaje, pero es un público acotado. No todo el público sabe qué significa que el IPC. Increíblemente, para nosotros puede parecer obvio, para mí, que soy ingeniero comercial; pero el común de las personas no tiene estudios de economía básicos. No todos tuvieron o tienen acceso a la educación superior; incluso, hay buena parte de la población que no ha concluido su escolaridad, y hay que hablarle a ese grupo. Un ejemplo súper simple: cuando el ex ministro de economía dijo que ‘los románticos no se preocupen porque bajaron las flores’. Una locura como esa son cosas que no deberían pasar. Estamos hablando de personas reales con necesidades y sufrimientos reales y que muchas veces lo pasa mal.

Creo que, para romper esa brecha, hay que ser un poco más humano. Si tú estás en un puesto de poder, o en un puesto de autoridad, inclusive en un puesto de un conocimiento superior por los estudios que tienes, y te están pidiendo que respondas o expliques algo, la idea es que logres explicarlo para la gente que te va a escuchar. Que efectivamente lo expliques y no des una respuesta esquematizada que va a entender el 1% de la población. Porque claro, lo va a entender la academia, lo van a entender tus colegas, pero ni la entrevista ni el discurso son para ellos.

¿Qué tan importante es para el común de la gente saber sobre estos temas a la hora de tomar decisiones cotidianas y/o políticas?

Hay distintos niveles. Hay cosas que tienen mucho que ver; por ejemplo, cuando hago contenido sore inflación e IPC y digo: ‘la taza de inflación va disminuyendo’, lo que significa que los precios de los productos suben más despacio. Y alguien me dice: ‘oye pero los precios no bajan’ o ‘cuándo van a bajar los precios’. Y ahí toca explicar que los precios no van a bajar y que la gente se tiene que adaptar a esta nueva realidad y entender que deben ajustar sus consumos, bienes y con cosas más grandes. Por ejemplo, a mí me preguntan mucho sobre cuándo bajarán las tasas de interés o cuándo conviene repactar el crédito. Esos temas a la gente le afectan, y cuando toman decisiones sin tener el conocimiento adecuado, puede tener perjuicios graves. La idea es que la gente tome la decisión con la mayor información posible.

¿Cómo ha sido el recibimiento de la gente con tu proyecto? ¿Ha habido buena recepción de académicos y público general?

De gente relacionada a la economía en realidad no es mucho lo que me he relacionado con este proyecto. Son mundos muy distintos, porque requieren habilidades muy distintas y son enfoques distintos en todo sentido. Y ese era mi miedo al principio. Yo soy académico de economía, pero las redes sociales, a mi juicio, eran vistas en menos y como ‘cómo vas a salir en Instagram explicando si eres un académico’. Gracias a la página he conocido a distinta gente.

La interacción más gratificante es con la gente que ve la página y que felicita a la página. Es rico cuando te dicen ‘entendí esto gracias a ti’, ‘explicas súper bien’, ‘por fin alguien lo explica así’, ‘por fin alguien muestra el dato’. Ese tipo de recibimiento es súper lindo, súper gratificante y es lo que impulsa a seguir esto. Porque hay que pensar que esto ha sido harto trabajo y ha sido en mi tiempo libre.

¿Qué proyecciones tienes con Economía en tres minutos?

La página tuvo un crecimiento muy rápido y orgánico. El secreto fue hacer contenido muy seguido, lo que tuvo un costo importante en términos de tiempo. Jamás pensé que iba a crecer tanto, que iba a aparecer en el diario y que iba a tener más de mil seguidores. No sé qué pasará con ella a fin de año; la página tiene un formato y un camino propio que la idea es seguirlo. Pero en qué continúe esto, es difícil para mí predecirlo.

A mí me gustaría que la página siguiera y fuera más allá de Felipe Salce, sino que fuera un equipo de personas. Quizás, incluso, integrar a excompañeros economistas que también se dedican a hacer cosas de este tipo y formar un equipo. Algo de ese estilo; pero, inventando, si esto termina en un curso que se enseña economía en lo simple, pero que también se suba contenido en forma libre, siguiendo la misma idea, sin dejar de lado el objetivo por el que nació: aportar un granito de arena y eso es lo que quiero hacer siempre. Si la página puede hacer otras cosas como clases, emprendimiento, publicidad, ok, que lo haga, pero sin dejar de lado el objetivo con el que nació.

Dentro de la línea de la Facultad de Economía, existe, hoy por hoy, además del rol social, la sostenibilidad. ¿Compartes este mensaje?

Cien por ciento. Hoy en día no digo que pertenezco a la Universidad de Alberto Hurtado, pertenezco a la Universidad de Atacama. Pero compartimos la línea, y acá también se habla mucho de la sostenibilidad; es un principio que tenemos y que le impartimos a nuestros estudiantes. Sabemos que el mundo que tenemos hoy en día, las políticas que desarrollamos, las políticas que queremos desarrollar o que vamos a desarrollar, tienen que ser en un entorno y contexto sostenible en todo sentido para que esto pueda seguir funcionando. Si bien es una línea que tú dijiste que es actual en la Universidad de Alberto Hurtado, yo creo que implícitamente siempre ha estado. No es muy distinto a lo que a mí me enseñaban estando en la carrera, no directamente quizás con la palabra, no en una clase dedicada a eso, pero se entendía que era siempre bajo ese principio y bajo otros principios de manera muy importante. Si me preguntan a mí como ex alumno, me identifico totalmente con este principio, que me toca aplicarlo también hoy en día a mis estudiantes y en realidad estoy muy contento con el camino porque siempre ha estado.

¿Qué mensaje le entregarías a nuestros actuales estudiantes?

Yo creo que lo primero es que lo pasen bien y disfruten su etapa en la universidad. No soy tan viejo, pero si hay algo que he aprendido es que siempre hay tiempo para todo. Eso también es parte de aprender. Siendo académico me he dado cuenta de que gran parte del aprendizaje no está en la sala de clases, no está en la pizarra y ni siquiera está en los profesores. Gran parte del aprendizaje es propio, son experiencias de vida y la idea es que aprovechen la universidad en todas las áreas posibles.

No se olviden dónde están. La UAH tiene una labor social súper bonita y no solamente con el mundo profesional, sino que con el resto de la sociedad. Es importante contribuir con la sociedad de cualquier manera posible, aportar tu granito de arena, o intentarlo, por muy pequeño que sea, va a hacer una sociedad y un mundo mejor. Para eso nos formamos como profesionales. La UAH no está para formar profesionales que ganen más dinero, o que tengan mejores puestos de trabajo y que sean gerentes de empresas, no. La UAH tiene una labor social importante y a la cual tenemos que responder, puesto que nos comprometemos al momento de titularnos. Y dejaré una frase que le digo acá a mis estudiantes: ‘Para ser un buen profesional, primero hay que ser una buena persona’, eso lo aprendí en la Hurtado, lo intento replicar acá a estudiantes y compañeros. Y estoy seguro de que los estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado lo saben, y van a ejercer con mucho profesionalismo siendo buenas personas.

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