El CAE es un gran botadero de recursos humanos y financieros, regresivo y con impacto negativo en el crecimiento, así básicamente son dos décadas pérdidas en el área de educación superior. Desconocer cómo funcionan los incentivos privados nos ha costado caro en un país con cada vez más urgencias. La pregunta que me queda sin responder es qué hubiera sido si todos esos estudiantes hubieran tenido un futuro diferente, entonces ¿seríamos un país más competitivo, seguro, equitativo, etc.?, quien sabe, un fracaso más que nos aleja del desarrollo. Un pecado para un país que se jacta de tener tan buenos economistas, que se suponen debieran alertar de los desastres que pueden ocurrir cuando se sueltan las riendas del crédito.
Por: Carlos García, Ph.D. en Economía, University of California (LA), EE.UU. Académico FEN-UAH.
Publicado en revista Observatorio Económico Nº 189, 2024.