Estudiantes de GIBA y la novelista Francisca Solar protagonistas de Diálogos en Movimiento en la UAH

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En el marco del Plan Nacional de Lectura – del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio –  se realizó una jornada de su programa Diálogos en Movimiento en la sede de la UAH. Oportunidad en la que estudiantes de la carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística (GIBA) de la FEN compartieron con la escritora chilena Francisca Solar, quien se mostró encantada con la creativa y dinámica participación de las y los estudiantes.  El eje de la conversación fue su libro Los últimos días de Clayton and Company”. , publicado en el 2019 con gran éxito de ventas.

Diálogos en Movimiento es un programa de política pública de fomento lector, en el cual, a través de la lectura participativa se generan encuentros entre jóvenes y escritores y escritoras, principalmente nacionales, propiciando la conversación literaria en espacios educativos u otros contextos no convencionales de lectura en distintas comunas del país. En esta ocasión, en coordinación con el Programa Bibliometro (dependiente del Servicio Nacional de Patrimonio y parte de la mesa regional del Plan Nacional de Lectura) se realizó un “Diálogos en Movimiento” – el pasado martes 3 de septiembre – en la sede de la UAH.

Cerca de 30 estudiantes -de tercer y cuarto año de la carrera de GIBA, de las asignaturas de Gestión del Patrimonio y Gestión de Proyectos– participaron activamente en este encuentro con la escritora Francisca Solar (1983), quien tiene a su haber ya 17 títulos (obras para niños, jóvenes y adultos) publicados en 20 países y traducidos a 5 idiomas; a los 22 años se convirtió en la chilena más joven en firmar un contrato de edición internacional. Su última novela es “El Buzón de las impuras” (Umbriel, 2024).

Las y los estudiantes de la GIBA desplegaron su creatividad sorprendiendo a la autora con una original puesta en escena con recursos artísticos ad hoc al contenido del libro de Solar: “Todos los alumnos asumieron distintos roles y comisiones. Por una parte, hubo una comisión de museo de la lectura que buscó ampliar las referencias literarias respecto a los temas que cruzaban la obra de Francisca; hubo una constelación literaria que, a partir del libro que estamos leyendo, uno construye un universo desde la metáfora de la constelación con distintos libros referenciales directa o indirectamente del tema o del estilo de la autora; otros crearon guirnaldas con temáticas de muertos, hicieron una performance con velas, con un ataúd y una muñeca; unos como fotógrafos. Luego, hubo un grupo que tiene muchas facilidades para la archivística, que hicieron un archivo de entrevistas que generó preguntas para Francisca, las cuales fueron coordinadas por tres moderadoras. Y un grupo, con muchísimo talento para el dibujo y las manualidades, le hizo regalos para que se llevara la autora, entre ellos, una caja con ilustraciones, un libro de relatos. No hubo ningún estudiante que no tuviera un rol activo acorde a sus propios intereses. Detalles bellos, hermosos. Es de los mejores diálogos que he visto en cuanto al rol de los participantes, de las y los estudiantes”.  

Así describió la atmósfera que envolvió la jornada, Fernanda Arrau, docente de GIBA que actuó de mediadora, facilitando la participación de las y los estudiantes. La actividad terminó con la firma de libros por parte de la autora.

Y, gratamente encantada se manifestó también Francisca Solar con este Diálogo en Movimiento en la UAH: “Me encantó la experiencia. Llevo muchísimos años yendo a instancias de Diálogos en Movimiento, probablemente una década desde que comienza esta política pública, y es la primera vez que me toca una instancia en una universidad, siempre he estado en colegios. Entonces, fue muy entretenido en el fondo esta experiencia nueva con universitarios, en una carrera tan específica, leyendo una de mis novelas, obviamente el insight de chicos más grandes también es muy distinto; la conversación fue muy entretenida, el tipo de recursos que utilizaron para poder contarme cómo vivieron la experiencia de lectura, así que fue súper enriquecedor y qué rico que esta haya sido mi primera experiencia universitaria”.

En la actividad estuvo presente la encargada de Gestión Cultural y Comunicaciones del Programa Bibliometro, Carolina Ávila. Explicó que: “Con la Universidad Alberto Hurtado hemos venido haciendo un trabajo desde hace un tiempo en el que nosotros, por ejemplo, la invitamos a participar de estos encuentros con escritoras y escritores, hacemos este nexo con el Plan de Lectura y logramos esta actividad que se concrete finalmente”.

Destacó también la participación activa de las y los estudiantes: “Lo novedoso fue también que se incluyeron otras prácticas culturales, por ejemplo, el tema de los montajes, del arte, haber incluido eso, es súper bueno, súper motivados los estudiantes de Bibliotecología; fue como una innovación, son creativos porque, además, la literatura también se va mezclando con otras prácticas culturales, con el cine, la música. Y Francisca Solar tiene también esa virtud de que hace siempre hartos hipervínculos con otras prácticas culturales, con la historia. Entonces, también fue bueno que eso se lo pudiera transmitir de alguna forma a los estudiantes que leyeron el libro y que también yo creo se motivaron por eso a indagar y a hacer estos montajes súper creativos”.

Protagonistas de una Política Pública

Fotos de Danae Nachman

La docente Fernanda Arrau valoró positivamente este tipo de experiencias que permite a los estudiantes vivir como protagonistas de una política pública como lo es el Programa Diálogos en Movimientos: “Lo que les digo a los estudiantes es que, el ser parte de una actividad que forma parte de una política pública nos permite comprender desde otra dimensión el conocimiento que muchas veces recibimos en el aula de forma teórica, pero cuando entendemos la importancia de firmar cuando uno habla como profesor la necesidad de tener verificadores y cuando tú en sí mismo, tu participación es parte de un número de una política pública todo te cobra más sentido. Se plasma lo que vas aprendiendo y, además, en este caso te permite tener un rol protagónico, donde también te das cuenta que tú también puedes hacer eso terminada tu carrera, que te puedes dedicar a la ejecución de políticas públicas respecto a tu carrera y se te amplía la visión”.

Balance de las y los estudiantes

Catalina Concha: “Me pareció muy genial haber podido integrar el programa de Diálogos en Movimiento, que ya lo conocía por otras experiencias en bibliotecas públicas, y que es genial que nosotros tengamos la posibilidad de liderarlo como bibliotecarios y futuros archiveros, para empezar a poner en práctica lo aprendido en relación al fomento lector y al diálogo sobre literatura. Genial estar con una autora vigente, que está profesionalmente dedicada a escribir, y que se relaciona muy directamente con lo que nosotros hacemos y haremos laboralmente. El proceso de investigación se me hace sumamente relevante, porque el libro lo plasma muy evidentemente, entonces quería conocer cómo era para ella eso”.

Fernando Ibacache: “La experiencia me pareció fantástica. Francisca nos motivó y enseñó mucho sobre su proceso creativo, y aparte nos compartió mucho cómo opina ella sobre el siglo XIX y cómo lo plasma en sus novelas y cómo nos invita a saber más de nuestra propia historia. Además, nos alegra mucho que se haya emocionado con todo lo que le hemos preparado; estamos muy agradecidos por la grata experiencia. Tratamos de que sea como algo especial, porque nos gustó mucho la lectura de su libro; yo, ya había leído muchas veces a Francisca, pero, aun así, jamás deja de sorprenderme cada vez que la leo”.

Fotos de Danae Nachman

Valentina Carrasco: “La experiencia que más destaco fue el trabajar haciendo los regalos, tratar de llevar a lo material todo lo que la autora trabaja en el libro y buscar las fuentes históricas igual como lo hace ella. Tratamos de traer los personajes como a la vida real, como se verían si el libro hubiese tenido fotos, por ejemplo. Toda la investigación que ella hace como autora se nota después en el trabajo cuando uno lo lee, porque te logra transportar al espacio que ella está creando en el libro. Es un incentivo para la lectura también, porque uno conoce a la persona que crea el libro y te muestra todo el trabajo que hay detrás”.

Camila Troncoso: “Lo que más me gustó de todo este trabajo es haber hecho los retratos. Haber leído una y otra vez las descripciones de los personajes, del ambiente, me ayudó mucho para plasmar los personajes en papel y después recibir el visto bueno de la autora y que diga:  si pudiera dibujar también los hubiera hecho de esta forma, fue como que hubo un punto de conexión. Fue muy bacán poder escuchar de su propia mano cuál es  el modo operandi de cómo hace un libro, de que ella te conecte no solamente con su propia novela, sino también con la historia, porque siento que muy pocos lo logran hacer. No solamente me siento interesada de leer el resto de libros que comprenden en el universo de Clayton, sino también como de verificar cómo era la fotografía mortuoria real, cómo era el mundo en esa época, las diferencias con ahora, por ejemplo”.  

Yasna Arcos:  «Lo que más me gustó de esta experiencia básicamente es que yo quería leer a la autora, porque soy licenciada en Historia y estaba interesada en la investigación que ella hacía para la escritura de sus textos, y por eso me gustó mucho aprender un poco más de su proceso y de que revisa muchas fuentes históricas para escribir. Eso es lo que más destaco, porque me gustó mucho el libro, entonces ya tengo como una autora nueva para seguir leyendo más adelante”.

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