El convenio entre el Magíster en Administración de Empresas- MBA de la FEN y el Master of Science in Finance (MSF), de la Gabelli School of Business, Fordham University (Nueva York, USA) ha brindado una experiencia única a las y los estudiantes que han tenido la oportunidad de emprender este desafío internacional, que les permite obtener un doble grado académico.
“La Universidad Fordham, para poder dar el título, obviamente, evalúa cómo es el MBA de la Alberto Hurtado; ellos no estarían dispuestos a dar un título en base a lo que se estudió en Chile, si no tienen una certeza de que aquí, el nivel académico es el adecuado. Ellos están muy contentos con los alumnos/as que han ido y eso demuestra que nuestro MBA está bien, tienen una buena evaluación”.
Ésta es la evaluación del director del MBA de la FEN, Pablo Piñera, respecto de la trayectoria que ha tenido el Convenio entre el MBA – FEN y la Gabelli School of Business, de la Universidad de Fordham, New York, EEUU. Un plantel de la red internacional de universidades jesuitas, fundado en 1841 que goza de gran prestigio, ocupando destacados puestos en los rankings de planteles privados de educación superior.
Esta alianza con la UAH ya tiene unos ocho años, período en el cual, las y los graduados que han tenido la oportunidad, han aprovechado este programa que les permite ir a estudiar este MSF y lograr así un doble grado académico: “Lo que motivó este programa fue darles a los estudiantes una posibilidad adicional de sacar un título distinto al MBA de la Alberto Hurtado […]. Luego ellos tienen dos títulos: uno, nuestro y otro, de la Universidad de Fordham”, explica Piñera.
Precisamente en estos días, ya están en Nueva York, cursando sus estudios en la Universidad de Fordham, Gonzalo Ramírez, chileno, y Tereza Bártová, de nacionalidad checa. Ambos realizaron el MBA de la FEN, mención Finanzas, entre 2022 y 2023 y graduados con distinción máxima. Es un matrimonio con tres hijos; se conocieron (2010) en el Programa de Intercambio Estudiantil, de la Università Commerciale Luigi Bocconi, Milán, Italia. Tereza es ingeniera Comercial, mención Marketing, de la Universidad de Economía y Negocios (VSE), Praga, República Checa (2012), se graduó con distinción máxima. Gonzalo, es ingeniero Agrónomo, con mención en Administración de Empresas y Certificado Académico en Gestión del Emprendimiento, de la Pontificia Universidad Católica (PUC, 2012) y diplomado en Administración de Empresas, de Georgetown University, Washington D.C., EEUU (2022). Ambos trabajan en su propia empresa familiar: Gonzalo es socio-director y Tereza a cargo de la gestión financiera y estratégica.
Realizar en conjunto estudios, para Tereza ha sido enriquecedor: “Se lo recomendaría a todas las parejas […]. Tomamos esta decisión pensando que sería más fácil para nuestra familia estar «en la misma sintonía». Cuando sólo uno estudia, el otro no puede apreciar completamente la carga de trabajo y el tiempo necesario para asistir a clases, trabajar en proyectos y estudiar para los exámenes. Al estar juntos en el programa, pudimos planificar nuestro tiempo libre de manera más efectiva”. Con ella, conversamos sobre cómo ha sido esta experiencia académica internacional, que se extiende entre el 10 de junio y 26 de julio.
¿Por qué elegiste hacer un MBA en la UAH?
Por varias razones claves que se alinean perfectamente con mis objetivos profesionales y personales. La UAH cuenta con un programa de MBA que goza de un prestigio y reconocimiento a nivel internacional. Esto me proporcionaba la confianza de que iba a recibir una educación de alta calidad que, además, es valorada globalmente. La diversidad de los estudiantes que participan en el programa era otro factor fundamental para mí. Interactuar y aprender de personas con diferentes antecedentes y experiencias enriquece el proceso educativo y fomenta un entorno de aprendizaje colaborativo, preparándome mejor para los desafíos del mundo empresarial. La posibilidad de obtener una doble titulación otorgada por Gabelli School of Business de Fordham University era un beneficio significativo. Pensaba que esta oportunidad no solo iba a incrementar el valor de mi MBA, sino que también me iba a abrir puertas a redes profesionales y oportunidades en el ámbito internacional, potenciando aún más mi carrera.
Además, el programa de MBA de la UAH ofrecía un valor asequible, permitiéndome acceder a una educación de alta calidad sin comprometer mis finanzas personales. Este aspecto fue crucial para mí, ya que quería asegurarme de obtener una formación excelente a un costo razonable. Asimismo, el formato híbrido del programa, que combina clases online y presenciales, se ajustaba perfectamente a mis necesidades. Esta flexibilidad me permitía manejar mejor mi tiempo, equilibrando mis responsabilidades académicas y personales de manera eficiente. La combinación de estos factores hizo que la Universidad Alberto Hurtado fuera la opción ideal para mi desarrollo académico y profesional.
¿Cómo fue la experiencia en el MBA UAH?
Mi experiencia fue bastante particular, ya que cuando comencé el MBA tenía aproximadamente tres meses de embarazo de mi tercer hijo, y cuando lo terminé, mi bebé cumplió diez meses. Básicamente, aproveché mi pre y postnatal para completar el MBA. Siempre sentí que el programa en sí no era difícil, pero requería mucho tiempo y dedicación. En nuestro caso, también implicó bastante sacrificio y paciencia por parte de nuestros hijos, que eran pequeños y muchas veces no entendían por qué no podíamos pasar tiempo con ellos. La experiencia en general fue muy positiva, sobre todo gracias a las personas que conocimos durante el programa. Había personas maravillosas, muy cariñosas y simpáticas, con las cuales seguimos en contacto a pesar de que el MBA terminó hace seis meses. Los profesores del MBA de la UAH también contribuyeron a esta buena experiencia. La mayoría tenía una excelente disposición y era reconfortante saber que les interesaba e importaba nuestra opinión y experiencia acumulada durante nuestra vida profesional. A pesar de lo agotador que fue este programa de estudios de 18 meses, sentí mucha nostalgia cuando terminó. Durante un par de meses, experimenté una sensación muy extraña, como si me faltara algo, como si hubiera perdido algo significativo en mi vida que era solamente mío.
¿Cómo fue el proceso de postulación al Programa de la Fordham University?
El proceso de postulación al programa de Gabelli School of Business de Fordham University fue bastante fluido. Básicamente, nos pidieron presentar nuestras concentraciones de notas de los estudios de pregrado y postgrado, así como nuestros currículum. Además, era necesario escribir una carta de motivación (motivational essay). Todos los documentos debían ser subidos en línea a través de la página web de Fordham, la cual no funcionaba muy bien, lo que nos obligó a comunicarnos con Liza Wynns, Associate Director for Global Initiatives, en varias oportunidades para que nos ayudara. El proceso de postulación cerraba el 15 de marzo. Nosotros completamos todo a finales de febrero y el 27 de marzo recibimos la carta de aceptación.
¿Hasta ahora cómo ha sido la experiencia tanto en la universidad como en la ciudad?
Actualmente, hemos completado tres de los seis cursos, y hasta ahora, el programa ha sido bastante intenso. Los profesores de todos los cursos son muy exigentes. Asistimos a las clases que se imparten de 9:00 a 17:00 o 18:00 horas, y luego seguimos trabajando en proyectos individuales y/o grupales, estudiando para exámenes y analizando casos prácticos que se discutirán en las clases del día siguiente. De lunes a viernes, prácticamente no tenemos ni tiempo libre ni descanso. Durante el fin de semana, generalmente disponemos de un solo día para conocer y recorrer distintas partes de la ciudad o hacer deportes en Central Park, que está a un par de cuadras de la Universidad. Sin embargo, parte del fin de semana lo dedicamos, por lo general, a la preparación de la materia para el nuevo curso que siempre comienza el lunes. La universidad está muy bien ubicada en Midtown, en la ciudad de Nueva York, lo que es una de las mejores zonas en la ciudad, todo está muy bien diseñado y seguro, además de tener todo a distancia caminable.
En cuanto al programa, esperábamos una mayor diversidad entre los participantes en términos de nacionalidad y edad. En este momento nuestros compañeros del programa tienen en promedio 23 años y son en su mayoría de Pregrado de diferentes programas enfocados en finanzas, todos provienen de la misma universidad y ciudad en Italia. Aunque la mayoría de los compañeros son simpáticos y mateos, la gran diferencia de edad hace que sea más difícil para nosotros compartir con ellos. Los temas de conversación son limitados, no compartimos los mismos intereses y nuestras ideas sobre cómo pasar el tiempo libre son muy distintas. Se supone que en la segunda mitad del programa llegará un grupo de alumnos de China. Esperamos que sean un poco mayores y tengan alguna experiencia laboral, lo que podría facilitarnos encontrar algún tema o interés en común.
En resumen, a pesar de algunos aspectos un poco más desafiantes, sobre todo al comienzo del programa, hemos tenido una muy bonita experiencia aquí en Nueva York hasta este momento, y por supuesto, queremos seguir rescatando lo mejor de esta oportunidad de poder estudiar y vivir en la ciudad de Nueva York durante las semanas que nos quedan. Nuestra intención es aprender lo máximo posible sin dejar de disfrutar. Estar en una ciudad tan vibrante y dinámica ofrece innumerables oportunidades para crecer tanto profesional como personalmente. Además de asistir a clases y completar proyectos, estamos emocionados por explorar la rica cultura, la diversidad culinaria y los icónicos sitios turísticos que la ciudad tiene para ofrecer. Creemos que esta experiencia no solo enriquecerá nuestros conocimientos en finanzas, sino que también nos proporcionará una perspectiva más amplia y global, esencial en el mundo actual. Nos comprometemos a aprovechar cada momento, aprender de cada desafío y crear recuerdos inolvidables que llevaremos con nosotros mucho después de que termine nuestro tiempo aquí.
¿Qué impacto tiene la realización de este máster internacional en tus planes profesionales?
Tiene un impacto significativo, especialmente dentro del ámbito de nuestra empresa familiar con operaciones en Chile y Estados Unidos. En primer lugar, la formación y experiencia que adquirimos durante el programa nos brindan una perspectiva global y un entendimiento más profundo de las dinámicas del mercado internacional. Esto resulta fundamental para fortalecer y ampliar nuestras operaciones en ambos países. Adicionalmente, el programa nos proporciona habilidades avanzadas en gestión y liderazgo, fundamentales para la toma de decisiones estratégicas y la implementación de mejores prácticas en nuestra empresa. Estas habilidades nos capacitan para optimizar procesos, fomentar la innovación en nuestras áreas de actividad y mejorar la eficiencia general del negocio. Por último, el programa nos otorga la capacidad para adaptarnos y responder eficazmente a los desafíos y oportunidades que surgen en un entorno empresarial globalizado. La combinación entre conocimientos teóricos y experiencia práctica nos prepara para liderar nuestra empresa familiar hacia un crecimiento sostenido y sustentable, garantizando su éxito a largo plazo.
El sello de la UAH está puesto en el “bien común”: ¿cómo debe materializarse en sus vidas profesionales?
Consideramos que este principio debe reflejarse en nuestra vida profesional, a través de diversas acciones y comportamientos que promuevan el bienestar general. En primer lugar, es fundamental comprometernos con prácticas éticas y responsables en todas nuestras actividades laborales, asegurándonos de que nuestras decisiones beneficien no solo a nuestras organizaciones, sino también a la sociedad en su conjunto. Asimismo, es crucial adoptar una actitud de servicio y colaboración, trabajando proactivamente para contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de nuestras comunidades. Esto implica participar en proyectos e iniciativas que aborden problemas sociales, ambientales y económicos, buscando generar un impacto positivo y perdurable. Por último, debemos promover la inclusión y la diversidad en nuestros entornos laborales, creando espacios donde todas las personas sean apreciadas y respetadas. De esta manera, no solo fomentamos la justicia social, sino que también enriquecemos nuestras organizaciones con una diversidad de perspectivas y experiencias. El “bien común” debe ser el faro que guíe nuestras acciones y decisiones profesionales para garantizar que nuestro trabajo contribuya al avance y al bienestar de todos.