¿La sociedad civil juega algún rol en el desarrollo de innovación? Esa es la pregunta que impulsó la investigación: “The Role of Society in the N‑Hélix Innovation Model: A Systematic Review of the Literature”, publicada recientemente en la Journal of the knowledge Economy. El artículo es fruto de la tesis doctoral de Paulina González, de la Universidad Politécnica de Cartagena, UPCT (España) que fue codirigida por el académico de la FEN, Mauricio Castillo y dirigida por el catedrático de la UPCT, Domingo García Pérez De Lema.
El estudio aborda la teoría de las N- Hélices, un modelo abierto y evolutivo, que busca explicar cómo se desarrolla la innovación en la era actual. Primero se habló de la Triple Hélice (Etzkowitz y Leydesdorff, 2020) que plantea la existencia de “una relación virtuosa, capaz de generar e impulsar la innovación mediante la vinculación de tres actores: universidades, empresas y gobierno”, tal como lo señaló Castillo en su artículo “La teoría de las N-hélices en los tiempos de hoy” (octubre, 2020, Journal of Technology Management & Innovation).
En esta investigación de González, se profundiza en el papel de un cuarto actor (Cuádruple Hélice): la Sociedad Civil. La investigación hace una revisión sistemática de la literatura sobre la N-Hélices, examinando el rol de la sociedad en la innovación. Un enfoque metodológico que incluye un análisis bibliométrico.
“La triple hélice se da muy poco en países de Latinoamérica […]. Hay muy poca colaboración […) Por eso, tampoco este cuarto actor, que es la sociedad civil, logra interactuar en esta dinámica”, señala Castillo, con quien conversamos sobre estos temas:
¿Cómo surgió esta vinculación con la Universidad Politécnica de Cartagena?
Vengo colaborando hace un tiempo. Yo estudié mi doctorado en la Universidad Politécnica de Cartagena y con mi director de tesis hemos fortalecido un equipo de trabajo con el que seguimos trabajando hasta ahora. Él me ha permitido ayudarle a codirigir tesis; él dirige, yo codirijo con algunos doctorandos y doctorandas. En este caso es una doctoranda chilena, Paulina González, que estuvo desarrollando su tesis doctoral con nosotros y la acompañamos en ese proceso. Desde el 2020 se viene desarrollando este estudio. Paulina ya terminó su doctorado y este es uno de los estudios que dio como resultado su tesis doctoral. Y hay otro par en el que estamos trabajando todavía, están en proceso.
Hablamos de una “N hélice” porque van a aparecer seguramente otros actores u otras miradas para fortalecer los ecosistemas de innovación. “N” es como un número infinito, porque suponemos que van a aparecer otras hélices dentro de los procesos de innovación.
La línea de esta tesis está dentro de tus áreas de investigación de interés: Emprendimiento, Innovación, Creatividad y PYME
Yo trabajo en temas de innovación en las PYMES. Todo mi proceso doctoral y las investigaciones que he venido desarrollando estos últimos años tienen que ver con fortalecer la innovación en la PYME, entonces el modelo de Cuádruple Hélice y Triple Hélice lo que busca es fortalecer la innovación en un ecosistema, pero como propósito final nos interesan las PYMES. Y por eso el análisis e investigación de todo este tipo de modelos nos resulta interesante y pertinente.
¿De qué se trata esta teoría de las hélices en innovación?
La triple hélice busca la interrelación entre universidades, empresas y gobierno; interrelacionados entre sí colaboran para desarrollar innovación. Después aparece una cuádruple hélice que tiene que ver con el papel o la participación de la sociedad civil como un actor relevante. Y la quíntuple añade el tema de sustentabilidad o enfoque sustentable o sostenible. Y por eso hablamos de una “N hélice”, porque van a aparecer seguramente otros actores u otras miradas para fortalecer los ecosistemas de innovación. “N” es como un número infinito, porque suponemos que van a aparecer otras hélices dentro de los procesos de innovación.
¿Son conceptos relativamente nuevos?
Después de la pandemia empieza a aparecer esta mirada de la quinta hélice; en el 2001 aparece el concepto de la triple hélice, después se fortalece con esta mirada el papel de la sociedad civil en estos procesos y, de hecho, esta investigación, o particularmente la tesis de Paulina, aparecía cómo definimos a la sociedad civil.
¿Y cómo la definen?
Lo que visualizamos es que el modelo se entiende como sociedad organizada y no representada en los otros aparatajes de las hélices, que son empresas, gobierno y universidades. Las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones de consumidores, y algunos señalan que también hay otros actores, como por ejemplo mentores, incubadoras de negocio, inversionistas, que también son parte de estos procesos, no siendo ni empresa, ni gobierno, ni sociedad. Hay esa mirada. Entonces, un poco lo que la investigación buscaba era establecer qué es lo que se define como sociedad civil. Yo no me atrevería a dar una definición, porque finalmente mi mirada o mi percepción es que todos los actores que participan del ecosistema y buscan fortalecer la innovación son parte de la sociedad civil si no están representados en las universidades, ni en empresas ni en gobiernos. Esa es mi mirada, pero no es la misma que dicen otros autores. No es un tema que esté zanjado.
¿Cuáles son las ventajas del accionar de la triple y cuádruple hélices?
Mucha investigación muestra los resultados de estos ecosistemas de innovación y cómo favorecen finalmente la creación de innovación dentro de la sociedad. Y, de hecho, la innovación lo que genera es más empleo, crecimiento, desarrollo.
¿Hay ejemplos concretos que podamos citar?
Por ejemplo, conozco el ecosistema de Murcia que funciona muy bien en torno a la innovación, donde cooperan todos estos actores, están en una mesa y tienen estrategias, objetivos comunes, y todos trabajan en función de esos objetivos. Hay financiamiento, por ejemplo, para los investigadores para que desarrollen sus proyectos, no solo en función de artículos científicos, como lo hacemos acá en Chile, sino que, en términos de crear vinculación con empresas, transferir patentes, transferir desarrollo, crear sus propias empresas.
Muchos países de la OCDE tienen estrategias, tienen leyes y tienen políticas que incentivan estos procesos para que la investigación sea transferida hacia las empresas con apoyo del gobierno y de esa manera fortalecer el ecosistema de innovación. Y en eso, participan también los usuarios, gatillando las problemáticas que quieren que se resuelvan. Entonces se empuja desde la política o desde un lineamiento o direccionamiento de cómo queremos que sea. En Francia también hay una ley que se empuja hace algún tiempo con la misma dinámica, pero acá no tenemos una ley. Si un estudiantes hace una tesis y desde ahí crea algo interesante, ¿hacia dónde se conduce? ¿Quién es el dueño? Hay algunos instrumentos; de hecho, la ANID, por ejemplo, tiene un programa que lo que busca es que las tesis de investigación de los estudiantes se conviertan en empresas, entonces de alguna manera ahí podríamos estar hablando de esta relación, pero es una acción puntual.
Y en esos casos, se resolvió la duda sobre quién es el dueño de la investigación ¿del que investiga o del que financia?
No, no se ha resuelto, porque he sabido de casos donde estudiantes han hecho su empresa a partir de investigaciones, de tesis, y después la universidad ha dicho que le pertenece una parte.
Y desde tu punto de vista, ¿a quién le pertenecería?
Yo creo que es mutuo. No sé si 50 y 50, pero, por ejemplo, la universidad en Estados Unidos tiene muy establecido sus porcentajes, donde una parte es de la universidad, otra parte de los investigadores, otra parte del equipo que genera la protección de esta información.
Integrar a la sociedad civil en los procesos de innovación no es solo deseable, sino fundamental para su efectividad y sostenibilidad
¿Es un tema cultural entonces?
Yo diría que más que de cultura, es de estrategia. Es necesario alinear los incentivos. A los investigadores nos miden en función de artículos o proyectos de investigación, y no del desarrollo de empresas de base científico-tecnológica. Supongamos que quisiera crear una empresa acá. Yo hago una investigación con recursos que el Estado me dio para hacer un proyecto: ¿Quién es dueño de eso? ¿Soy yo por hacerlo o es el Estado? Entonces, eso no está definido, no hay políticas claras para ese proceso y tampoco hay incentivos, a mí no me interesa hacerlo, porque a mí me miden por indicadores de artículos.
Has señalado que la sociedad civil está subestimada en los procesos de innovación ¿por qué?
Porque finalmente han sido participantes, pero no activos necesariamente, porque más bien, la triple hélice que es esta interrelación entre universidad, empresa y gobierno, se da muy poco en países como Latinoamérica. Ahí, hay unas barreras importantes que tenemos como sociedad que no permiten este accionar y por lo tanto tampoco la incorporación del resto de los actores. Hay muy poca colaboración de estos actores acá en Latinoamérica, hay pocos incentivos. Para que la universidad transfiera su conocimiento hacia las empresas o hacia el Estado, no tenemos incentivo directo de eso. De hecho, a nosotros nos miden por artículos de investigación, patentes, congresos y no necesariamente por la creación de empresas para resolver problemas de la sociedad. Entonces, por eso tampoco este cuarto actor, que es la sociedad civil, logra interactuar en esta dinámica.
¿Pero cuál sería el peso gravitante de la sociedad civil en el desarrollo de innovación?
Hoy día, cada vez es más importante, porque de hecho esta sociedad civil, (cuádruple hélice), cuando yo gestiono la innovación dentro de una organización, ya sea empresa o en el mismo Estado, si esta es gatillada desde los consumidores o los usuarios, eso tiene mayor probabilidad de éxito, finalmente, como solución de mercado. Entonces, si no incorporo a la sociedad civil en estos procesos, lo que estoy haciendo es bajar las probabilidades de tener mayor éxito en términos de innovación. Por lo tanto, incorporarlos o involucrarlos hace que de alguna manera aumente mi probabilidad de éxito en términos de los procesos.
Pero hay que tener cuidado, porque involucrar a la sociedad civil no significa que esta resuelva por sí sola la dinámica innovadora, sino que aporta información valiosa, necesidades reales y legitimidad al proceso. Sin embargo, para que ese potencial se materialice, debe estar articulado con una triple hélice activa que tome decisiones coordinadas. En muchos países, el reto principal no está en la falta de interés ciudadano, sino en la débil articulación entre los tres actores centrales del ecosistema.
¿Hay algún prejuicio respecto de la sociedad civil?
No, yo creo que más bien no se dan los espacios para colaboración real. O sea, todavía estamos en ese espacio de buenas intenciones y no de ejecución activa de acciones y estrategias para fortalecer esos procesos. Hay muchas iniciativas, pero finalmente terminan siendo iniciativas gatilladas por actores puntuales y no se vuelve algo sistemático, Entonces, no digo que no haya, hay, pero finalmente son acciones empujadas por algunos personeros, y no es algo sistemático. No es algo que nos mueva o que nos conduzca hacia un propósito.
El llamado entonces es a integrar a la sociedad civil en estos procesos ¿cómo se hace? ¿Qué estructura necesitamos para que efectivamente se logre?
Integrar a la sociedad civil en los procesos de innovación no es solo deseable, sino fundamental para su efectividad y sostenibilidad. Para lograrlo, necesitamos estructuras que no solo habiliten su participación, sino que la reconozcan como un actor legítimo en la detección de necesidades, co-creación de soluciones y validación social de la innovación. En primer lugar, es crucial que la sociedad civil, a través de organizaciones territoriales, asociaciones de consumidores, ONGs u otros representantes, pueda expresar sus problemáticas y prioridades. Estas necesidades deben convertirse en el punto de partida para la generación de conocimiento y tecnología, orientando la agenda científica hacia desafíos reales y pertinentes.
En segundo lugar, debemos facilitar mecanismos para la transferencia y apropiación social del conocimiento, permitiendo que los avances científicos y tecnológicos desarrollados en universidades y centros de investigación lleguen efectivamente a la ciudadanía. Muchas veces, la sociedad civil desconoce lo que se investiga, las tecnologías disponibles o cómo puede participar. Por ello, se requieren plataformas de divulgación accesibles, espacios de formación colaborativa, y estrategias de comunicación bidireccional.
Finalmente, el financiamiento, ya sea estatal o privado, debe fomentar este tipo de colaboraciones. Es decir, no solo apoyar a empresas o universidades de manera aislada, sino promover iniciativas que conecten directamente a estos actores con la sociedad civil, generando así verdaderos ecosistemas de innovación inclusiva y contextualizada.
Actores de la sociedad civil, como fundaciones, han sido cuestionadas en este último tiempo, ¿eso puede empañar la idea de incorporar a actores como eje de innovación?
Al final cualquier tema político influye. Las fundaciones están cuestionadas por el comportamiento de algunas, no de todas; los empresarios están cuestionados por el comportamiento de algunos, no de todos; los políticos o gobiernos están cuestionados por el comportamiento de algunos, no de todo. Eso influye, porque, finalmente, lo que hace es impactar en las confianzas y entonces al final es no tener claridad si colaboro o no colaboro con estos actores, porque no sé cómo van a funcionar. Por eso, creo que es importante esto de la estrategia, porque si hay estrategias finalmente te van a conducir hacia un lado, los actores van a estar accionando o desarrollando actividades en función de estrategias. Entonces, si alguno se porta mal, saldrá del escenario, saldrá del contexto, pero la estrategia sigue siendo lo importante y deben ser empujadas por el gobierno. Porque si no, es muy difícil. O sea, el mercado puede intentar accionar en términos de lo que quiere ofrecer o requiere, pero finalmente el gobierno es el que define hacia dónde nos vamos a mover, qué queremos ser. Por eso es tan clave el papel del Estado.
Para la investigación se hizo una revisión sistemática de la literatura sobre la N-Hélices e incluyó un análisis bibliométrico
Sí, un análisis bibliométrico que es una técnica estadística que te permite visualizar cuáles son los conceptos claves de lo que habla cada uno de los artículos, quiénes son los autores, de qué países, qué información recogieron, cómo fue evolucionando en el tiempo. Recoge los datos en función de ese comportamiento estadístico. Y sistemático, porque se toma cada uno de los artículos, se revisan en detalle y se extrae información relevante al tema que se quiere investigar. En este caso, cuál era el papel de la sociedad civil en estos artículos que investigan sobre la cuádruple, la triple o la quinta o la N-Hélice.
¿Qué ventajas tiene esa metodología?
La ventaja es que finalmente te entrega una fotografía sobre lo que se ha desarrollado como investigación y te permite además visualizar hacia dónde se debería conducir la investigación futura. Entonces, a nosotros, los investigadores, nos abre un espacio para saber hacia dónde podemos investigar y que sea relevante, efectivamente, para poder publicarse como un artículo científico que es el incentivo que tenemos.