“¿Cómo se resuelven con dignidad asuntos básicos como la protección de la vejez, la enfermedad, momentos de desempleos y que no deben ser discriminados entre hombres y mujeres? No puede ser que, cada vez que una persona tiene algún evento como el que describo, quede condenada a la indigencia. Eso pone en duda, pone en crisis la democracia y su legitimidad”.
Ese es el énfasis que colocó el decano de la FEN, Eduardo Abarzúa, en la entrevista concedida al programa “La Hora de La Radio” (emitido por Radio Biobío el pasado 2 de mayo), al ser consultado por los retiros del 10% de los fondos de pensiones, señalando que esta opción -que se abrió para las y los cotizantes – instaló con mayor profundidad el debate sobre qué sistema de protección social queremos para el país. Una discusión que debe estar presente en la Convención Constitucional toda vez que, a su juicio: “El Derecho a la Protección Social es un Derecho Humano. Es un Derecho Social que debería estar consagrado en la Constitución”.
Si bien, precisó, el actual sistema de capitalización individual está sumergido en una aguda crisis de viabilidad y legitimidad, que, además, se diseñó sobre supuestos que no tienen sustento en la dinámica de nuestro mercado laboral, el problema no son las AFPs en sí, sino: “El problema que tenemos que resolver prontamente (tenemos una ventana, a propósito del momento Constitucional que viene), es cuál es el sistema de protección y seguridad social que tenemos por delante. No el sistema de jubilación individual, sino cómo la sociedad, el Estado, se hace cargo de todos los compatriotas, de todos los chilenos, independiente de su género, su condición, para darles certeza en los momentos difíciles de la vida. Yo creo que ese es el problema de fondo. Y así se construyen naciones, así se construye confianza, así se construye cohesión social. El momento que estamos viviendo es trascendente en ese sentido”.
Y en ese marco, Abarzúa sostuvo que el Estado chileno ha estado ausente desde la perspectiva de ser un actor clave: “…en regular el mercado y en cómo se relaciona con la sociedad civil”, explicando que materias como, por ejemplo, la protección social y educación, se van dejando más bien: “…a la capacidad de pago de las personas, no a un sistema universal que pudiera ser garantizado y asegurado por el Estado […]. Los sueldos que reciben las personas, la protección social que tenemos, tiene que ver justamente con ausencia de Estado, ausencia de regulación, ausencia de establecer reglas del juego que den garantía a todos los sectores”.
Esta realidad país está en la vereda opuesta de cómo en el ámbito internacional se concibe el rol del Estado: “A nivel mundial se reconoce que el tamaño del Estado refleja el acuerdo social, que en general existe en las sociedades, sobre el papel del Gobierno en la economía y en la sociedad: ¿cómo se prestan los servicios públicos, ya sea por parte de los empleados públicos o en asociación con sectores privados, sin fines de lucro? En ese sentido, nosotros hemos reducido el rol y capacidad del Estado en varios de estos temas, tanto en tamaño, como en temas legales”, precisó.
Es por ello que valoró el Proceso Constituyente y la Convención Constitucional que quedará conformada a partir de las elecciones de este 15 y 16 de mayo, puesto que este escenario es del todo pertinente para reflexionar y tomar decisiones respecto, por ejemplo, de cuáles debiesen ser los componentes de la Protección Social, y cómo estos se administran en los distintos momentos de la vida: “Creo que el propósito de los excedentes de Codelco, a propósito de cómo allegar recursos al Fisco, justamente para poder distribuir o financiar un sistema de esta naturaleza, son las reflexiones que vienen. Las reflexiones respecto a cómo construir un sistema tributario […] Tenemos varios problemas para construir una matriz tributaria, que, efectivamente, financie y sostenga un Sistema de Protección Social”.
Consultado si está de acuerdo o no con la privatización de Codelco, tal como lo plantearon algunas candidaturas para que así el Fisco eleve sus ingresos con el objeto de mitigar la crisis económica y social generada por la pandemia, el decano Abarzúa dijo: “Entiendo que es un juego retórico, porque en la cabeza de ninguna persona con visión de Estado, con visión de largo plazo, estaría por esa perspectiva. Es más, hay mucha gente que hace análisis, que, si tuviéramos un royalty a las ventas, por ejemplo, Chile podría haber recaudado, en estos últimos años, 3 o 4 veces lo que recauda por el actual impuesto […] Estamos hablando de cómo financiar egresos perpetuos como puede ser un sistema de protección social y otros. Normalmente va a ser por la vía del crecimiento y por la vía de impuestos”.
Y, es más, propuso, justamente a propósito de los efectos de la pandemia, que aquellas grandes empresas que han solicitado ayuda fiscal, lo que debería hacer el Estado: “Es comprar propiedades de esas empresas y hacerse parte de ellas, ingresando como socio capitalista”.
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