En el marco del desarrollo del proyecto “Transferencia Centro de Innovación para la Juventud Rural”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) de la Región de O´Higgins y ejecutado por la FEN, se presentaron los resultados de la primera etapa destinada al diagnóstico territorial que permitió identificar brechas y segmentaciones en cuanto al uso de tecnologías por parte de las Mipymes vinculadas al rubro silvoagropecuario y de las y los jóvenes de las zonas rurales de la región.
El seminario de cierre de esta primera etapa contó con las intervenciones del decano de la FEN, Eduardo Abarzúa; del gobernador de la Región de O´Higgins, Pablo Silva; de la jefa de Fomento de INDAP Región O´Higgins, María Victoria Silva; la académica e investigadora de la UAH, María Constanza Ayala, quien presentó los principales datos y conclusiones del diagnóstico y testimonios de los emprendedores, Bárbara Abrigo y Francisco Fernandoy. La idea central del proyecto es: “Promover el emprendimiento innovador y la innovación empresarial, a través de la creación de un espacio interdisciplinario y de co-creación entre jóvenes rurales y empresas agropecuarias de la Región de O’Higgins”.
La apertura estuvo a cargo del decano Abarzúa, quien destacó que este proyecto: “Tiene elementos vitales, que nos permiten desempeñar y cubrir temas claves de nuestra misión. Pero, sobre todo, hacer una contribución al país, al desarrollo durable. Estamos reuniendo en un espacio – interdisciplinario, multi-actor, de co creación – a jóvenes, a empresas agropecuarias, a emprendedores”; una articulación, agregó que: “…no es más que crear sociedad, crear comunidad, construir tejido social”, relevando que este proyecto se ejecute en regiones, pues: “La centralización también tiene el problema que destruye colaboración, porque toda la gente piensa que el único logro va a estar en el centro”.
En esa línea, dijo que el proyecto pone también en la palestra temas tan importantes como lo son los modelos de desarrollo más sustentables, tal como lo es la economía circular: “Uno de los temas interesantes que el proyecto está relevando, incluso a partir de la opinión de los propios actores, es la sensibilidad de la juventud, de los emprendedores, a generar formas de relaciones económicas que efectivamente hagan durable, permitan también la reutilización, reciclar e instalar, desde las propias realidades particulares, formas de relaciones económicas y de relaciones sociales, que con autonomía, con sustentabilidad, también puedan aportar al desarrollo del país”.
El Gobernador Silva, valoró especialmente que este proyecto: “…esté orientado a los jóvenes. Nos da mucha esperanza que, efectivamente, los emprendedores y la microempresa se pueda desarrollar cada vez mejor en la región”.
Es por ello que enfatizó: “Como gobierno Regional vamos a estar dispuestos a apoyar. Estamos fortaleciendo nuestra Corporación de Desarrollo, estamos fortaleciendo los recursos que tengan que ver con el emprendimiento. Ahora el Gobierno Regional parte con una nueva división, que es la de fomento de la industria, que va a permitir, efectivamente, tratar de orientar mejor los recursos para todo lo que se pida en el desarrollo de la región. Así que primero agradecer y contarles a los jóvenes que vamos a estar dispuestos a colaborar en esta iniciativa que vaya en beneficio del emprendimiento”.
Silva en tanto afirmó que: “Desde INDAP Apoyamos bastantes proyectos a los jóvenes y también nos interesan los proyectos innovadores […]. Es fundamental empoderar a los jóvenes, entregarles las herramientas, motivarlos […] Para nosotros es un foco súper importante”.
De ahí que valorara: …la información que ustedes nos puedan entregar de estos diagnósticos, para poder dar respuesta a las demandas y saber qué es lo que quieren los jóvenes hoy en día”, pues, acotó, los datos aportados sirven también como retroalimentación “para saber a dónde apuntar”.
Experiencias de emprendimientos
El Huerto Machalí funciona hace casi dos años y trabaja, principalmente, con artesanos locales para mantener la economía circular y la agricultura orgánica. Para su fundadora, Bárbara Abrigo, los jóvenes: “son el principal foco que, en un futuro, tienen la labor de cuidar nuestro planeta, de llevar una vida más sustentable […] Creo que lo más importante es mantener la educación en este rubro, enseñarles a las personas y que quieran continuar haciendo una economía circular”, sostuvo.
En ese sentido, la emprendedora considera elemental educar a los jóvenes desde una edad temprana: “Tener estos ramos de sustentabilidad, estos ramos de gestión, de residuos orgánicos”. Además, se refirió al apoyo por parte de los municipios que, a su juicio, deberían implementarse.
En tanto, Francisco Fernandoy, emprendedor de Eskarabajo Compost, una empresa de compostaje que retira residuos orgánicos de casas y empresas, considera que el rol de la juventud es esencial: “La juventud ha nacido con la tecnología, son nativos digitales. Conocen y manejan las herramientas, muchas veces, por mera intuición. Entonces son un motor de innovación”. En ese sentido, acotó: “los jóvenes también están mucho más dispuestos a la cooperación […] Tienen grandes ideas y están dispuestos a los cambios, a correr riesgos”.
Sin embargo, a su juicio, ha faltado educación para conocer y entender el rol del emprendimiento: “El rol del emprendimiento no es fácil. Se requiere mucha perseverancia, mucho liderazgo, y eso creo que son valores que hay que seguir desarrollando y fortaleciendo […]. La juventud juega un rol esencial, pero también necesita un apoyo y creo que es necesario que se preste desde las instituciones […] Participar activamente del proceso educativo, previo a la inserción laboral. Es gente que está recién ingresando al mercado laboral y, por lo tanto, necesita un incentivo mayor”.
Diagnóstico
La académica e investigadora de la UAH, María Constanza Ayala, presentó las principales conclusiones del diagnóstico que realizaron a través de entrevistas, encuestas y talleres para establecer una radiografía tecnológica de las microempresas de jóvenes emprendedores y el perfil emprendedor; los datos fueron validados con jóvenes vinculados al emprendimiento silvoagropecuario, empresas del sector e instituciones públicas y privadas de Educación.
Entre los datos arrojados tras el diagnóstico de las Mipymes, Araya destacó que el mayor interés está en el sector agrícola (plantación y exportación de frutas, venta de té, compostaje huertos y plantaciones) colocando énfasis en lo relevante que es para estas micropymes la economía circular: “Los jóvenes que están emprendiendo en la región lo que buscan, principalmente, no son ingresos para ellos como el motivo final sino generar herramientas para su comunidad y poder aportar de mejor manera en una economía sustentable. Esto es fundamental. La limitante son los recursos económicos”.
En esa línea, enfatizó la importancia de potenciar este interés, señalando que: “muchos han estudiado en la Educación Superior; algunos han terminado, algunos se han salido antes, pero vuelven, retornan, porque quieren darle sentido a su comunidad. […]. Los jóvenes emprendedores buscan hacer un aporte significativo en su entorno, quieren ser amigables con el medioambiente”.
Se detectó también que el uso de tecnologías 4.0 al servicio de la producción es “bastante limitado”, pues más bien se focaliza en el uso de redes sociales para visibilizar sus emprendimientos y conectarse entre ellos. La razón, explicó Araya, radica no solo en la falta de recursos económicos también por falta de conocimientos para sacar provecho de las tecnologías. La conclusión en este sentido es que más bien son autodidactas que complementan sus estudios formales con su experiencia en el campo. Es por ello que la capacitación es una materia a tener en cuenta ya que, por ejemplo, se detectó la falta de información sobre la postulación a fondos concursables que podrían ser útiles para incorporar tecnología más compleja a sus Mipymes.
Sobre los resultados del perfil emprendedor – realizado a través de una encuesta a jóvenes (entre 15 y 30 años, cuyo promedio de edad fue 19 años) y la mayoría con estudios en Educación Media Técnico Profesional completa o incompleta – Araya resaltó que se constató interés por aprender de tecnología, ya que la consideran útil; algunos señalaron que es probable que concreten un emprendimiento en los próximos 5 años; el ingreso familiar promedio es de $337 mil; también se describió, dentro de este grupo, una caracterización de aquellos que están trabajando, consignando que la mitad de los encuestados no tiene contratos, siendo el salario promedio $220 mil.
Sobre las conclusiones de los talleres de validación, Araya dijo que se corroboraron: “…las principales ideas que encontramos en la investigación inicial”, señalando por ejemplo que la baja postulación a concursos de fondos públicos se vincula más bien con la falta de conocimientos y burocracia aunque, acotó no es una regla general ya que los jóvenes que participaban, por ejemplo, en los programas de desarrollo de Indap (Programa de Desarrollo Local, Prosedal): “…decían que les costó entrar, pero tienen una experiencia muy exitosa. En general, tienen mucho apoyo”.
Otro elemento corroborado es que está la necesidad de: “…generar nuevos espacios de encuentro en los jóvenes. Eso también es importante y eso es lo que busca también generar este proyecto”. Desde la mirada de los actores empresarios y de la educación, Araya sostuvo que indicaron que: “…los jóvenes están bien preparados, pero se desmotivan con mucha facilidad. Y tiene problemas con cumplir responsabilidades […] e indican que a veces tienen dificultades a pesar de ser nativos tecnológicos. De igual manera tienen dificultades en saber ocupar tecnología, más allá del celular o juegos o redes sociales”.
Revive acá la transmisión de la jornada