Carolina Ávila, Alumni Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística UAH: “Chile necesita una Ley de Bibliotecas. Tenemos que avanzar en el fomento de la lectura y suplir necesidades en distintos territorios”.
Es parte de la primera generación de Gestión de Información, Bibliotecas y Archivos UAH. Actualmente lidera el programa Bibliometro, cuya tradición ha estado presente en el transporte santiaguino, y también hace unos años en Valparaíso. Como bibliotecaria y gestora cultural se ha propuesto llevar la lectura a nuevos espacios y diseñar estrategias que potencien e incrementen el interés de las personas por nuevas historias.
Por: Patricio Aguilera Zulantay, Alumni Periodismo UAH.
Miles de personas viajamos al día en metro, y muchas veces nos hemos cruzado con las vitrinas de Bibliometro, pero quizás no conocemos el proyecto en profundidad. ¿Nos puedes contar de qué trata esta iniciativa?
Bibliometro es un programa público de la red de bibliotecas públicas, dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Se creó hace 26 años, cuando unos bibliotecarios crearon un proyecto de bibliotecas en lugares no convencionales. Las autoridades creyeron en esa idea y fue una bola de nieve que se fue extendiendo a distintos lugares.
Esa misma bola de nieve ha permitido que el proyecto se diversifique cada vez más. ¿Qué otras iniciativas integra este programa?
También influyó en que, por ejemplo, ahora tengamos dos BiblioHospitales: en el Hospital San José en Independencia y otro en el Hospital Psiquiátrico. También se crearon otros servicios como dispensadores adaptados para sacar libros en la línea 6 del metro, en las estaciones Inés de Suárez, Ñuñoa, Lo Valledor y Cerrillos. Hace dos años se incorporó el servicio a otra región, en el metro de Valparaíso con tres puntos de préstamo, y desde 2016 desarrollamos un proyecto editorial que nos ha permitido editar cinco libros, promoviendo la lectura en escuelas públicas y jardines infantiles.
¿Cuál crees que es el potencial de Bibliometro para una transformación social en torno a la lectura, pero también a la cultura en general?
Como equipo queremos que la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas puedan verse beneficiados, ya que el acceso a la lectura permite crear ciudadanos más reflexivos, pensantes, con la capacidad de poder aportar al crecimiento del país. En ese sentido, la UAH me entregó las herramientas para aportar con la planificación y el desarrollo de estrategias que ayuden a este fin.
Se habla mucho de la desconexión de las personas con la lectura. ¿Qué interpretación realizas de esta discusión?
Creo que las personas leen, pero en otros soportes y formatos. No creo que estén 100% desconectados o desinteresados. Hay que diferenciar las estrategias: para lectores, para potenciales lectores y para lectores incipientes. Hay muchas formas de vincularse con la lectura a través del cine, la música, las series, las narrativas transmediales, etc.
A partir de tu experiencia de trabajo con la lectura y los archivos, ¿qué desafío tenemos en Chile en torno a estas grandes temáticas?
Chile necesita una Ley de Bibliotecas. Tenemos que avanzar en el fomento de la lectura y suplir necesidades en distintos territorios. Esperamos que se pueda implementar y que logremos asentar las bases para seguir creciendo en este ámbito. Tenemos que fomentar la lectura en las primeras infancias, innovar, mirar a las regiones y mirar al mundo.
Si tuvieras que pensar en el futuro de la lectura y en su vinculación con el territorio, ¿hacia dónde crees que deberían dirigirse los proyectos? ¿Qué estrategias o lógicas deberían tomar en cuenta?
Los proyectos deben dirigirse a generar estrategias que permitan fomentar el hábito de la lectura en la primera infancia; creando prácticas lectoras innovadoras y creativas que vinculen la educación, las tecnologías y otras disciplinas. Al mismo tiempo, implementar una Ley de Bibliotecas que permita contar con políticas estables para el crecimiento, innovación y recursos de las bibliotecas a nivel nacional, y así también la profesionalización del área.
Centrándonos en la UAH, ¿cuál crees que ha sido el aporte de la universidad al desarrollo de una mejor sociedad?
Creo que en estos 25 años, los principales aportes de la UAH tienen que ver con formar personas integrales, personas reflexivas, con capacidad y compromiso social. Y los desafíos, creo que tienen relación con poder integrar dentro de las salas de clase a personas migrantes, de pueblos originarios, de la comunidad LGBTIQ+.
En estos 25 años de la Universidad Alberto Hurtado, el nuevo lema es “Universidad para el bien común”. ¿Cómo definirías este concepto? ¿Qué reflexión te genera?
Creo que se relaciona con trabajar por una sociedad justa, donde las personas tengan igualdad de condiciones y oportunidades, donde se aspire a tener educación, salud y viviendas dignas. En el fondo, donde podamos vivir todos en una comunidad mucho más digna.