“La capacitación como herramienta fundamental para la descentralización: una mirada desde los territorios y el mundo académico”. Ese fue el eje de la charla, con la cual la Academia de Capacitación Municipal y Regional, dependiente de la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), dio inició a su Año Académico 2024. En el encuentro participó como panelista invitado, el Vicerrector Académico de la UAH y académico de la FEN, Eduardo Abarzúa, quien expuso sobre los desafíos de la Gestión de Personas en un modelo organizacional sustentado en una política de descentralización del Estado.
En las dependencias de la Subdere se realizó – este jueves- el evento que congregó (de manera presencial y virtual) a las y los encargados de Capacitación de las municipalidades y gobiernos regionales de todo el país. Contó con la presencia de Viviana Betancourt, jefa del Departamento de Políticas y Estudios de la Subdere, y Catalina Urzúa, secretaria ejecutiva del Programa Fondo de Becas de la Academia Subdere. La apertura estuvo a cargo del subsecretario (s) y jefe de la División de Municipalidades de la Subdere, Francisco Pinochet, quien sostuvo que, en los últimos años: “Es cuando más se ha avanzado hacia una real descentralización del Estado”, citando como ejemplo la normativa que permitió sustituir la figura de los intendentes por la de los gobernadores que son elegidos democráticamente (2021). Sin embargo, acotó: “Hay muchas interrogantes que debemos responder para poder dar continuidad de manera exitosa a esta tarea de descentralizar. Y con ello, avanzar en dar soluciones más oportunas y pertinentes a las necesidades y requerimientos que se configuran en función de las diversas realidades territoriales de nuestro país”.
En ese marco se desarrolló la actividad que estuvo centrada en las exposiciones de: Marjorie Cuello, jefa de la Academia de Capacitación Municipal y Regional de la Subdere; Beatriz Vega, encargada de la Política de Descentralización de Chile de la Subdere; Karina Arias, académica de la Universidad de Santiago (USACH); Marcelo Ramírez, director de la Unidad de Proyectos de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile y Eduardo Abarzúa, Vicerrector Académico de la UAH.
Abarzúa junto con destacar que la política pública de descentralización del Estado es clave para el país porque: “Tenemos confianza que eso asegura buen gobierno, que eso genera más legitimidad en la democracia, que significa mejores servicios para la ciudadanía”, puso sobre la mesa la interrogante en torno a qué modelo de empleo público será consistente con un modelo organizacional más definitivo y perdurable.
Estas materias las analizó desde la perspectiva de la gestión de personas y competencias, dejando asentado, desde el inicio, una premisa: “El factor clave de éxito de cualquier proyecto son las personas” aunque, acotó, no siempre se tiene esto presente en las organizaciones. Pero, añadió, hay otros tres factores habilitantes que también son claves en la instalación de políticas públicas y cambios institucionales mayores (como lo ha sido el reemplazo de intendentes por gobernadores). El primero: “La habilitación o voluntad política o jurídica, donde uno tenga un traspaso normativo efectivo de atribuciones y funciones; y una organización que todo el mundo reconozca para cumplir la tarea”.
En esa línea, puntualizó: “El esfuerzo que se hace a propósito de la política nacional es un tema que tenemos pendiente. Tenemos dos procesos constitucionales fallidos, donde ninguno logró modelar aquello, y eso es un pendiente. Tenemos traspaso de competencias, de algunas facultades, pero no tenemos un modelo completo, concluido, que nos pueda decir: tenemos un modelo organizacional, estructurado”. Y en esto, dijo, es primordial: “La coherencia en distintos niveles, porque si no la desarticulación es parte del problema. Estamos hablando de espacios complejos” toda vez que se deben orquestar los gobiernos regionales y municipales con el gobierno central.
Un segundo factor, apuntó, es la “habilitación financiera”, es decir, transferencia de recursos materiales: “Ya sabemos de demasiadas políticas públicas fracasadas, porque se hacen todos estos diseños y no se le traspasan recursos”.
Un tercer elemento es la “habilitación de personas y habilidades y competencias”. En términos de la formación de las y los funcionarios, aseguró: “Es clave el desarrollo, la internalización de competencias actuales y nuevas, si no las políticas públicas fracasan […]. A veces, como no tenemos el modelo claro, no nos preguntamos si son todas las que tienen que estar o si tenemos que allegar otras nuevas o si deberíamos o no reemplazar algunas de esas capacidades”.
Si formamos, enfatizó, servidores públicos competentes, motivados con capacidades directivas para liderar, lo que se estaría haciendo: “Es legitimar la democracia. Un mejor servicio a la ciudadanía, legitima el rol del Estado en los distintos espacios, en el lugar que sea y la gente empieza a creer en la democracia, empieza a creer en la elección de autoridades como mecanismo justamente para resolver sus problemas”.
Competencias transversales y dilemas en la Gestión de Personas
Ahora bien, no se trata solo de habilidades técnicas profesionales, también están las competencias transversales, multidisciplinares que requieren: “Un músculo institucional, centralizado que tenga la capacidad de potenciarlas”. A modo de ejemplo, enumeró el desarrollo de habilidades orientadas a: “Ponerse al servicio del interés público y del bien común y apoyar al gobierno, proporcionándole la información necesaria para tomar las mejores decisiones”. Otra competencia esencial es: “La capacidad de articular visión que genere un apoyo sólido y duradero. Esto no es más que construir sentido. La gestión pública, en los niveles subnacionales, tiene complejidades impensables. Todos los días hay un problema, todos los días hay que dialogar. Y a veces las capacidades de diálogo y de construir sentido es un componente olvidado”. Cabe preguntarse entonces, aseguró, si este tipo de capacidades enumeradas están hoy disponibles para un proyecto de descentralización más definitivo, más permanente, más durable.
Por último, Abarzúa recalcó que: “La capacitación es consecuencia de un modelo de gestión de personas”. Y en este caso, se trata de un modelo en el que se articulan gobiernos regionales y municipios con el gobierno central, sobre la base de un modelo organizacional que es consecuencia de una visión de una política de descentralización, donde se deben alinear estos tres niveles. Desde esa perspectiva, explicó que se plantean dilemas y tensiones en materia de gestión de personas que deben ser definidas: “Cuando ya se tenga que llevarlo a un modelo de proyecto de ley, a un modelo de solución: ¿vamos a buscar un modelo organizacional común y articulado entre GORES y municipios? ¿qué vamos a hacer con las corporaciones? ¿van a imperar las reglas de gestión de personas desde el punto de vista de cómo se contrata, cómo se evalúa, etcétera? ¿con o sin un estamento directivo profesional al estilo Alta Dirección Pública? ¿con o sin plantas profesionales regidas por concursabilidad y mérito o son estables a todo evento? ¿si es un modelo común, quién debe tener el rol rector en materia de Personas? porque, cuando hoy se miran los distintos ámbitos de la Gestión de Personas, hay varias manos que aportan a esta complejidad, porque no hay integración (la Subdere, la Dirección Nacional del Servicio Civil, la Dirección de Presupuestos (Dipres), la Contraloría General de la República que también interviene a propósito de la confianza legítima o incluso podríamos poner a la Corte Suprema que se ha pronunciado sobre temas de tutela laboral)”.
Academia Subdere
Actualizar los contenidos de las capacitaciones es uno de los objetivos de la Academia de la Subdere para así adaptarse a los cambios. Así lo señaló la jefa de este organismo, Marjorie Cuello: “Necesitamos nuevos contenidos para nuevas etapas, no podemos seguir haciendo lo mismo durante cinco años, si el país ya no es el mismo de hace cinco años”. Y en este debate, dijo, es relevante el aporte tanto de las universidades públicas como también de las privadas con vocación pública como es el caso de la UAH, porque son: “Centros de pensamiento donde se piensa el país del futuro”.
Sobre la invitación al vicerrector Abarzúa, destacó: “Su perspectiva respecto del valor del trabajo público”, al recordar sus períodos (2014-2016 y 2016-2022) como integrante del Consejo de Alta Dirección Pública (ADP).