Los años 2019, 2020 y 2021 marcaron el inicio de la vida universitaria en la UAH de lo que es la actual promoción de graduados y graduadas FEN 2024. No sólo ha sido la generación que enfrentó la exigencia de las mallas curriculares de sus respectivas carreras, también la dureza del impacto de la pandemia y sus medidas de confinamiento que obligaron al mundo entero al aislamiento como la medida más eficaz para evitar el contagio del COVID, imponiéndose, en el ámbito del trabajo y de los estudios, la modalidad online. Dificultades técnicas de conexión internet, regreso a sus regiones, alteraciones del ánimo e incertidumbre fueron algunos de los problemas que debió enfrentar esta generación de jóvenes universitarios.
Un total de 93 estudiantes sortearon con éxito su vida universitaria en ese período, recibiendo, el pasado 29 de mayo en una ceremonia realizada en el Centro de Eventos Alto San Francisco, su diploma de titulación. Y cinco de ellos fueron especialmente destacados por sus rendimientos académicos en sus respectivas carreras: Esthefania Chelo, de Ingeniería Comercial, ingresó en el 2019 y se graduó con 6,2; además recibió en Premio Universidad Alberto Hurtado. Maximiliano Berner, de Ingeniería Comercial Vespertina, ingresó en 2020 su promedio final fue un 6,0; su primera carrera la cursó en la Universidad de Chile, donde estudio Diseño. Guillermo Araneda ingresó el 2019 a Contador Público Auditor, promedió un 5,4; la pandemia lo obligó a regresar con su familia, en Coyhaique. Salomé González, de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística, ingresó en el 2019 y se graduó con un 6,5; antes, estudió un semestre de Educación Parvularia en la UMCE, y Marcela Araya, Contador Público Auditor Vespertino, ingresó en el 2021, se graduó con un 6.3; además cuenta con el título de Contador General, del CFT Santo Tomas, y tiene un diplomado en Gestión Tributaria, de la Universidad del Desarrollo.
Con las y los cinco estudiantes, ahora ya Alumni UAH, conversamos sobre sus experiencias en la UAH, las fórmulas para estudiar, cómo recibieron estos reconocimientos y cómo sobrellevaron la pandemia:
¿Cómo recibieron este premio al mejor rendimiento académico?
Esthefania
Tengo compañeros que son muy buenos en áreas en las que no soy buena, porque no me he dedicado a esas áreas. Y yo soy muy buena en otras áreas, que ellos, no; entonces, obviamente, tenía ramos en que me iba mejor que otros; y ahí sumando y restando los promedios, al final daban un número que terminó siendo mayor que el promedio que otros compañeros, y por eso terminé con el mejor rendimiento académico. Entonces, igual es bastante relativo. Quizás sería interesante hacer un premio al mejor rendimiento tanto en Administración como en Economía, porque son áreas bastante distintas.
Con sorpresa, ya que no me lo esperaba. Muy feliz conmigo mismo por el esfuerzo y por la posibilidad de postular a la beca de especialidad que este reconocimiento trae consigo. Agradecido con mis compañeros de trabajos grupales por el apoyo.
Como una grata sorpresa, sabía que mi rendimiento fue positivo, pero no para obtener el premio al rendimiento académico. Que la universidad reconozca el esfuerzo, es algo que agradezco enormemente. Como anécdota, también obtuve el premio al rendimiento académico por mi título técnico en la Santo Tomás y en la Enseñanza Medía y Básica.
Con mucho orgullo, ya que refleja el resultado de mucho esfuerzo y dedicación. Además, fueron a verme mi mamá y mi papá, que estaban súper emocionados cuando me entregaron el premio. Fue rico darles esa alegría.
Me sentí muy emocionada y agradecida. También me sentí satisfecha conmigo misma.
¿Cuál es la fórmula para que les vaya bien en los estudios?
Para mí era indispensable poder entender todo, no solo por pasar un ramo o entenderlo más o menos. Yo tenía que entenderlo, así como para poder explicarlo. Y si era capaz de entenderlo, estaba conforme, me sentía más tranquila. Siempre buscaba sentir esa tranquilidad, esa sensación como de paz en los ramos, por así decirlo […]. Siempre intentaba prestar mucha atención, porque para mí es muy, muy complejo el tema de prestar atención. Tengo esto que se llama déficit atencional, diagnosticado hace bastante poco […] y tengo unas maneras de estudiar y unas maneras de poder enfocarme que son bastante particulares […]. Entonces, finalmente, creo que lo que sirve para que vaya bien en los estudios es conocer cómo uno aprende, cómo uno entiende, cómo uno procesa mejor la información […]. En mi caso, soy más visual, entonces tengo que hacer apuntes y resúmenes, y así me queda más grabada la información […]. Pero bueno, hay muchas maneras de estudiar y depende de cada quien encontrarla, descubrirla, crearla. De hecho, creo que debe haber alguna más apta aún para mí que todavía no he descubierto, que quizás no pude o no llegué a pulir del todo. Quizás con los años pueda llegar a encontrarla y poder perfeccionarla más aún.
Ser consciente de porqué lo estás haciendo, tomárselo en serio, encontrar un buen equipo de trabajo y constancia
No creo que exista una fórmula, más allá de un esfuerzo adicional, asistencia y atención en clases. Sin embargo, sí puedo decir que ayuda enseñar a los compañeros, ya que refuerzan sus conocimientos y los míos.
Sin duda, lo más importante es asistir a todas las clases y dedicar el tiempo necesario a cada asignatura. Reforzar aquellas materias que nos causan más dificultad, no rendirse e intentar aprender. Y disfrutar las materias con las que tenemos más afinidad, los resultados saldrán solos. No hay que preocuparse tanto por las calificaciones, sino por dar lo mejor que puedas.
Si vamos a estrategias individuales, puedo señalar las siguientes: Dividía los periodos libres de la semana en bloques de aproximadamente una hora, luego me proponía metas semanales sobre avanzar los trabajos, guías o proyectos, de tal forma que, al finalizar un día, podía comprobar directamente el avance de mis trabajos y dependiendo de la complejidad que tenían, podía ver si les restaba o les agregaba prioridad. Creaba muchos apuntes, con marcadores, colores, post it, así como mapas conceptuales. Todas las clases, las escribía en cuadernos, ya que para mí es más fácil aprender las cosas cuando las escribo a mano, que cuando las escribo en un teclado. Preguntar mucho a los y las profesoras, incluso las dudas más pequeñas, incluso si tenía que pedir que me explicaran más de una vez. Sin embargo, más allá de cualquier fórmula, la verdad es que, a mí, genuinamente, me apasiona la carrera, es por eso que la elegí en primer lugar. Me gustaba asistir a clases, me gustaba aprender e incluso, me atrevería a decir que me divertía mucho haciendo trabajos, de tal forma que nunca lo sentí como una carga o una molestia, más allá de tener problemas con los tiempos de las entregas. Eso hizo todo el proceso mucho más ameno. También considero muy importante señalar que yo estudié con gratuidad y no me vi en necesidad de trabajar y estudiar al mismo tiempo, así considero que tuve una posición privilegiada al poder dedicarme completamente a los estudios universitarios, sin tener que dividir mis tiempos entre un trabajo, el pago de cuentas, la mantención de un hogar y/o personas.
¿Cómo fue su experiencia en la UAH?
Mi experiencia fue bastante particular. Primero decir que me es difícil hacer amistades y relacionarme con personas. Y es algo que yo no siempre supe. Me fui conociendo relativamente hace poco […]. Cuando llegué a la Universidad, lo único que quería era que me fuera muy bien, conseguir un buen equipo con el que pudiéramos trabajar bien, sacar buenas notas. Y sería […]. Entonces, así fue pasando el tiempo. Y cada vez me fue siendo más difícil conocer más gente y hacer amistades, porque me fui cerrando […]. Intentaba forzarme a estar en un grupo y tampoco era compatible. Y era muy extraño todo. Y bueno, al final, hace pocos años, me diagnosticaron autismo, lo que hizo que me diera cuenta de muchísimas cosas. El autismo en mujeres quizás se puede percibir de una manera mucho más – entre comillas- leve, por las supuestas – entre comillas – habilidades sociales que tienen las mujeres; son muchos supuestos en realidad […]. Al final, tuve y sigo teniendo una terapia […]. Y ya estoy bastante más en sintonía con lo que soy yo realmente. Y eso, es bastante esperanzador, alivia poder decir más o menos qué siento, qué me gusta y qué no me gusta y poder decir qué cosas hacía porque me intentaba acoplar a otras personas, intentaba imitar a otras personas, qué cosas hacía pensando que me gustaban, pero en realidad no me gustan […]. Al final, pude entender un poco más cómo era mi personalidad y que me conocieran así, tal cual soy. Pasó que me aceptaron, así como soy, y eso fue bastante agradable. Puedo decir que eso fue más o menos en el último año de mi carrera en la Universidad. Fue muy genial poder sentir cómo era mi personalidad y cómo tener amistades en la Universidad. De hecho, fue el último año donde más me involucré en la Universidad, estando en el Centro de Alumnos, estando en Marketing, en un proyecto de Vinculación con el Medio. En muchos lados. Realmente me vinculé muchísimo con la Universidad. Intenté hacer todas las actividades que más pude, conocer a la Universidad por todos los puntos de vista que pudiera, y realmente, fue muy genial. Al final tuve un giro completamente drástico de cómo entré a cómo salí.
Mi experiencia fue positiva en distintos ámbitos. Conocí personas que me acompañaron en mi camino y hoy siguen a mi lado. Conforme con haber elegido esta universidad, porque como institución funciona y las cosas resultan.
La experiencia de los alumnos vespertinos es muy distinta a los diurnos. Siento que no tuve tanta experiencia universitaria, ya que llegaba a la universidad cuando estaba medio oscuro y todo cerrado. Sin embargo, la universidad es hermosa por dentro, de fácil acceso (cerca del Metro) y con un ambiente muy acogedor.
Una buena experiencia. Conocí muy buenos compañeros y tuve excelentes profesores de Contabilidad y Tributaria. Sí, debo comentar que la Universidad podría mejorar en los servicios fuera de la sala de clases, como son Coordinación Académica, cafetería y actividades para el Programa Vespertino; este programa cada vez toma mayor relevancia para aquellos que trabajamos y aun así nos interesa continuar creciendo educativamente.
Diría que fue una muy buena experiencia. Al menos en mi caso tuve la oportunidad de contar con una mayoría de profesores con vocación por la carrera, así como un ambiente muy agradable con mis compañeros/as/es de generación.
El sello de la UAH está dirigido hacia el “Bien Común” ¿cómo creen que se debería materializar en su vida profesional?
En identificar el sentir de las personas, identificar a cada persona como lo que es. Y será quizás algo obvio, pero no es tan obvio. A veces, olvidamos que las empresas las forman miles de personas y las personas son lo más importante. A veces piensan que, por cargos distintos, algunas son más importantes que otras. Y al final del día, todos somos personas que llegan a sus casas, que llegan a ver a sus seres queridos, que intentan vivir la vida lo mejor posible. Todos tenemos cosas en común. Todos sentimos, a todos nos duele algo, todos sentimos alegría, pena. Entonces pensar en lo más digno y en lo mejor posible para las personas, es lo que yo creo que debería materializarse para el bien común, que es lo que yo hago al menos: intento escuchar a las personas donde yo trabajo. Intento escuchar qué opinan, qué quieren, cómo lo quieren, por qué lo quieren […]. Independiente del trabajo que tengan, tienen que ser respetados, valorados y trabajar todos en conjunto. Hay jerarquías, también se deben respetar, pero eso es para que funcione como debe ser la empresa. Pero eso es, completamente, distinto al respeto que se deba tener a cada uno como persona. Entonces el bien común básicamente es cómo nos tratamos entre nosotros, cómo respetamos la situación del otro, no pasar a llevar a la gente. Nunca olvidarse del respeto. Siempre tratar al otro como te gustaría que te traten, es demasiado importante, es una de las bases de la comunicación.
Aprendizaje constante y esfuerzo para que las cosas funcionen en mi lugar de trabajo, apoyar a mis compañeros y entregar un servicio de la mayor calidad posible a los clientes.
Considerando siempre el impacto de mis acciones y decisiones, con ética, responsabilidad social, contribuyendo al desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad en general.
Mi área es de Contabilidad y Auditoría. Actualmente se discute el Proyecto de Cumplimiento Tributario, que trata temas relevantes como son normas anti elusivas. Nuestro rol como auditores es entregar una opinión sobre los estados financieros; estos deben basarse siempre en la verdad y transparencia, ya que todos los stakeholders confiaran en nuestra opinión al ser ministros de fe.
En el caso de Bibliotecología y la Archivística, son áreas de estudio y trabajo que, si bien tienen similitudes, son más sus diferencias. Sin embargo, lo que tienen en común es el trabajo con la información y poder transformarse en un vínculo entre las personas y la información que necesitan. Cuando pienso en el Bien Común de la humanidad en mi vida profesional, sólo puedo pensar en hacer lo posible para aportar en la creación de una sociedad más informada, especialmente en una era donde la desinformación va en aumento y cada día surgen más herramientas para que esta se distribuya de forma masiva.
¿Qué proyecciones laborales y académicas se plantean de aquí en adelante?
La verdad, tengo tantas cosas que pensar. Me gustaría ver algún proyecto, específicamente de importación o de exportación de algún producto, algo relacionado con el Comercio Exterior, porque me gusta mucho el área internacional. Pero también me gusta mucho el área de la academia, de la investigación, de la docencia. También me apasiona mucho lo que es el trato con las personas, como Gestión de Personas, no en cuanto a Recursos Humanos o Reclutamiento y Selección, porque ya estuve participando en ese Departamento. De hecho, estoy ahora viendo eso y no es lo que más me gusta; prefiero trabajar con un equipo de personas y poder hablar con estas personas libremente, sin tener que estar guiando entrevistas. Me gusta la gestión de proyectos, liderar proyectos; también me gustan los proyectos para el bien común. No descarto la idea de poder iniciar algún tipo de empresa, que pueda contribuir a la población, algo como que pueda, tanto dar trabajo como ofrecer alguna solución a algún problema.
Me interesa explorar, aprender y probar distintas las áreas que permita la carrera para encontrar mi lugar ideal, estudiar para especializarme y/o emprender.
En lo laboral, continuaré mi carrera enfocada al Marketing y en el mediano plazo quiero desarrollar un emprendimiento personal, aplicando todo lo que he aprendido. En cuanto a lo académico, pretendo continuar con un MBA y tal vez algo enfocado a mis intereses más artísticos también.
Actualmente, trabajo para una empresa japonesa multinacional, por el lado del idioma, y debido a mis labores, tengo la fortuna de hablar en inglés diariamente y en la actualidad me encuentro estudiando japonés. Respecto a mi carrera, el próximo año espero poder continuar con mis estudios con un posgrado, ya sea en el área de Datos, Economía o Tributaria.
Afortunadamente, mi carrera tiene muchas oportunidades de desarrollo en la actualidad, aunque las más conocidas son las bibliotecas y archivos. En mi caso, me encantaría poder trabajar en la biblioteca, el archivo o centro documental de una institución ligada al sector cultural del país. Además de ello, también me llama profundamente la gestión cultural, por el lado del fomento lector. En el área académica, me gustaría seguir especializándome en el área de los archivos, siendo que Chile está atrasado en comparación a otros países de Latinoamérica.
¿Cómo impactó la pandemia en su experiencia universitaria?
Tuvo tanto cosas buenas como malas; al final fue bastante mal sí, me daban constantes crisis de pánico o de angustia porque el espacio que tenía en casa para estudiar era muy pequeño, entonces se me hacía muy angustiante. Los ruidos me eran extremadamente molestos y al final casi colapso. El reingreso a clases fue tanto un alivio como complejo.
Fue un impacto importante en cuanto mi estadía en Santiago. Ya había planificado mi año, estaba instalado esperando el comienzo de clases, pero como a muchas personas que se vieron afectadas, tuve que cancelar todo y volver a la casa de mi familia (Coyhaique), sin embargo, muy contento con haber tenido la posibilidad de estar ese tiempo junto a mis cercanos. Por suerte pudimos avanzar con la carrera y sacarla adelante.
Fue sorpresivo en un comienzo. La cuarentena comenzó justo cuando debía comenzar la carrera. Al inicio con mucha incertidumbre, pero una vez comenzamos con las clases online y fui tomando el ritmo, comencé a acostumbrarme. En ese período estuve trabajando de manera remota durante el día y con las clases remotas en las tardes/noches. Pienso que fue una buena oportunidad aprovechar el tiempo de cuarentena en algo productivo y me ayudó a mantenerme ocupado en un período en que no podíamos salir de casa, ni hacer muchas otras cosas.
La pandemia me dio la oportunidad de comenzar mis estudios con ustedes, ya que teníamos la facilidad de estudiar remotamente, sin embargo, si bien es positivo el estudio remoto, fue necesaria la clase presencial, vernos cara a cara y fomentar el diálogo, más allá de «sí, se escucha profe».
La mayoría de los problemas que tuve fueron del tipo técnico: conexiones de internet, una computadora portátil que no estaba preparada para descargar y ejecutar programas, tener que apoyar en los procesos educativos de mis sobrinos en edad escolar. Afortunadamente, logré conseguir un grupo de compañeros con el cuál pude trabajar bien durante toda la pandemia. Me atrevo a decir que el cambio de clases presenciales a virtuales no fue complejo para mí, ya que mi preparación para la PSU se dio, a través de un preuniversitario en línea, así que ya estaba muy familiarizada con cómo trabajar y estudiar en ese ambiente para obtener buenos resultados.