Siglo XXI: Más Motivaciones para Emprender

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Por María Soledad Parra, PhD – Doctora en “Creación de Organizaciones, Dirección de Pymes y Empresa Familiar”, Universidad de Castilla – La Mancha, España. Académica de la facultad.

Los cambios de paradigma que se han producido principalmente en la última década a nivel global, afectan el sistema empresarial y particularmente el proceso de creación de organizaciones. El emprendimiento [1] sigue siendo de vital importancia y la mayoría de los académicos y hacedores de política están de acuerdo que éste es crítico para el desarrollo y bienestar de la sociedad. En un mundo en el que se ha globalizado el sistema de economía de libre mercado, el rol del emprendimiento es ser un catalizador del crecimiento económico y la competitividad nacional, y en un mundo futuro con un nuevo paradigma sostenible, el emprendimiento posiblemente seguirá aportando la energía y creatividad humana para la solución de problemas sociales, medioambientales y económicos.

La evidencia demuestra que el emprendimiento hace una gran contribución al bienestar social, en términos de crecimiento económico y creación de empleo, considerando entre los países estudiados en el proyecto GEM – Global Entrepreneurship Monitor (www.gemconsortium.org, encuesta anual que se lleva a cabo en 54 países, acerca del comportamiento de las personas con respecto a emprender).Esto porque los emprendedores crean empleo, innovan y aceleran los cambios económicos. No obstante, el emprendimiento no impacta una economía simplemente a través de una mayor cantidad de personas que comienzan negocios. Es importante considerar las medidas de calidad, tales como las relacionadas a las motivaciones y ambiciones de los emprendedores, lo que actualmente evidencia un cambio.

Por lo tanto, el campo de la creación de empresas se puede beneficiar desde una visión más holística e integral de la creación de valor, porque los investigadores de emprendimiento han tendido a enfocarse sólo sobre una parte del rango posible de resultados. Es decir, se han basado sobre un supuesto limitado, en el que el motivo para la creación de valor está casi totalmente restringido a la maximización del beneficio. Y esto en la actualidad requiere una expansión, para incluir el valor económico (incrementar la riqueza), el valor medioambiental (asegurar perpetuidad en el entorno natural) y el valor social (crear relaciones beneficiosas), tomando en cuenta que el ser humano busca valor a través de un espectro mucho más amplio, y el dinero no es la única ni la más importante meta para muchos emprendedores en la actualidad.

Distintas Motivaciones Emprendedoras

Las personas se involucran en la puesta en marcha de negocios por una variedad de razones, pero los principales motivos están relacionados a una oportunidad, una necesidad o la solución de un problema social y/o medioambiental. El emprendimiento por oportunidad refleja el deseo de tomar ventaja a través de la creación de una nueva empresa, enfocada sobre una oportunidad de mercado. El emprendimiento por necesidad refleja la ausencia de oportunidades de trabajo, o al menos de uno satisfactorio, lo que guía a la persona a desarrollar un nuevo negocio generado por la necesidad. Mientras el emprendimiento social se refiere a personas u organizaciones comprometidos en actividades emprendedoras con una meta social y/o medioambiental, incluyendo trabajo social o comunitario, con o sin fines de lucro.

Excluimos el término emprendedor corporativo o lo que también en la literatura se denomina «intra-emprendedor», porque nos parece que esta persona que es un empleado de una organización, en el tiempo podría evolucionar y transformarse en uno de los emprendedores por oportunidad, necesidad o social. Así mismo, incluimos también al emprendedor sostenible de muy reciente conceptualización, que corresponde al desarrollo de la reciente corriente de literatura enfocada al concepto de emprendimiento sostenible. Este emprendedor sostenible correspondería a la conjunción principalmente del emprendedor por oportunidad y social.

En la investigación del GEM 2002, 3 de cada 5 (61%) personas involucradas en esfuerzos emprendedores en distintos países en el mundo, indicaban que su intención era tomar ventaja de una oportunidad de negocios, mientras 2 de cada 5 (37%) establecían que lo hacían porque no encontraban otra opción viable. Sólo unos pocos entrevistados no pueden ser codificados sin ambigüedad en una de las dos categorías anteriores, debido a que están involucrados en negocios por ambas razones. Mientras las tasas de actividad de emprendimiento social son mucho más bajas en casi todos los países, comparadas con el emprendimiento de negocios y de necesidad.

Además, en los estudios del GEM entre aquellos que se involucran en la actividad emprendedora debido al reconocimiento de una oportunidad, se pueden identificar dos motivaciones secundarias: los que desean independencia y los que desean incrementar su ingreso (comparado con el de ser un empleado). El resto incluye a personas que son empujadas a emprender porque no tienen otra manera de ganarse la vida (motivadas por necesidad) y quienes se involucran en la actividad emprendedora para mantener su ingreso. Mientras, las personas en países más ricos al tener satisfechas sus propias necesidades básicas, es más probable que se vuelvan interesadas por las necesidades de otros. En otras palabras, el costo de oportunidad del emprendimiento social puede ser más alto en los países en desarrollo que en los desarrollados.

Emprendimiento y Etapas de Desarrollo Económico

La prosperidad de la economía es altamente dependiente de un emprendimiento dinámico, aunque la naturaleza de esta actividad puede variar en carácter e impacto, dependiendo de la región donde se ubica. Es por esto, que en los últimos estudios que ha llevado a cabo el GEM y de acuerdo a los economistas se han distinguido los países según tres etapas de desarrollo económico dependiendo de su PIB per cápita y la parte de exportaciones que comprende bienes primarios: países enfocados en factores (subsistencia de negocios agrícolas y de extracción, con una alta dependencia sobre recursos naturales y de trabajo), países enfocados en eficiencia (industrialización y una alta dependencia sobre economías de escala, con dominio de grandes organizaciones intensivas en capital), segmento en el que se encuentra Chile, y países enfocados en la innovación (negocios más intensivos en conocimiento y expansión del sector servicios).

Por un lado, el emprendimiento por necesidad, particularmente en regiones menos desarrolladas o aquellas que experimentan pérdidas de empleo, puede ayudar al beneficio económico por medio de las iniciativas de auto-empleo, cuando hay pocas opciones de empleo disponibles. Por otro lado, en las economías más desarrolladas el emprendimiento puede nivelar su riqueza y capacidad de innovación, aunque estas regiones ofrecen más opciones de empleo para atraer a aquellos que de otra manera podrían volverse emprendedores, por lo tanto, para mantener su dinamismo emprendedor necesitan inspirar más motivos fundamentados en el emprendimiento por oportunidad.Mientras, el rango de actividad de emprendimiento social es similar para las tres etapas de desarrollo de la economía (enfocada en factores, eficiencia e innovación), aunque la tasa promedio se incrementa ligeramente con el desarrollo económico.

Las economías enfocadas en factores (Ej.: Guatemala, Bolivia, Angola, Uganda, Egipto, Irán, Pakistán, Gaza, etc.) tienen las tasas de actividad emprendedora más altas, y también tienen la proporción más alta de motivación emprendedora por necesidad, en la que los emprendedores son empujados hacia el emprendimiento porque necesitan una fuente de ingresos. Mientras las economías enfocadas en innovación (Ej.: Israel, Australia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, etc.) tienen la tasa más baja de emprendimiento por necesidad, pero la más alta proporción de motivación emprendedora por oportunidad, donde los emprendedores son tirados hacia el emprendimiento porque reconocen una oportunidad que puede mejorar o mantener sus ingresos, o incrementar su independencia.

Por otro lado, la actividad de emprendimiento social como una proporción del total de emprendimiento, tiende a incrementarse en los países con mayor PIB per cápita, proveyendo apoyo parcial a la hipótesis de sustitución entre el emprendimiento social y el de negocios, lo que indica que el límite entre las dos categorías puede ser borroso. Esto porque las definiciones entre una empresa tradicional y una empresa social se pueden traslapar en los países en desarrollo, mientras ellas pueden ser más diferenciadas en los países desarrollados.

Finalmente se ha sugerido que el nivel de emprendimiento es el mismo a través de los países, pero la actividad emprendedora se manifiesta de diferentes maneras dependiendo del contexto institucional. En los países ricos, el emprendimiento social al menos en algún punto puede reemplazar el emprendimiento de negocios. Los emprendedores sociales difieren ampliamente en el tipo de organizaciones creadas y el tipo de problema social o medioambiental que ellos tratan de resolver. Las empresas sociales identificadas en el GEM se extienden a través de una amplia serie de áreas tales como educación, salud, cultura, desarrollo económico y medioambiente. Los emprendedores sociales en las economías enfocadas en factores tienden a enfocarse sobre temas más elementales y necesidades urgentes, tales como provisión de cuidado de la salud básica, acceso al agua y sanidad o actividades agrícolas en áreas rurales. En economías enfocadas en innovación las personas son particularmente activas en crear organizaciones relacionadas a la cultura, proveyendo servicios para personas discapacitadas, enfocándose sobre el reciclaje de basura y la protección de la naturaleza, u ofreciendo actividades tales como redes sociales online. Además, los problemas sociales y medioambientales son a menudo más predominantes en los países en desarrollo.

Referencias

  • Acs, Z. (2007) How is Entrepreneurship Good for Economic Growth? 25th Economic Conference of Progress Foundation, The Beauty of Entrepreneurship, Oct 31, Zurich, Switzerland, pp. 1-21
  • Block, J. & Wagner, M. (2010) Necessity and Opportunity Entrepreneurs in Germany: Characteristics and Earning s Differentials. SBR, 62, pp. 154-174
  • Bosma, N., Acs, Z., Autio, E., Coduras, A. & Levie, J. (2008) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2008 Executive Report. Babson College (EEUU) y Universidad del Desarrollo (Chile), pp. 1-68
  • Bosma, N. & Levie, J. (2009) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2009 Global Report.Babson College (EEUU), Universidad del Desarrollo (Chile) y Reykjavík University (Islandia), pp. 1-73
  • Cohen, B., Smith, B. & Mitchell, R. (2008) Toward a Sustainable Conceptualization of Dependent Variables in Entrepreneurship Research. Business Strategy and the Environment, 17, pp. 107-119
  • Gartner, W., Bird, B. & Starr, J. (1992) Acting As If: Differentiating Entrepreneurial From Organizational Behavior. Entrepreneurship: Theory and Practice, Spring, pp. 13-31
  • Kelley, D., Bosma, N. & Amorós, J. (2010) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2010 Global Report. Babson College (EEUU) y Universidad del Desarrollo (Chile), pp. 1-85
  • Minniti, M., Bygrave, W. & Autio, E. (2005) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2005 Executive Report. Babson College (EEUU) y London Business School (Reino Unido), pp. 1-69
  • Reynolds, P., Bygrave, W. & Autio, E. (2003) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2003 Executive Report. Babson College (EEUU), London Business School (Reino Unido) y Kauffman Foundation (EEUU), pp. 1-118
  • Reynolds, P., Bygrave, W., Autio, E., Cox, L. & Hay, M. (2002) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 2002 Executive Report. Babson College (EEUU), London Business School (Reino Unido) y Ewing Marion Kauffman Foundation (EEUU), pp. 1-51
  • Reynolds, P., Hay, M. & Camp, S. (1999) GEM – Global Entrepreneurship Monitor: 1999 Executive Report. Babson College (EEUU), London Business School (Reino Unido) y Kauffman Foundation for Entrepreneurial Leadership (EEUU), pp. 1-49
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