Pocas señales de recuperación en el mercado laboral

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Por Marcela Perticara* y Mauricio Tejada**. *Ph.D. en Economía, Universidad de Texas A&M, Estados Unidos. Académica FEN UAH. **Ph.D. en Economía, Universidad de Georgetown, Estados Unidos y académico FEN UAH.

oe81 Publicado en revista Observatorio Económico Nº 90, 2015.

Hacia finales del 2013 comenzó a notarse una desaceleración de la economía. Un indicador que concentró la atención durante todo el año 2014 fue la tasa de desempleo, que hasta el trimestre móvil junio-agosto de ese año había mostrado un alza sostenida. Sin embargo, en septiembre comienza a caer de manera sostenida para hombres y mujeres, llegando a 6.1% en la última medición disponible (octubre-noviembre 2014). Esta leve caída (en su peak del 2014 dicha tasa llega a 6.7%) no es sólo estacionalidad, sino que se mantiene al eliminar ese efecto (ver Gráfico 1).

A partir de los números, todavía no queda claro por qué tanto pesimismo en un contexto en el que las estadísticas de desempleo (aunque creciendo levemente) se mantienen muy por debajo de los niveles históricos. La clave podría estar en los cambios en la composición del empleo.

Si bien la tasa de desempleo es el indicador más importante para analizar el comportamiento cíclico del mercado laboral, es un indicador imperfecto para analizar la dinámica del mercado laboral. Al ser una medida estática, esconde los flujos de entrada y salida al desempleo. Para tener una visión más completa de lo que está ocurriendo en materia laboral es importante analizar dichos flujos.

Las tasas de creación y destrucción de trabajos pueden medirse directamente usando flujos brutos de personas que transitan desde el desempleo al empleo y viceversa. Sin embargo, para hacer un seguimiento al empleo en el ciclo económico se requiere de datos que sigan a las personas a través del tiempo, los cuales no están disponibles con frecuencia interanual. Por esto se usa un enfoque indirecto (1) que aproxima las tasas a las que se crean y destruye trabajos a partir de la Nueva Encueta Nacional de Empleo (2). Se observa que la tasa de creación de empleo también ha aumentado en los últimos trimestres móviles, revirtiendo la sistemática baja que había experimentado desde el trimestre febrero-abril del año 2014. La tasa de destrucción de empleo, en tanto, no cede pero termina siendo dominada por la tasa de creación y es por esto que la tasa de desempleo comienza a disminuir (ver Gráfico 2). Este mismo comportamiento muestran las tasas de creación y destrucción laboral por género.

Las buenas noticias en estos dos indicadores agregados son consistentes con un leve repunte en el nivel de actividad económica (medido por el Imacec) en las últimas tres mediciones disponibles para el año 2014. Pero parecen no estar a tono con las expectativas de crecimiento recabadas por el Banco Central en su encuesta mensual, en la que el crecimiento esperado para el año 2015 baja de 4% en la encuesta de enero 2014 a 2.6% en la encuesta de diciembre del mismo año.

Si bien las tasas de empleo global no fundamentan un ambiente de pesimismo, la composición del empleo cambia de modo preocupante.

Cuando se evalúa el comportamiento del empleo separando asalariados y cuenta propia se constata un cambio composicional importante. Si bien es cierto que tanto el empleo asalariado como el empleo independiente aumentan, es claro que la tendencia al alza en el nivel de empleo total está dominada por el empleo independiente (ver Gráfico 3). El empleo por cuenta propia tiene un muy buen desempeño en casi todos los meses del año 2014 (relativo al año 2013), mientras que las tasas de crecimiento del empleo asalariado apenas si son del orden del 0.7-1.2% con respecto al año anterior.

Más aún, tanto dentro del empleo asalariado como dentro del empleo por cuenta propia, el 2014 fue un año muy malo para trabajadores de baja calificación. El crecimiento se concentró en trabajadores que tienen enseñanza media o más. El nivel de empleo para los grupos menos educados (3) presenta tasas de crecimiento negativas, tanto para empleo asalariado como para cuenta propia (ver Gráfico 4). Adicionalmente, el crecimiento de los contratos indefinidos tiende a desacelerarse en el tiempo en tanto que el empleo temporal o contingente ha mostrado tasas positivas los últimos dos trimestres móviles (ver Gráfico 5).

Durante el 2014 también se evidencia una caída sustancial en las horas de trabajo, lo que podría explicar que no hubiera habido un ajuste más fuerte en la tasa de empleo durante este año. La caída en las horas de trabajo es similar en promedio para trabajadores asalariados y cuenta propia, pero hay diferencias importantes según el nivel de calificación. Entre los trabajadores independientes, todos los grupos excepto el con estudios técnicos completos, experimentan una importante caída en sus horas de trabajo, las que solo comienzan a crecer nuevamente hacia fines del año. Los trabajadores independientes con estudios técnicos completos, por el contrario, aumentan de manera sostenida sus horas de trabajo.

Entre los trabajadores asalariados, el grupo con estudios universitarios es el que registra reducciones menos importantes en sus horas de trabajo, incluso repuntando en los últimos meses del año.

Las cifras de empleo y desempleo del Gran Santiago para el último trimestre de 2014 son consistentes con este diagnóstico, aun cuando esta encuesta ya muestra un leve aumento en la tasa de desempleo en el último período del año. Según la última medición (diciembre 2014) la tasa de desempleo se sitúo en 6.5% (0.6 puntos porcentuales más respecto del trimestre anterior y pero sólo 0.3 puntos porcentuales por encima de igual periodo de 2013). Por su parte, el empleo mostró un crecimiento de 2.4% en doce meses, siendo el empleo cuenta propia la categoría ocupacional que más creció en doce meses (11.2%). Por el contrario, el empleo asalariado mostró una variación negativa de 0.2%. Considerando que la cifras de empleo nacionales publicadas por el INE y las de Gran Santiago publicadas por el Centro de Microdatos han mostrado comportamientos similares a lo largo del 2014, es de esperar que las cifras nacionales (se conocerán a fines de enero) no muestren caídas en la tasa de desempleo y que el ajuste en la composición del empleo observado los últimos trimestres móviles tienda exacerbarse aún más.

En resumen, la mejora que parece experimentar el nivel de empleo en el mercado laboral esconde importantes desequilibrios, entre tipos de empleo (asalariado versus cuenta propia) y entre tipos de trabajadores (educados versus no educados). Es en este contexto, que es clave evaluar -en los próximos meses- la dinámica de los distintos sectores económicos. Sería extremadamente preocupante si en el período que viene no se produce un repunte del nivel de empleo de los trabajadores de menor calificación, quienes en general no tienen un nivel de ahorro ni activos para liquidar y de esa manera enfrentar largos períodos de baja actividad.

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1 Para más detalles ver: Robert Shimer (2012), “Reassessing the Ins and Outs of Unemployment”, Review of
Economic Dynamics 15(2), 127-148.
2 La tasa de creación se estima usando el comportamiento de los desempleados de largo y corto plazo.
Estos dos tipos de desempleados se distinguen de acuerdo a la duración de su condición de desempleado
Además, se supone que todos los trabajadores tienen la misma probabilidad de encontrar trabajo en el
trimestre-móvil correspondiente. La tasa a la cual se destruyen trabajos, por su parte, se estima (aproxima)
de manera que el número de trabajadores empleados que pierden su trabajo y el número de desempleados
que dejan de serlo (dada la tasa de creación estimada) sea consistente con el número de desempleados
observado en el período inmediatamente futuro.
3 Se presentan tasas de crecimiento con respecto a 12 meses, para aislar el componente estacional.

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