“Me siento sumamente afortunado de haber podido completar mi formación académica en el prestigioso programa de Economía ILADES/Georgetown”. Así recuerda Fabio Bertranou –director de la Oficina Regional Adjunta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe– su paso académico por el Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILADES), que entre 1965 y 1998 fue un centro de reflexión y formación de posgrado de alto nivel en América Latina, cuya trayectoria sentó las bases de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) en Chile.
En ILADES, Bertranou cursó, entre 1990 y 1992, el Magíster en Economía con doble titulación junto a Georgetown University. Es economista de la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina, 1990) y Ph.D. en Economía por la University of Pittsburgh (Estados Unidos, 1998).
Entre abril de 2015 y abril de 2025, se desempeñó como director de la OIT para el Cono Sur. Actualmente está a cargo de la Oficina Regional Adjunta de la OIT en Lima, Perú, con la misión de contribuir al trabajo que realiza la Organización en América Latina y el Caribe. “Desde abril de 2025 estoy ejerciendo estas nuevas funciones, que tienen como gran desafío abordar las profundas heterogeneidades y desigualdades que enfrentamos como región, tanto en lo institucional como en lo económico y social”, explica.
El pasado 21 de abril, la UAH se reunió con Bertranou en la casa central de la universidad para despedirlo y celebrar su nuevo cargo en la OIT. En la actividad participaron el decano de la FEN-UAH, Eduardo Saavedra; la directora de Alumni UAH y directora ejecutiva del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP-UAH), Ximena Concha; los académicos de la FEN, Eduardo Abarzúa y Carlos Díaz; y el director de Vinculación con el Medio y Proyectos de la FEN, Mauricio Araneda.
Sobre su paso por ILADES, su experiencia en la OIT Cono Sur, los desafíos de su nuevo cargo y su mirada sobre la coyuntura internacional, conversamos con Fabio Bertranou en esta entrevista:
¿Cómo fue su experiencia en el Magíster en Economía de ILADES/Georgetown University? La UAH se cimentó en la trayectoria del ILADES. Como alumni UAH, ¿cómo ha influido ese sello, centrado en el bien común?
Me siento sumamente afortunado de haber podido completar mi formación académica en el prestigioso programa de Economía ILADES/Georgetown. Más allá de la excelencia académica, valoro profundamente la oportunidad de haber fortalecido mi comprensión sobre la importancia de una educación centrada en las personas y en los valores fundamentales jesuitas: el servicio al prójimo, la justicia social y la transformación del mundo a través de la acción social y la participación en la vida pública.
Además, realicé este programa en un momento muy particular de la historia contemporánea de Chile, entre 1990 y 1992, coincidiendo con el retorno a la democracia y momentos clave del proceso de transición. Durante ese periodo, tanto los profesores como los egresados de ILADES desempeñaron un papel protagónico en la formulación de nuevas políticas públicas que promovieron el desarrollo económico, la reducción de la pobreza y la inclusión social.
¿Cómo evalúa la cooperación entre la OIT Cono Sur y la Universidad Alberto Hurtado? ¿Qué rol cumplen universidades como la UAH en el desarrollo sostenible?
Fue un gran honor dirigir el equipo de la OIT para el Cono Sur desde Santiago de Chile, lo que permitió ampliar y fortalecer el vínculo con actores del mundo del trabajo y con instituciones académicas de prestigio que comparten el mandato histórico de la OIT: promover la justicia social mediante el trabajo decente.
Hemos tenido una colaboración muy fructífera con la UAH, trabajando en proyectos conjuntos y apoyando espacios de diálogo social para fortalecer la convivencia democrática y mejorar las relaciones laborales. Esta alianza nos ha permitido desarrollar productos con impactos concretos y muy valorados por los actores sociales. Un ejemplo destacado es nuestro trabajo sobre el Convenio 190 de la OIT, orientado a eliminar y prevenir el acoso y la violencia en los lugares de trabajo.
¿Cuáles son los principales desafíos de su nuevo cargo y desde cuándo lo ejerce?
Desde abril de 2025 estoy a cargo de la Oficina Regional Adjunta de la OIT en Lima, Perú. El mayor desafío es contribuir al abordaje de las profundas desigualdades que enfrenta América Latina y el Caribe, tanto en lo institucional como en lo económico y social. Promover el trabajo decente y fortalecer las instituciones laborales puede generar una región menos desigual, con mayores oportunidades y justicia social.
¿Cuál es el balance de su gestión como director de la OIT Cono Sur?
Me siento muy afortunado de haber sido parte, desde la OIT, de las transformaciones de Chile durante los últimos diez años, marcados por desafíos como el estallido social de 2019 y la pandemia de COVID-19. La OIT ha contribuido a dar continuidad a las políticas de trabajo decente más allá de los ciclos políticos, reforzando la democracia y las instituciones.
Durante este período, Chile ratificó importantes convenios internacionales como el Protocolo C29, el Convenio 190 y el C176, y este año se sumará el C155. Estos avances posicionan al país como líder regional en estándares laborales. También participamos en reformas clave sobre jornada laboral, seguridad social, pensiones y salud laboral.
Ante la actual reconfiguración geopolítica, ¿cómo se ve afectado el mundo del trabajo?
Vivimos una encrucijada geopolítica global que pone en cuestión el multilateralismo. Es necesaria una nueva reflexión y negociación internacional. La OIT, con más de 100 años de historia, está preparada para enfrentar estos desafíos, adaptándose a los cambios sin perder de vista su mandato de justicia social.
Este año, la Conferencia Internacional del Trabajo debatirá un nuevo convenio sobre la economía de plataformas. Estas nuevas formas de empleo, impulsadas por la digitalización e inteligencia artificial, deben estar respaldadas por protección laboral y social. La OIT tiene un rol clave para garantizar que estos avances se basen en el trabajo decente y en relaciones laborales justas.